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11 .,,. CARDIOLOGIA en el deporte ~ REVISIÓN DE CASOS CLÍNICOS BASADOS EN LA EVIDENCIA J. R ICARDO S ERRA G RIMA 3.ª EDICIÓN booksme · · ELSEVlER . • . . . . . . • . ~,~ • . . - . , .. ·. . . . :' . . •• . •. . .. - ·.: ... . . . . © 2015. Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos RESPUESTA CARDIOVASCULAR AL EJERCICIO Ricard Serra Grima INTRODUCCIÓN La adaptación a cargas de trabajo progresivas implica una mayor aportación de oxígeno al músculo esquelético en actividad y a los demás sistemas que desempeñan una función destacada durante el ejercicio. Para conseguir este objetivo se producen modificaciones a nivel central (adaptación cardíaca) y periférico (adaptación muscular), cuya magnitud guarda relación, parcialmente, con el grado de entrenamiento previo, las condiciones específicas en las que se realiza el ejercicio, la edad, el sexo, el tipo de ejercicio, la aptitud física (fitness) y la presencia o ausencia de cardiopatía orgánica con repercusión funcional importante. Durante un ejercicio máximo en el cual entran en acción grandes grupos musculares, los requerimientos energéticos en reposo pueden incrementarse más de 20 veces y el gasto cardíaco alrededor de seis veces, lo que permite equilibrar las necesidades con el aporte hasta un límite que coincide con el agotamiento y la claudicación del esfuerzo. El comportamiento de los diferentes parámetros hemodinámicos varía durante el ejercicio según el tipo de trabajo y las características de la prueba (carga de trabajo inicial, incremento, duración, etc.); de ahí la importancia de seleccionar el protocolo más adecuado para cada situación. La reproducibilidad de la prueba de esfuerzo es una de las cuestiones que acarrea más problemas en la valoración del fitness y de los efectos del entrenamiento. En la mayoría de las ocasiones, especialmente en deportistas de alto nivel, se subestima la capacidad real de ejercicio, con todos los inconvenientes que ello genera cuando se trata de diseñar el programa de entrenamiento más idóneo. Este problema también es importante en los pacientes con algún tipo de cardiopatía, debido a que, del resultado de la prueba, pueden derivarse decisiones terapéuticas importantes. Para atenuar este inconveniente se aconseja elegir la prueba más apropiada para cada persona en función de sus habilidades, del fitness o del objetivo específico de la prueba. En resumen, se trata de individualizar el procedimiento para alcanzar los objetivos deseados. TIPOS DE TRABAJO MUSCULAR Las modificaciones cardiocirculatorias y periféricas varían sensiblemente en relación con las modalidades de contracción muscular, que pueden ser de tipo dinámico (isotónico), estático (isométrico) o mixto. Trabajo dinámico o isotónico El trabajo dinámico o isotónico provoca cambios en la longitud de la fibra, con ligeras alteraciones en la tensión muscular. Se producen una contracción y una relajación simul táneas de grandes grupos musculares, lo cual origina importantes demandas energéticas 1 Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...4 y cambios notables en las funciones de los sistemas cardiovascular y respiratorio, ambos directamente implicados en el transporte de oxígeno al músculo esquelético. El trabajo dinámico, o actividad muscular rítmica en la que se genera movimiento, permite una valoración más adecuada de los diferentes parámetros de la función cardio pulmonar y hemodinámicos. Por esta razón se utilizan con más frecuencia las pruebas de esfuerzo con trabajo dinámico para valorar la capacidad física, o pruebas de esfuerzo clínicas. Trabajo isométrico o estático El trabajo isométrico o estático produce cambios en la tensión de la fibra sin modificar su longitud de manera significativa. Una de las situaciones más frecuentes en que se presenta este tipo de trabajo es al ejercer una tensión contra una resistencia fija o imposible de vencer. Levantar pesos o arrastrar objetos pesados son algunas de las modalidades de ejer cicio de predominio isométrico. El interés que suscita este tipo de trabajo, especialmente cuando se utiliza en la valoración de pacientes con cardiopatía, es la marcada respuesta que genera sobre la presión arterial sistólica y diastólica, efecto que se describe más adelante. Trabajo mixto El trabajo mixto es una combinación de ambos en diferente proporción según el tipo de tarea o deporte que se realiza. La mayoría de las actividades que lleva a cabo una persona en su trabajo o durante el ejercicio físico requieren un esfuerzo de estas características, y por este motivo se habla de actividades o deportes con trabajo de predominio dinámico, de predominio isométrico o de tipo mixto. ERGÓMETROS Para la evaluación de la respuesta cardiovascular a diferentes tipos de trabajo se han utilizado distintos modelos, entre los cuales cabe señalar como más habituales el step test (escalón), el handgrip, el cicloergómetro en posiciones de sedestación y decúbito, el treadmill y el ergómetro de brazos. El cicloergómetro y el treadmill son los más utilizados en las pruebas de valoración funcional del rendimiento físico y en las pruebas diagnósticas. Cicloergómetro Se dispone de modelos de tecnología sencilla, con sistema de frenado mecánico, y de otros más complejos y con mayor coste económico, que llevan incorporados sistemas de frenado electrónico que permiten conocer con precisión el trabajo efectuado. La posición del asiento es graduable, por lo que pueden utilizarlo personas de diferentes estaturas en las posiciones más cómodas para desarrollar el trabajo en condiciones adecuadas. Este detalle, aparentemente insignificante, no debe despreciarse porque, en los casos con limitación acentuada del rendimiento físico, los impedimentos biomecánicos pueden incidir en el resultado global de la prueba. Es decir, antes de iniciar el procedimiento hay que ajustar la distancia del asiento y comprobar el ángulo de la rodilla en la máxima extensión. Al mismo tiempo, es recomendable acoplar a los pedales un sistema para la fijación de los pies similar al utilizado por los ciclistas. Quienes no han practicado bicicleta y/o disponen de poca coordinación pueden tener dificultades para mantener el ritmo de © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. Respuesta cardiovascular al ejercicio Capítulo 1 5 pedaleo a las revoluciones establecidas. Si se consigue la fijación correcta del pie, es más cómodo pedalear sin perder el ritmo, no reducir el trabajo y, por el contrario, no realizar un esfuerzo suplementario innecesario. El trabajo realizado en bicicleta es de tipo dinámico; no obstante, existe un compo nente isométrico no despreciable en las personas poco habituadas a este tipo de actividad y a niveles de esfuerzo intensos, como ocurre en los minutos finales de una prueba poco antes de llegar al agotamiento. El efecto del trabajo isométrico se ha demostrado en ciclistas profesionales al valorar la respuesta cardiovascular a largo plazo. Mediante ecocardiografía se ha observado que presentan cambios inducidos por el trabajo diná mico e isométrico1. El trabajo adicional y la dificultad para mantener el ritmo estable contribuyen a in crementar el gasto energético total y del miocardio, lo cual tiene un gran interés en pruebas de esfuerzo cuyo objetivo primordial es el diagnóstico y la valoración de la cardiopatía coronaria. Habitualmente, las pruebas de esfuerzo se realizan en un cicloergómetro en posición de sedestación; sin embargo, en casos especiales puede utilizarse la bicicleta en posición su pina. Existen diferencias en la respuesta cardiovascular durante el esfuerzo agudo por el simple cambio postural. El trabajo cardíaco para un mismo nivel de esfuerzo es más intenso cuando el ejercicio se realiza en posición supina, debido al incremento de la presión de llenado diastólico. Este fenómeno incide en la valoración de los pacientescon cardiopatía coronaria, al conseguirse cambios en el electrocardiograma (ECG) más acentuados con un esfuerzo más bajo2. El cicloergómetro en posición supina se utiliza habitualmente en el estudio de la función cardíaca durante el esfuerzo con técnicas isotópicas. Para realizar el proce dimiento se necesita una buena estabilidad del tronco superior, y la mejor forma de conseguirlo es en la posición de decúbito con la gammacámara acoplada al plano anterior del tórax. Treadmill El trabajo se realiza al andar sobre una plataforma móvil con velocidad y pendiente gradua bles. El ejercicio en estas condiciones es más fisiológico y asequible para la mayoría de las personas. Se movilizan más grupos musculares que en la bicicleta, lo cual se traduce en un consumo de oxígeno más alto, de aproximadamente 250 ml/min, pero esta diferencia no es significativa3. El esfuerzo físico en el treadmill varía sensiblemente cuando se realiza con la ayuda del soporte de seguridad o sin sujetarse a él. La diferencia en el gasto energético de un caso a otro puede llegar hasta un 30%. Uno de los objetivos de la prueba de esfuerzo es, como ya se ha indicado, la valoración del rendimiento cardiovascular; por esta razón es importante observar el máximo rigor en el método durante la realización del procedimiento. La vigilancia de la actitud de los pacientes desde el inicio del ejercicio (si se apoyan mucho pese a que se recomienda que sólo utilicen el soporte para guardar el equilibrio) contribuye a determinar con más exactitud la intensidad del esfuerzo realizado. El cumplimiento de estos detalles facilita alcanzar el objetivo señalado en la mayoría de las pruebas en que, por distintas causas, no se realiza el estudio de la función cardiopulmonar con análisis del VO2máx � , que es un método más preciso. V˙O2máx □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...6 PROTOCOLOS DE EJERCICIO Se han utilizado diversos modelos de ejercicio en cinta y bicicleta ergométrica. La apli cación de uno u otro tipo se decide en función de las características de los individuos y del objetivo principal que se persigue al indicar la prueba. Protocolos en treadmill Protocolo de Bruce (tabla 11) Este protocolo es uno de los más utilizados en los laboratorios de pruebas de esfuerzo clínicas cuyo objetivo prioritario es el diagnóstico y la valoración de la cardiopatía coro naria. Asimismo, se emplea en la detección de esta enfermedad en la población general y para la valoración de la capacidad funcional por método indirecto en diversas situaciones. La velocidad y la pendiente se incrementan cada 3 minutos. El gasto energético es equivalente a 1 MET (gasto energético basal: 3,5 ml/kg/min de O2) por minuto cuando el trabajo realizado en la cinta es real, sin apoyo en la barra. El error en el cálculo del VO2máx � es del 1020%. En los pacientes con función cardiovascular deprimida puede acentuarse debido a que el rápido incremento del trabajo en esta situación excede la cinética de la captación del VO� . Existe amplia experiencia sobre la utilidad de este protocolo en pruebas de esfuerzo con finalidad diagnóstica o de valoración funcional. Desde un punto de vista práctico, debe recomendarse a todos los pacientes que no usen el soporte para poder valorar de una manera más objetiva el trabajo que se realiza. Cuando el paciente lo utiliza sólo para no perder el equilibrio y se apoya con un dedo de cada mano, el ahorro en gasto energético, comparado con andar sin ayuda, es insignificante. En los pacientes físicamente activos puede utilizarse una modificación de este mismo protocolo consistente en reducir las etapas a 2 minutos para intensificar el trabajo con más rapidez. Esta maniobra también es útil cuando el objetivo de la prueba sea alcanzar el máximo trabajo cardíaco y la valoración de la capacidad funcional pasa a un segundo plano. La prueba dura menos minutos, se realiza más esfuerzo y se elimina en muchos casos el cansancio muscular que obliga a interrumpir la prueba sin haber alcanzado el nivel de trabajo cardíaco óptimo. Protocolo de Balke Naughton Este protocolo tiene tres modalidades con velocidades de 3,2 km/h, 4,8 km/h y 5,4 km/h. El más suave es el indicado para personas mayores con capacidad física disminuida y, en general, en situaciones en las cuales se han de realizar pruebas de bajo nivel de esfuerzo. V˙O2máx V˙O Tabla 1-1 Protocolo de la prueba de esfuerzo en treadmill de Bruce ETAPA VELOCIDAD (KM/H) PORCENTAJE PENDIENTE DURACIÓN (MIN) 1 2,1 – 3 2 3 10 3 3 4,5 12 3 4 6,1 14 3 5 7,5 16 3 6 9 18 3 7 9,9 20 3 8 10,8 22 3 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. Respuesta cardiovascular al ejercicio Capítulo 1 7 Protocolo de Balke modificado (tabla 12) El protocolo de Balke modificado consta de seis etapas con velocidad constante a 5,4 km/h y un incremento de la pendiente de un 1% cada minuto. Es parecido al anterior y ambos tienen la ventaja de acomodarse a pacientes con dificultades en la marcha, por la suavidad de la pendiente. No obstante, el ritmo de 5,4 km/h es demasiado rápido para personas de edad avanzada. Protocolo de deportistas Para el hombre (tabla 13). El calentamiento es de 3 minutos (previamente ya han efectuado ejercicios de estiramientos musculares y carrera continua sin desplazamiento) y Tabla 1-2 Protocolo de la prueba de esfuerzo en treadmill de Balke modificada ETAPA VELOCIDAD (KM/H) PORCENTAJE PENDIENTE DURACIÓN (MIN/S) MET Inicio 2,2 0,0 – 1,9 1 5,4 0,0 1:00 3,6 2 5,4 1,0 1:00 4,1 3 5,4 2,0 1:00 4,5 4 5,4 3,0 1:00 5,0 5 5,4 4,0 1:00 5,5 6 5,4 5,0 1:00 5,9 7 5,4 6,0 1:00 6,4 8 5,4 7,0 1:00 6,9 9 5,4 8,0 1:00 7,3 10 5,4 9,0 1:00 7,8 11 5,4 10,0 1:00 8,3 12 5,4 11,0 1:00 8,7 13 5,4 12,0 1:00 9,2 14 5,4 13,0 1:00 9,7 MET, metabolic equivalent time. Gasto energético en reposo equivalente a 3,5 ml/kg/min de oxígeno. Tabla 1-3 Protocolo de la prueba de esfuerzo en treadmill para deportistas (hombres y mujeres) ETAPA VELOCIDAD (KM/H) PORCENTAJE PENDIENTE DURACIÓN (MIN/S) HOMBRES MUJERES 1 8 6 3 3 2 9 7 3 1 3 10 8 3 1 4 11 9 3 1 5 12 10 3 1 6 13 11 3 1 7 14 12 3 1 8 15 13 3 1 9 16 14 3 1 10 17 15 3 1 11 18 16 3 1 12 19 17 3 1 13 20 18 3 1 14 21 20 3 1 □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...8 a continuación la velocidad de la cinta aumenta 1 km/h cada minuto, con una velocidad inicial de 8 km/h. La pendiente es de un 3% constante. La cinta permite llegar a una velocidad de 24 km/h. Para la mujer (tabla 13). La velocidad inicial es de 6 km/hy los incrementos son de 1 km/h, con una pendiente constante del 3%. En resumen, los protocolos que se han mencionado cubren las necesidades de un laboratorio de pruebas de esfuerzo. Se dispone también de otros protocolos, pero los más utilizados son, en general, los que hemos descrito. La posibilidad de modificar manualmente cada uno de ellos, si las circunstancias lo aconsejan, permite realizar estas pruebas a personas sanas y a pacientes con una capacidad física deteriorada. Lo más importante es aplicar el protocolo adecuado a cada situación, familiarizarse con él y observar la actitud de quien está realizando la prueba, de modo que se consiga toda la información necesaria para valorar con objetividad los diferentes parámetros en cualquiera de sus indicaciones. Protocolos en cicloergómetro El cicloergómetro es un instrumento que se utiliza como alternativa al treadmill, ocupa un espacio menor y su coste es sensiblemente más bajo. En caso de limitaciones os teoarticulares, inestabilidad en el treadmill, falta de coordinación o si interesa valorar con mayor precisión el comportamiento de la presión arterial, es posible obtener más rendimiento de las pruebas, en especial de las realizadas con fines diagnósticos y en las que hay que conseguir un nivel de esfuerzo óptimo. Suele aplicarse una carga inicial ligera, de 2550 W (150300 kg/m/min−1), con incremen tos de2550 W cada 2 minutos hasta la limitación por síntomas. Este período es suficiente para conseguir la estabilización de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial en cada nivel de esfuerzo. La brevedad de las etapas permite alcanzar la frecuencia cardíaca máxima con mayor facilidad, al no acumular cansancio muscular por la prolongación del tiempo de etapa. En los momentos en que se acusa cansancio muscular, hasta el punto de limitar la prueba, la reducción de la resistencia y el incremento del ritmo de pedaleo son una maniobra útil para aumentar el trabajo cardíaco, objetivo de la mayoría de las pruebas de esfuerzo. El gasto energético del trabajo realizado en cicloergómetro valorado por método indirecto se representa en la tabla 14. Protocolos de rampa Froelicher et al.4 introdujeron una modalidad de prueba que presenta las siguientes características: 1. El incremento del trabajo es progresivo, suave y a intervalos de 1 minuto. 2. Es una prueba individual en la cual la pendiente y la velocidad se adaptan a las características de cada persona. 3. Se trata de una prueba que tiene una duración de 810 minutos, en la cual se alcanza el VO2máx � . 4. El VO2máx � y la frecuencia cardíaca máxima teórica según la edad pueden predecirse mediante un nomograma que el mismo grupo ha propuesto. El diseño de la prueba se ha establecido de modo que no se prolongue más de 10 minutos, tiempo en que deben alcanzarse el VO2máx � teórico y la frecuencia cardíaca predicha. V˙O2máx V˙O2máx V˙O2máx © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. Respuesta cardiovascular al ejercicio Capítulo 1 9 La utilización de un protocolo de estas características debería reservarse para casos en los que el objetivo es alcanzar el pico de la potencia aeróbica (VO2máx � ), que es esencialmente de valoración funcional. ADAPTACIÓN CARDIOVASCULAR AL ESFUERZO AGUDO Trabajo dinámico En el trabajo dinámico están implicados grandes grupos musculares y las demandas energéticas son altas. El incremento del VO2máx � se produce a expensas de la frecuencia cardíaca y del volumen sistólico, que progresan de forma lineal en relación con la inten sidad del esfuerzo realizado. Se alcanza un punto en que ambas constantes se estabilizan y no pueden llevarse a cabo niveles de trabajo superiores. Se ha llegado al agotamiento y la claudicación al esfuerzo se produce en 13 minutos. Se había indicado que el volumen sistólico se estabiliza antes, alrededor del 4050% de la máxima capacidad de esfuerzo, pero en un estudio realizado en deportistas de alto nivel con un ECG normal, en el cual se utilizó el sistema VEST (monitorización ambulatoria de la función ventricular) (v. láminas 1 y 2 en color) para valorar el comportamiento de la función ventricular, se observó que el volumen sistólico se mantenía hasta el límite fisiológico de la adaptación al esfuerzo5. El incremento del volumen sistólico se produce por un aumento del volumen telediastólico o una disminución del volumen telesistólico. Que se produzca de una forma u otra depende de diversos factores, entre los que cabe citar la función ventricular y la posición del cuerpo durante la prueba (decúbito o sedestación). El volumen sistólico de los deportistas, especialmente de los que realizan trabajo dinámico o mixto, es más alto que el de los sedentarios con una superficie corporal similar. La presión arterial sistólica aumenta 710 mmHg por MET de gasto energético6. La presión arterial diastólica no se modifica o experimenta un ligero aumento. El resultado es el incremento de la presión arterial media, que en las personas con una presión arterial normal no excede los 120 mmHg (fig. 11). La presión arterial sistólica puede llegar a V˙O2máx V˙O2máx Tabla 1-4 Gasto energético en ml/kg por minuto para el trabajo en cicloergómetro Peso (kg) CONSUMO DE OXÍGENO (ML/KG/MIN) 40 15,0 22,5 30,0 37,5 45,0 52,5 60,0 67,5 82,5 97,5 50 12,0 18,0 24,0 30,0 36,0 42,0 48,0 54,0 66,0 78,0 60 10,0 15,0 20,0 25,0 30,0 35,0 40,0 45,0 55,0 65,0 70 8,5 13,0 17,0 21,5 25,5 30,0 34,5 38,5 47,0 55,5 80 7,5 11,0 15,0 19,0 22,5 26,0 30,0 34,0 41,0 49,0 90 6,7 10,0 13,3 16,7 20,0 23,3 26,7 30,0 36,7 43,3 100 6,0 9,0 12,0 15,0 18,0 21,0 24,0 27,0 33,0 39,0 110 5,5 8,0 11,0 13,5 16,5 19,0 22,0 24,5 30,0 35,5 120 5,0 7,5 10,0 12,5 15,0 17,5 20,0 22,5 27,5 32,5 Carga de trabajo kg/min: 150 300 450 600 750 900 1.050 1.200 1.500 1.800 W (aprox.): 25 50 75 100 125 150 175 200 250 300 Consumo de oxígeno total por minuto, incluyendo el basal (ml) 600 900 1.200 1.500 1.800 1.800 3.300 2.700 3.300 3.900 Kilocalorías por minuto (aprox.) 3,0 4,5 6,0 7,5 9,0 10,5 12,0 13,5 16,5 19,5 □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...10 220230 mmHg en las personas sanas. Habitualmente, el incremento de la presión arterial sistólica es mayor en los individuos sedentarios que en los deportistas. Existen diferencias en el comportamiento de la presión arterial en relación con el trabajo realizado utilizando los miembros superiores (p. ej., remar) o inferiores (bicicleta o carrera). El incremento de las presiones arteriales sistólica y diastólica es más acusado cuando el trabajo se realiza casi exclusivamente con los brazos. La valoración de la presión arterial durante el trabajo dinámico suele realizarse en la prueba de esfuerzo en bicicleta o treadmill. Las dificultades se presentan con los niveles de esfuerzo próximos al agotamiento, por las interferencias del ruido del ergómetro, el movimiento del cuerpo y la tensión muscular. Para obtener un registro más preciso de la presión arterial es aconsejable seguir, entre otras, las siguientes recomendaciones: 1. Mantener el brazo relajado en el momento de iniciar la compresión con el manguito. 2. La determinación siempre debe hacerla, si es posible, la misma persona que colabora en el procedimiento. 3. El valor de la presión diastólica en los niveles de esfuerzo próximos al agotamiento es difícil de determinar, por lo que resulta de mayor utilidad centrarse exclusivamente en la presión sistólica. 4. La presión sistólica durante el período de recuperación tiene más interés cuando se dispone del registro en el máximo esfuerzo. En resumen, la respuesta cardiovascular al trabajo físico de predominio dinámico es de progresión más suave y, en consecuencia, más fisiológica. Es uno de los argumentos para recomendarlo en los programas de prescripción de ejercicio cuyo objetivo es el mantenimiento y la mejora de la condición física. Figura 1-1 Comportamiento de la presión arterial durante el ejercicio dinámico. 220 11 200 bO 1 180 Sistólica 3 160 á, 1¡í 140 A 'º Media -·------• ·¡¡; ---J: 120 _ _..-- - -- JOO .. -- Diastólica 80 o 25 50 75 100 Reposo % vo, m., © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. Respuesta cardiovascular al ejercicio Capítulo 1 11 Trabajo isométrico El trabajo isométrico produce cambios en la tensión de la fibra muscular sin alterar de manera significativa su longitud. Las características más relevantes de este tipo de trabajo muscular ya se han señalado en el apartado «Tipos de trabajo muscular». En el trabajo de levantamiento de pesas, sobre todo cuando la resistencia a vencer es alta, hay un predo minio del trabajo isométrico o estático. A pesar de que en el trabajo de levantamiento de pesas existen también momentos de trabajo dinámico, la respuesta cardiovascular a este tipo de ejercicio es similar a la del trabajo puramente isométrico. Hecha esta matización, para simplificar los términos, en el apartado de trabajo isométrico se incluyen todas las formas de trabajo muscular en oposición al trabajo dinámico puro. La contracción isométrica causa un incremento abrupto de las presiones arteriales sis tólica y diastólica, en ocasiones desproporcionado para el esfuerzo efectuado (fig. 12). La magnitud de la respuesta de la presiónarterial guarda relación con la masa muscular implicada: a más masa muscular, mayor incremento en la presión arterial7. Como reacción a un ejercicio de gran resistencia, la presión arterial muestra valores extremadamente altos durante la fase de contracción concéntrica y declina con la con tracción excéntrica. Este fenómeno se explicaría por el hecho de que, al ser la resistencia muy alta, hay una fase isométrica (hasta que se vence la inercia del movimiento) seguida de una fase concéntrica en la que propiamente se inicia la acción. En el comportamiento de la presión arterial influye, además, la participación de otros grupos musculares (en forma de trabajo de predominio isométrico) encargados de mantener la actitud postural correcta. Mc Dougall et al.8, en un estudio realizado con deportistas jóvenes levantadores de pesas, demostraron que durante el esfuerzo la presión arterial llegaba a 320 mmHg. La compresión mecánica de los vasos y la maniobra de Valsalva, que aumenta la presión Figura 1-2 Comportamiento de la presión arterial durante el ejercicio isométrico: contracción muscular progresiva sobre un dinamómetro. □ 24 11 220 200 j 180 ., a ,, _g ,, ] 160 2 ~ 140 ~ Q "' "' ¡l:; 120 100 80 o 25 50 75 100 Porcentaje máximo de contracción voluntaria Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...12 intratorácica que se transmite al árbol arterial, son los causantes de esta extrema elevación de la presión arterial. La respuesta cardiovascular de la contracción de pequeños grupos musculares puede medirse utilizando un manómetro conectado a la columna de mercurio. El procedimiento consiste en realizar una contracción voluntaria mantenida equivalente a dos tercios de la máxima contracción voluntaria. Se produce una reducción del flujo arterial por compre sión de las pequeñas arterias que impiden el retorno venoso, y el aumento de las presiones sistólica y diastólica es desproporcionado. El volumen sistólico y la frecuencia cardíaca aumentan ligeramente. Para un mismo porcentaje de la máxima contracción voluntaria existe una relación entre el incremento de la presión arterial y la masa muscular activa. Por ejemplo, hay una mayor respuesta de la presión arterial en la extensión de la pierna por contracción del cuádriceps que en la maniobra de fuerza de presión manual (hand- grip)9. El flujo sanguíneo se reduce cuando la contracción muscular alcanza el 4060% de la máxima contracción voluntaria. Por encima de este punto, el flujo se mantiene a causa de una marcada respuesta de la presión arterial que ajusta la presión de perfusión por encima de la presión intramuscular10,11. El aumento de la presión arterial y de la intratorácica por la maniobra de Valsalva se transmite al líquido cefalorraquídeo, que a la vez incrementa su presión en la misma proporción que en el tórax y el abdomen. Este efecto podría ser la causa de la reducción de la presión en la circulación cerebral y reducir el riesgo de accidentes vasculares en casos extremos12. El ejercicio físico de estas características provoca un tipo de respuesta cardiovascular que posiblemente no resulte adecuado para todas las personas que desean practicar ejercicio de musculación como complemento de un programa de acondicionamiento físico general. La reacción inmediata al cesar el estímulo de la sobrecarga muscular consiste en una súbita dilatación de los vasos de la masa muscular que estaban ocluidos mecánicamente, y la activación de reflejos barorreceptores y cardiopulmonares. Esto produce un brusco descenso de la presión arterial que puede ser la causa de la sensación de mareo e ines tabilidad que se experimenta después de un esfuerzo importante. La atenuación de la respuesta cardiovascular durante el esfuerzo o en la recuperación se consigue con el entrenamiento. La progresión suave de las cargas de trabajo dentro de un programa de prescripción de ejercicio puede evitar los efectos desfavorables de este tipo de trabajo realizado en condiciones poco cuidadas. Se ha estudiado el comportamiento de la función ventricular durante el ejercicio isométrico mediante ventriculografía isotópica y ecocardiografía. La prueba más utilizada en estos casos es la contracción isométrica con handgrip a un 2530% de la máxima contracción voluntaria. En los sujetos normales, el descenso de la fracción de eyección se relaciona con un importante incremento en la presión arterial sistólica. En el ejercicio isométrico de gran intensidad, la fracción de eyección disminuye inicialmente, pero se produce una compensación por el mecanismo de FrankStarling1315. Así, el descenso de la fracción de eyección no corresponde a un signo de función ventricular anormal y probablemente se debe a una forma transitoria de adaptación al ejercicio de estas características16. En resumen, el ejercicio isométrico provoca una respuesta cardiovascular que se carac teriza por un incremento importante de la presión arterial sistólica y, en consecuencia, del © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. Respuesta cardiovascular al ejercicio Capítulo 1 13 trabajo cardíaco, así como de las resistencias periféricas. Los programas de entrenamiento en que predomina este tipo de trabajo requieren un seguimiento más esmerado de los deportistas, especialmente de los veteranos, con tendencia o antecedentes de hipertensión arterial sistémica. CONSUMO MÁXIMO DE OXÍGENO (VO2máx � ) El VO2máx � es el parámetro que se utiliza habitualmente en la valoración del rendimiento cardiocirculatorio. Representa la máxima capacidad de transporte y utilización de oxígeno como fuente de energía para los diferentes órganos y sistemas. La utilización de oxígeno en los procesos oxidativos durante el ejercicio depende de los siguientes procesos fisiológicos: ventilación pulmonar, difusión alveolocapilar, gasto cardíaco y su redistribución, diferencia arteriovenosa de O2 y las variaciones fisiológicas del O2. El VO2máx � es el producto del gasto cardíaco por la diferencia (AV de O2) en el es fuerzo límite: VO (FC VS) dif A - V de O2máx 2 � = × × Donde FC es la frecuencia cardíaca y VS el volumen sistólico. El VO2máx � se alcanza normalmente cuando en el ejercicio está implicada la mitad de la masa muscular corporal. Por esta razón, el VO2máx � está más limitado por el gasto cardíaco que por el factor periférico17. El VO2máx � equivale al límite fisiológico de la adaptación al esfuerzo. El criterio más objetivo de VO2máx � es la estabilización (plateau) del VO2 � en las dos últimas etapas de ejercicio en la prueba de esfuerzo. No obstante, es casi imposible llegar a este nivel en pacientes con enfermedad pulmonar o cardiovascular, e incluso en la población general sin patología aparente. Por consiguiente, es más real hablar de pico de O2 en lugar de VO2máx � 18. Variaciones fisiológicas Antes de la pubertad no existen diferencias fisiológicas significativas entre niños y niñas. Más tarde se establecen cambios valorables, de modo que el VO2máx � es un 1020% más alto en los hombres que en las mujeres, que equivale a un 7075% en valores aproximados. Algunas de las causas que justifican las diferencias son la concentración de hemoglobina, la masa muscular y el volumen sistólico. En ambos sexos se alcanza el pico a los 1820 años de edad, y a partir de entonces declina de manera paulatina, de tal modo que a los 60 años disminuye a dos tercios del que se tenía por término medio a los 20 años. Con el entrenamiento físico, sobre todo si el trabajo es de predominio dinámico o mixto, aumenta un 1030% por un incremento del volumen sistólico y de la diferencia AV de O2 19,20. El V . O2 basal es de 3,5 ml/kg por minuto (MET). El aumento de la actividad genera un mayor gasto energético; por ejemplo, al pedalear en una bicicleta estática sin resistencia a un ritmo de 60 revoluciones por minuto, el gasto llega a ser de 5,8ml/kg por minuto (casi 2 MET). Si se aplica una resistencia, el gasto energético en las personas sanas es de 10 ± 1 ml/kg por minuto y watt. El gasto energético del trabajo realizado en treadmill puede calcularse por método indirecto utilizando nomogramas ajustados a la edad y el V˙O2MÁX V˙O2máx V˙O2máx V˙O2máx=(FC×VS)×dif AV de O2 V˙O2máx V˙O2máx V˙O2máx V˙O2máxV˙O2 V˙O2máx V˙O2máx □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...14 sexo, por ejemplo el de Bruce (fig. 13). Asimismo, puede calcularse el VO2máx � aplicando la siguiente fórmula cuando se sigue el protocolo de Bruce: VO en ml/kg/min 2,94 min 7,65 (hombres) VO en ml/kg/min 2,94 min 3,74 (mujeres) � � = + = + El interés por conocer el gasto energético durante la prueba de esfuerzo se debe a la buena correlación que existe entre el VO2máx � y la función cardíaca21. La reproducibilidad en la determinación del O2 utilizando este método es alta (r = +0,9) y el error estándar es de menos de 2 ml/kg por minuto. El gasto energético teórico del trabajo realizado en bicicleta puede conocerse con tablas de referencia validadas (v. tabla 14). En los laboratorios de pruebas de esfuerzo clínicas no es habitual utilizar ergoanali zadores de gases para el estudio de la función cardiopulmonar (v. lámina 3 en color). La utilización de métodos indirectos en la valoración del VO2máx � puede suplir con garantías el método de valoración directo si la metodología de la prueba es rigurosa. Las ventajas del método de valoración indirecto son el menor coste económico de la prueba y la comodidad para los pacientes que, con frecuencia, tienen dificultades para adaptarse a la mascarilla y presentan sensación de agotamiento mucho antes de lo esperado. Ventilación pulmonar Aumenta en relación lineal con el consumo de oxígeno y la producción de dióxido de carbono (CO2) hasta el 5060% del VO2máx � . Por encima de este punto, que coincide en V˙O2máx V˙O en ml/kg/min=2,94 min+7,65 (hom bres)V˙O en ml/kg/min=2,94 min+3,74 (mu jeres) V˙O2máx V˙O2máx V˙O2máx Figura 1-3 Nomograma para calcular el porcentaje de reducción en la función aeróbica en pacientes que realizan la prueba de esfuerzo siguiendo el protocolo de Bruce. La línea que une el punto de la columna de la izquierda (edad del individuo) con el de la derecha (minutos de ejercicio) se proyecta sobre la columna central que señala el porcentaje de reducción de la función aeróbica, en este caso de un 50%. Adaptada de Bruce et al. Maximal oxygen intake and normographic assess ment of functional aerobic impartment in cardiovascular disease. Am Heart J. 1973;85:54662. Varón o Mujer o 15 1 15 20 2 20 -., ?o 2 ~ ?o 3 ~ Bo 3 25 --._ 25 fJ So ~ 4 :e; 4 30 '-- 30 'C "º fJ 5 ój Jo 5 ;g "' 35 6 35 ,§ Zo 6 40 j 'ltJ' <Jo y lo 7 -- Jo 7 40 .g o Zo :#--3o _ 8 -10 a1º 8 45 /{j Zo :!O 45 ~ '<o '6 lo 9 -10 g 50 50 t!t o 10 " -zo 10 55 'lO 55 ::..º _;g -zo 11 e§ 11 60 (g (g 12 60 '<;'" 12 :; -ti . .., § 65 'e 14 65 ~ 14 '<;' 70 ¡¡¡ 14 70 14 'e, 75 ~ 15 75 15 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. Respuesta cardiovascular al ejercicio Capítulo 1 15 algunos casos con el umbral anaeróbico (v. más adelante), la ventilación se relaciona con la producción de CO2 que se incrementa más que el consumo de oxígeno. La presión de CO2 del gas espirado (PaCO2) aumenta hasta el 75% del máximo consumo de oxígeno; por encima de este umbral, la PaCO2 desciende. La relación lineal entre ventilación y producción de CO2 varía entre las personas debido, en parte, a las diferencias en la res puesta ventilatoria al estímulo del CO2 22. Los volúmenes ventilatorios altos, por encima de 120 l/min, en las personas sanas y deportistas, y el aumento del consumo de oxígeno, se deben en parte al incremento del gasto energético por el trabajo de los músculos res piratorios, que se intensifica a niveles de ventilación extremos. La ventilación pulmonar llega a ser 2025 veces más alta que en reposo durante el máximo esfuerzo. Con un trabajo de mediana intensidad, la ventilación se produce por el incremento del volumen corriente, mientras que durante el ejercicio de fuerte intensidad es la frecuencia respiratoria la que adquiere una función de mayor relieve. Difusión del alvéolo al capilar Este proceso depende de la diferencia en la presión parcial de oxígeno (PO2) entre los pulmones y el capilar pulmonar. Durante el ejercicio, la presión de O2 en el alvéolo es más alta debido al incremento de la ventilación. A la vez, la presión de O2 en la sangre venosa está disminuida por la mayor captación de oxígeno por el músculo esquelético en plena actividad. El resultado de estos dos fenómenos es una mayor diferencia en el gradiente de presión parcial entre el oxígeno alveolar y el oxígeno del capilar, y en consecuencia un incremento de la perfusión de oxígeno. GASTO CARDÍACO El aporte de oxígeno a los tejidos guarda relación con el volumen sistólico y la frecuencia cardíaca (gasto cardíaco = volumen sistólico × frecuencia cardíaca). Los niveles progresivos de esfuerzo producen un incremento lineal de la frecuencia cardíaca hasta un punto en que cargas superiores de trabajo no consiguen mantener el ritmo ascendente y la curva tiende a la estabilización. Esta es la frecuencia cardíaca máxima real de un individuo, que puede predecirse utilizando la fórmula: 220 − edad. Con el entrenamiento disminuye unos 1015 latidos por minuto debido al incremento del tono vagal y/o la depresión del tono simpático23; no obstante, en estudios realizados con denervación farmacológica se ha dado mayor relieve a la modificación de la frecuencia cardíaca intrínseca en el comportamiento de la frecuencia cardíaca24,25. Paralelamente, el volumen sistólico aumenta de 70 ml/latido a 120130 ml/latido en los individuos sedentarios sanos. Los deportistas pueden alcanzar en reposo los valores de esfuerzo que presentan los sujetos sedentarios, y con el ejercicio aumentar hasta 200 ml/lat. Los factores implicados en el aumento del volumen sistólico son la contractilidad por estímulo simpático, el retorno venoso que aumenta la precarga y los cambios hemodiná micos en el ventrículo izquierdo, que aumenta al final de la diástole y disminuye al final de la sístole. En reposo y en decúbito es un 20% más alto que en bipedestación, debido a un mayor retorno venoso. Como se ha mencionado, el volumen sistólico aumenta hasta un 4050% del VO2máx � , momento en que se estabiliza. A partir de este valor, el incremento del gasto cardíaco ocurre a expensas de la frecuencia cardíaca. V˙O2máx □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...16 Redistribución del gasto cardíaco El músculo esquelético recibe en reposo el 2025% del total del gasto cardíaco, pero en el máximo esfuerzo se produce un cambio en el volumen sanguíneo que afluye a cada uno de los órganos y sistemas. El músculo esquelético recibe el 85% del gasto cardíaco de acuerdo con la relevante función que desempeña durante el ejercicio. Esto es posible por la reducción del flujo a órganos cuya función no es prioritaria, como el sistema nervioso central, la piel o el riñón. La regulación del flujo se produce por interacción de las funciones del sistema nervioso autónomo y del metabolismo local. Extracción de oxígeno (diferencia arterio-venosa) La captación de oxígeno por el músculo esquelético se demuestra por la diferencia en la concentración de oxígeno, que aumenta progresivamente en función de la intensidad del ejercicio. Entre los factores más importantes de los que depende esta captación se encuentran el índice metabólico, la distribución regional del flujo sanguíneo periférico y la densidad de los capilares en el músculo. En las personas sanas, la diferencia arterio venosa de oxígeno es de 45 ml por 100 ml, aproximadamente el 23% de la extracción.Durante el ejercicio, la extracción aumenta y la diferencia puede llegar hasta 1618 ml de O2/100 ml, excediendo el 85% de la extracción. En los deportistas, la saturación puede descender un 1020% debido a la adaptación del músculo al entrenamiento. En los pacientes con cardiopatía, la extracción se incrementa y es uno de los mecanismos que contribuyen a mantener la capacidad funcional dentro de unos límites. Se ha demostrado una mejoría en la tolerancia al ejercicio en pacientes con insuficiencia cardíaca sometidos a un programa de entrenamiento físico; no hay evidencia de cambios en la función cardiopulmonar y, sin embargo, la adaptación al esfuerzo es mejor2630. Chati et al.31 investigaron la contribución de la pérdida de la capacidad física en las anormalidades del músculo esquelético de pacientes con insuficiencia cardíaca. Demostraron que entre este tipo de pacientes y los individuos sedentarios no había diferencias significativas durante el ejercicio en los niveles musculares de fosfocreatina, pH intracelular y difosfato de adenosina. Por el contrario, sí las había entre estos dos grupos y personas físicamente activas, que presentaban concentraciones más bajas de fosfocreatina, adenosina y menos acidosis, lo que pone de manifiesto una mejor adaptación periférica al ejercicio. Tales datos indican que los cambios metabólicos en el músculo esquelético de los pacientes con insuficiencia cardíaca contribuyen a disminuir la capacidad de ejercicio a consecuencia de la inactividad física. Otros estudios hacen referencia a la función que desempeña el factor periférico en la limitación al esfuerzo por alteraciones en los procesos de transporte y utilización de energía32,33. El deterioro progresivo en la capacidad de ejercicio, sin justificación al no existir un empeoramiento de la función cardíaca, puede atenuarse o incluso tolerar mejor el esfuerzo con programas de entrenamiento de baja intensidad. OTROS PARÁMETROS EVALUADOS EN PRUEBAS CON ANALIZADORES DE GASES Ventilación minuto Se trata del volumen de aire movilizado, expresado en l/min (BTPS). Puede llegar a ser 2025 veces superior a los valores de reposo en el máximo esfuerzo. Con esfuerzos © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. Respuesta cardiovascular al ejercicio Capítulo 1 17 moderados, la ventilación aumenta mediante el volumen corriente, y en los esfuerzos importantes lo hace a expensas de la frecuencia ventilatoria. La ventilación aumenta de manera lineal durante un esfuerzo graduado hasta que se llega al 6070% del VO2máx � , cuando se inicia la acumulación de lactato y se produce una inflexión en la curva. Este punto se denomina «umbral ventilatorio», y niveles de esfuerzo por encima de él se asocian a una progresiva acumulación de lactato que lleva a la fatiga muscular. El entrenamiento de predominio aeróbico modifica el umbral ventilatorio, retrasa la acumulación de lactato y, en consecuencia, se toleran niveles de esfuerzo superiores. Producción de dióxido de carbono (VCO2 � ) La producción de CO2 se genera como resultado de los procesos metabólicos musculares durante el ejercicio. Se expresa en l/min (STPD). La reacción bioquímica que se desarrolla es la siguiente: Láctico H NaHCO LaNa CO H CO H H O CO 3 3 2 3 2 2 2 + + >>> + >>> + + La acumulación de lactato se sigue de un incremento de la ventilación pulmonar por estímulo de los quimiorreceptores que facilitan la eliminación de CO2 y se evita la acidosis respiratoria. Por lo tanto, los valores de CO2 y de ventilación pulmonar son una medida indirecta del incremento de la producción de lactato durante el ejercicio físico. Cociente respiratorio El cociente respiratorio representa la cantidad de CO2 producido dividido por el consumo de oxígeno. En reposo, alrededor del 7075% del gasto energético basal se convierte en CO2, por lo que el cociente es de 0,700,85. Esta cifra oscila, además, en función de si el sustrato energético son hidratos de carbono o grasas. Al progresar el ejercicio, la producción de CO2 aumenta hasta el punto en que el cociente sobrepasa la unidad. Valores de 11,2 indican que se está llegando al esfuerzo máximo. En los deportistas, el cociente respiratorio alcanza valores más altos debido a la mayor tolerancia al metabolis mo anaeróbico y al retraso en la producción de CO2. Un cociente de 1,10 coincide aproximadamente con un esfuerzo máximo. Pulso de oxígeno El pulso de oxígeno es un índice de la eficiencia del transporte de O2 del corazón a los tejidos. Se obtiene del cociente entre el VO2 � y la frecuencia cardíaca: Pulso de O VO / FC VS dif. A - V de O (VS volumen sistólico) / FC2 2 2 �= = × = Ante un volumen sistólico reducido, el pulso se mantiene a expensas de una mayor extracción de oxígeno. Los valores más altos se observan en los deportistas y en los individuos con una capacidad física de buen nivel con independencia del entrenamiento. Los valores más bajos se ponen de manifiesto cuando el volumen sistólico está reducido por una función ventricular deprimida34. Asimismo, pueden obtenerse valores más bajos, aunque la función ventricular sea normal, si la saturación de oxígeno en la sangre arterial está disminuida, como ocurre en la anemia importante o en la hipoxemia. V˙O2máx V˙CO2 Láctico+H++NaHCO3>>>La Na+CO3H2CO3H2>>>H2O+CO2 V˙O2 Pulso de O2=V˙O2/FC=VS×dif. AV de O2 (VS= volumen sistólico)/FC □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...18 Umbral anaeróbico: ventilatorio y/o metabólico Este umbral se define como el nivel más alto de consumo de oxígeno a partir del cual la ventilación aumenta exponencialmente en relación con la del VO2 � (umbral ventilatorio). Se acentúa la acumulación de lactato en el músculo por un aporte insuficiente de oxígeno para cubrir las necesidades energéticas. Este desequilibrio aumenta por la glucólisis anaeró bica para la producción de energía y, en consecuencia, se genera una mayor producción de lactato (umbral metabólico). El umbral anaeróbico en los individuos sedentarios se sitúa en el 4565% del VO2máx � , y en los entrenados se desplaza hacia la derecha, de modo que el predominio del metabolismo anaeróbico se retrasa, la vía aeróbica actúa más tiempo y, por tanto, el rendimiento es más eficaz. El concepto de umbral anaeróbico ha tenido diversas interpretaciones. Desde un punto de vista metabólico, hay que situarlo en el momento en que el lactato alcanza 4 mmol/l. Los criterios de Wasserman se fundamentan en un método ventilatorio y se definen como el punto de inflexión en el cual aumenta la ventilación no lineal en relación con el VO2 � sin cambios en la relación VE/ V� CO2 35. Más recientemente, algunos estudios han demostrado que la producción de lactato aumenta de manera continua, incluso en situación de reposo, lo que desvirtuaría el con cepto de umbral. Por esta razón podría utilizarse, en lugar del término umbral anaeróbico, el de umbral ventilatorio, que para algunos define mejor los cambios metabólicos que se producen durante el esfuerzo36,37. El interés en determinar el umbral anaeróbico durante las pruebas de esfuerzo en los pacientes con cardiopatía y en los deportistas se debe a las siguientes razones: 1. Es útil para conocer aspectos de la condición física y de la adaptación al entrenamien to, lo que permite diseñar los programas con criterios más sólidos y objetivos. 2. Se relaciona con la acumulación de lactato en el plasma. 3. La fatiga muscular se asocia a la acumulación de lactato. 4. La acidosis metabólica puede facilitar la inestabilidad eléctrica cardíaca y la subsi guiente aparición de arritmias en pacientes predispuestos afectados de cardiopatía coronaria3840. En resumen, el umbral anaeróbico es una buena referencia en la adaptación al esfuerzo y, pese a la controversia que ha suscitado, su determinación es útil para la prescripción de ejercicio. Tal vez el mayor inconvenientecuando se utilizan los criterios de Wasserman es su determinación. En casos dudosos, lo más correcto es considerarlo como indeterminado. Pendiente VE/V̇CO2 La relación entre la ventilación pulmonar y el volumen de CO2 calculados en litros por minuto es un índice de la eficiencia ventilatoria, al agrupar la ventilacióny la perfusión. Sin considerar la técnica utilizada en su determinación, un valor por debajo de 30 se considera normal41. Unos valores por encima de 60 indican afectación grave en pacientes con insuficiencia cardíaca, miocardiopatía hipertrófica, hipertensión arterial secundaria, enfermedad obstructiva crónica o enfermedad intersticial pulmonar. En los pacientes con cardiopatía congénita, asimismo, adquieren valor pronóstico los valores superiores a 39 junto a Pet CO242. V˙O2 V˙O2máx V˙O2 V˙ © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. Respuesta cardiovascular al ejercicio Capítulo 1 19 El pico de V . O2 por debajo de 14 ml/kg por minuto se ha considerado crítico en pacientes con disfunción ventricular grave candidatos a trasplante cardíaco. No obstante, este valor está subestimado en los pacientes con sobrepeso. En estos casos, la pendiente VE/ V�CO2 > 45 mm contribuiría a establecer más objetivamente la capacidad funcional, con independencia del factor sobrepeso43. Por su implicación en el diagnóstico y la repercusión funcional de distintas patologías, este parámetro incrementa el valor del análisis de gases durante la prueba de esfuerzo aplicando el protocolo más adecuado. Reducción funcional aeróbica (RFA) La desviación del VO2máx � por debajo de los valores normales es lo que se denomina reducción de la función aeróbica. La función cardiovascular guarda una buena correlación con el VO2máx � y depende, como ya se ha mencionado, del gasto cardíaco y de la diferencia arteriovenosa de oxígeno. Mediante un nomograma, obtenido de valores de individuos sanos del mismo sexo, edad y nivel de actividad física, y utilizando la siguiente fórmula, puede calcularse la disminución de la capacidad o función aeróbica: RFA VO pronosticado VO obtenido VO pronosticado 1002máx 2máx 2máx � � �= − × Este método permite obtener información del deterioro de la función cardíaca. La reducción es ligera en un 1525%, moderada en un 2640% y grave en un 4151%. En personas con sobrepeso, de vida sedentaria, con períodos de convalecencia prolongados o falta de motivación al realizar la prueba, se observa una reducción de la función aeróbica sin que ello tenga relación con cambios en la función cardiovascular44. Es importante insistir en este punto para no incurrir en falsas interpretaciones cuando el objetivo de la prueba de esfuerzo es la valoración de la capacidad funcional. El ejemplo más demostrativo de lo que ocurre con el reposo se ha verificado en individuos sanos que, después de permanecer en cama durante 3 semanas, muestran una disminución del VO2máx � de un 25%. En ocasiones no existe correlación entre la duración del ejercicio o la capacidad física valorada en MET y la fracción de eyección (FE) en reposo deprimida. En estos casos, lo normal sería comprobar la existencia de una capacidad aeróbica significativamente dis minuida; no obstante, con cierta frecuencia no ocurre así. Se ha demostrado que pacien tes con FE en reposo <40% muestran una capacidad funcional superior a la pronosticada, con valores de VO2máx � a nivel de la media de sujetos sedentarios sanos. Esto ocurre cuando la función sinusal es normal y permite mantener el gasto cardíaco pese al descenso o la ausencia de incremento del volumen sistólico45,46. Consumo miocárdico de oxígeno Los factores determinantes del consumo de oxígeno más relevantes son la presión arterial y la frecuencia cardíaca. Cuanto mayor es el incremento de ambas, tanto mayores son las necesidades energéticas del miocardio que han de compensarse por el mayor flujo coronario47,48. Si estas demandas energéticas son importantes y el flujo coronario no es el adecuado, debido a las limitaciones impuestas por la cardiopatía coronaria, se produce isquemia en el territorio afectado. La traducción clínica del fenómeno es la angina, y en el ECG se registran cambios específicos. V˙ V˙O2máx V˙O2máx RFA=V˙O2máx pronosticado−V˙O2máx obte nidoV˙O2máx pronosticado×100 V˙O2máx V˙O2máx □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...20 La cuantificación del trabajo cardíaco permite conocer de manera indirecta el consumo de oxígeno del miocardio, lo cual es importante en la realización de una prueba de es fuerzo. Se utiliza el producto de la frecuencia cardíaca por la presión arterial sistólica. Cuanto mayor es su incremento, tanto más importantes son las demandas energéticas del miocardio. En las pruebas de esfuerzo de tipo diagnóstico tiene interés valorarlo y hacer la comparación con el valor en reposo. Una relación esfuerzo/reposo por encima de 2,5 indica que el trabajo cardíaco realizado es suficiente. Sarnoff et al.49 encontraron una correlación positiva entre la frecuencia cardíaca, la presión arterial, el volumen diastólico y el consumo de oxígeno miocárdico; sin embargo, la mejor correlación se produce entre el índice de frecuencia cardíaca, la presión arterial y el tiempo de contracción sistólica. También se denomina índice tensióntiempo. La tensión intraparietal desarrollada por el ventrículo es otro factor vinculado al consumo de oxígeno miocárdico, y guarda relación con la presión arterial, el grosor de la propia pared y el radio del ventrículo50. Por último, hay que hacer referencia a la con tractilidad, que es un elemento con incidencia sobre el trabajo cardíaco y, en consecuencia, sobre el incremento de las demandas energéticas. INCOMPETENCIA CRONOTRÓPICA La frecuencia cardíaca alcanzada en la prueba de esfuerzo es el signo que demuestra la intensidad del trabajo efectuado. El valor alcanzado en el límite fisiológico de la adaptación al esfuerzo es la frecuencia máxima, que puede llegar hasta 220 latidos por minuto en personas jóvenes y que desciende con la edad51. El entrenamiento modifica el valor de la frecuencia cardíaca basal y es más lenta para un esfuerzo submáximo en comparación con los individuos sedentarios. El insuficiente incremento para un nivel de esfuerzo determinado, en ausencia de fármacos con acción cronotrópica negativa o de limitación periférica (claudicación intermitente, fatiga muscular, falta de motivación, etc.), se define como incompetencia cronotrópica (fig. 14). Este signo tiene interés clínico debido a que habitualmente se asocia a disfunción sinu sal o a cardiopatía isquémica grave52. En los pacientes con infarto agudo de miocardio de localización posteroinferior es frecuente una insuficiente taquicardización en las pruebas de esfuerzo efectuadas en las primeras 3 semanas. Este fenómeno guarda relación en parte con la afectación de receptores adrenérgicos53. RESPUESTA DEL ELECTROCARDIOGRAMA NORMAL Los cambios que se producen con el ejercicio se deben a la activación simpática y a la inhibición del tono vagal. 1. Onda P: aumenta su voltaje y la onda de repolarización es más acusada. Estas modi ficaciones influyen sobre el segmento PQ, que se hace descendente. 2. Intervalo PR: se acorta debido a la disminución del período refractario de la unión AV por efecto de la actividad adrenérgica. 3. Duración del QRS: se reduce al aumentar la velocidad de conducción por las fibras de Purkinje y a través de la masa ventricular. © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. Respuesta cardiovascular al ejercicio Capítulo 1 21 4. Segmento ST y punto J: se considera normal cuando es ascendente y de forma convexa con una duración de 0,040,06 s del punto J. Estos cambios desaparecen inmediatamente al cesar el ejercicio y el punto J regresa a la línea de base. 5. Onda T: cambia de morfologíay aumenta de voltaje, especialmente tras el esfuerzo. En el cuadro 11 se enumeran los cambios que se consideran fisiológicos en el ECG durante el ejercicio. Figura 1-4 Valoración de la incompetencia cronotrópica. La insuficiente taquicardización durante el ejercicio tiene interés pronóstico. Su estimación en la prueba de esfuerzo permite conocer si existe alteración en la adaptación de la frecuencia cardíaca al esfuerzo. El nomograma de Hamond et al.61es muy sencillo de aplicar. Basta proyectar sobre la línea del límite de la incompetencia cronotrópica la del paciente en la columna de la frecuencia cardíaca. En un paciente de 60 años de edad, la frecuencia cardíaca mínima en el máximo esfuerzo no debería ser inferior a 130 lpm. a y b:las líneas de puntos y discontinua corresponden al mismo valor obte nido en estudios de otros autores. CUADRO 1-1 MODIFICACIONES FISIOLÓGICAS DEL ELECTROCARDIOGRAMA DURANTE EL EJERCICIO ● Taquicardia sinusal ● Aumento de voltaje de la onda P ● Acortamiento del intervalo PR ● Descenso del segmento PQ ● Cambios en el voltaje del QRS ● Descenso del punto J ● Desnivel negativo del segmento RST ● Ascendente rápido ● Acortamiento del intervalo QT ● Cambios en el voltaje de las ondas T y U 195 s 175 p.. o "' u 150 -~ "O ¡:¡¡ u "' ·¡; 125 e Q) p u Q) ¡i:; 100 30 35 40 45 50 55 60 a b Límite de la incompetencia cron otrópica 65 Edad □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...22 ADAPTACIÓN CARDIOVASCULAR AL ESFUERZO PROLONGADO El programa de entrenamiento de corredores de larga distancia, ciclistas o nadadores consta de sesiones en las que predomina el volumen sobre la intensidad durante períodos prolongados. Las características del trabajo de predominio dinámico o aeróbico están más indicadas para personas sin antecedentes de haber practicado deporte con regularidad, deportistas de otras especialidades, veteranos o personas con algún tipo de cardiopatía sin repercusión clínica y funcional importante. El trabajo de una carrera de larga distancia (maratón, ultramaratón) no puede consi derarse en rigor extenuante, excepto en los últimos minutos de la prueba. Requieren un esfuerzo sostenido, manteniendo el equilibrio entre el consumo y el aporte de oxígeno a los tejidos, durante las horas que dura el ejercicio. La intensidad del esfuerzo es del 7090% del VO2máx � y en relación con el umbral anaeróbico. La disminución gradual de la capacidad física en los últimos kilómetros de una carrera de maratón y, en general, del esfuerzo prolongado, se debe a diversos factores, entre los cuales cabe señalar los de tipo energéticometabólico o psicológico. Se produce un im portante incremento de enzimas musculares debido a modificaciones en la permeabilidad y/o destrucción de miofibrillas. En las carreras de maratón o ultramaratón aumenta la actividad catalítica de la creatincinasa 2 (CK2, CKMB) en el músculo esquelético, cuyo efecto es parecido a lo que ocurre en el miocardio. Por esta razón, los microtraumatismos en la miofibrilla inducirían aumentos de la actividad catalítica de la CK2 en el plasma o de su proporción sobre la actividad catalítica de la CK indiferenciables de los observados en la fase aguda del infarto de miocardio54. En reposo, o tras un esfuerzo prolongado, los atletas presentan concentraciones plasmáticas de CK2 elevadas, similares a las más altas observadas en los sujetos con un infarto agudo de miocardio; sin embargo, cuando la concentración de CK2 se valora como razón sobre la actividad catalítica total de CK (en mg/l) se observa que el 94% de los atletas presentan valores de esa isoforma no diferencia bles de los sedentarios, mientras que el 100% de los enfermos con infarto presentan valores altos de esta. De este modo pueden distinguirse correctamente ambos tipos de sujetos. Cuando en 10 corredores de maratón de edades comprendidas entre 32 y 47 años (media de 39,6 años) se estudió la función ventricular izquierda durante el esfuerzo prolongado, se com probó, mediante ventriculografía isotópica realizada en los primeros 10 minutos tras finalizar la carrera, que el tiempo de sístole era significativamente más largo después de la carrera55. No había diferencia entre la fracción de eyección en reposo y tras el esfuerzo. Niemela56 comprobó que la función ventricular izquierda en corredores de ultramaratón (que corrieron entre 114 y 227 km) estaba deprimida al final del ejercicio. La fatiga cardíaca es probablemente la causa del fenómeno. Con el fin de profundizar en el significado de la prolongación del tiempo de sístole se ha realizado un estudio en 10 corredores de ultramaratón de edades comprendidas entre los 26 y los 48 años. Corrieron durante 6 horas por un circuito de 1.454 m. Los resultados del estudio demostraron que la FE era más alta tras el esfuerzo debido a la disminución en el volumen telesistólico. La FE del ventrículo derecho era más baja tras el esfuerzo debido al aumento de los volúmenes telesistólico y telediastólico. Asimismo, coincidiendo con el estudio previo, se observó que el tiempo en alcanzar la máxima sístole era más largo tras el esfuerzo que en reposo. Por último, la captación de antimiosina (marcador específico de la miosina del miocardio en presencia de rotura y/o modificaciones en la permeabilidad de la membrana) era normal en siete de los corredores y había una mínima captación en tres. Las conclusiones V˙O2máx © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. Respuesta cardiovascular al ejercicio Capítulo 1 23 del estudio indican que las alteraciones en la función biventricular se deben a una adaptación funcional y no a una alteración estructural en el miocardio57. En resumen, durante el esfuerzo prolongado se producen cambios que afectan ex clusivamente a la función y constituyen mecanismos de adaptación a una situación es pecial. No se ha demostrado la presencia de daño en el propio miocardio producido por un ejercicio de larga duración. Receptores adrenérgicos en el miocardio y esfuerzo prolongado La metaiodobencilguanidina (MIBG) se ha utilizado en la valoración de la actividad simpática en el miocardio. Desde el punto de vista clínico, lo más destacable es la relación entre activi dad simpática, desarrollo de arritmias cardíacas potencialmente malignas y muerte súbita58,59. Para valorar la influencia del ejercicio de larga duración (maratón, ultramaratón) sobre la inervación simpática cardíaca, se estudió un grupo de nueve corredores de larga distancia que al menos habían participado en una ocasión en una carrera de 100 km. La media de edad del grupo era de 34 ± 11 años. Los atletas corrieron durante 4 horas por un circuito hospitalario de 1.100 m (v. lámina 4 en color). Los kilómetros recorridos fueron 4455 (45 ± 8). Antes de iniciar la carrera se les inyectó 123IMIBG, y a las 2 semanas se realizó el estudio en reposo con la misma dosis del radiofármaco. Se tomaron imágenes planares y se realizó una tomografía computarizada por emisión de fotones simples (SPECT) de tórax al final de la carrera y en reposo. Para cuantificar la captación de MIBG se calculó el índice de captación del corazón y el mediastino. Asimismo, se determinó la concentración de noradrenalina después de la carrera y en situación basal. El índice corazónmediastino en reposo era de 1,84 ± 0,16 y después de la carrera de 1,70 ± 0,18 (p < 0,005). La frecuencia cardíaca aumentó de 70 ± 8 latidos a 81 ± 13 (p < 0,03). La frecuencia cardíaca teóricamente de esfuerzo es la que se obtuvo unos 5 minutos después de terminar la carrera, lo que justifica que sea más baja de lo esperado. El nivel de noradrenalina en reposo fue de 142 ± 68 pg/ml y después de la carrera 156 ± 48 pg/ml, lo cual no se considera significativo. Los resultados de este estudio señalan que la captación de 123IMIBG puede estar influi da por el ejercicio prolongado. Este aumentaríael aclaramiento y disminuiría la captación de MIBG según la activación simpática cardíaca. Son necesarias nuevas investigaciones con la utilización del radiofármaco, que es captado por el simpático de manera similar a como lo hace con la noradrenalina, para valorar si este hallazgo guarda relación con lo que se ha llamado fatiga cardíaca y en la prolongación del tiempo de sístole, conceptos a los que ya se ha hecho referencia. Asimismo, cabe especular sobre la reducción de la actividad simpática en el miocardio y la relación con la inestabilidad eléctrica cardíaca causante de arritmias cardíacas potencialmente malignas. En este caso, el fenómeno que se produce, a tenor de lo que se ha investigado previamente, tendría un efecto protector60. RESUMEN La respuesta cardiovascular al ejercicio varía en función del trabajo realizado, dinámico o aeróbico y estático o isométrico. El comportamiento de la frecuencia cardíaca, de la presión arterial y del consumo de oxígeno se modifica, además, si el trabajo se realiza en treadmill o bicicleta ergométrica, así como según las características del protocolo aplicado. □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...24 Se recomienda la utilización de analizadores de gases con el fin de valorar con criterios más objetivos la función cardiovascular. Uno de los argumentos más consistentes para utilizar este sistema es la buena correlación existente entre el VO2máx � y la función cardíaca. Al tratarse de sistemas de mayor coste y complejidad, puede que no estén disponibles en todos los laboratorios de pruebas de esfuerzo clínicas de los hospitales. En estos casos, la aplicación de métodos indirectos para la determinación del VO2máx � según tablas de referencia tiene una fiabilidad aceptable. En la respuesta al esfuerzo prolongado se producen cambios que corresponden, en general, a mecanismos de adaptación diferentes, y que probablemente constituyen una variante de la normalidad. Los resultados de diferentes pruebas no invasivas y determi naciones analíticas demuestran que no hay signos de afectación orgánica aparente ni adaptación patológica en el corazón del deportista en el que no se han detectado signos de cardiopatía orgánica. BIBLIOGRAFÍA 1. Fagard R, Aubert A, Staessen J, VandenEynde E, Vanhjees L, Amery A. Cardiac structure and function in cyclists and runners. Comparative echocardiographic study. Br Heart J 1984;52:1249. 2. Currie PJ, Kelly MJ, Pitt A. Comparison of supine and erect bicycle exercise electrocardio graphy in coronary heart disease: accentuation of exerciseinduced ischemic ST depression by supine posture. Am J Cardiol 1983;52:116773. 3. Hellerstern HK, Franklin BA. Exercise testing and prescription in rehabilitation of the coronary patient. 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La presencia cada vez más relevante del niño y del adolescente en el ámbito del deporte federado está incrementando la realización de ECG en esta población y hace necesario el conocimiento de sus características diferenciales con respecto a los adultos. Rasgos frecuentes del electrocardiograma del niño y del adolescente Los rasgos frecuentes que se observan en el ECG del niño y del adolescente son los siguientes1: 1. Frecuencia cardíaca (FC) más alta: la FC de reposo suele ser más alta con respecto al adulto. Es conocido que esta disminuye progresivamente desde la etapa neonatal hasta la adolescencia. 2. Arritmia sinusal respiratoria: los acortamientos o incrementos de la distancia R-R con la inspiración y la espiración forman parte de la adaptación fisiológica en estas edades. 3. Intervalo PR corto: se considera corto el intervalo PR que mide menos de 0,12 s. En los niños puede considerarse como límite inferior de la normalidad una medida de 0,10 s. 4. Eje del QRS normal hasta 120°: aunque el promedio del eje del QRS se encuentra a +60°, el intervalo de la normalidad en estas edades es de +20° a +120°. La delgadez acentúa la verticalidad del eje del QRS. 5. Relación ondas R/S en V1-V2 ≥1: aunque la progresión con la edad de la amplitud de la onda R en precordiales derechas (V1-V2) es a disminuir y la de la onda S es a aumentar, hasta la adolescencia pueden observarse relaciones R/S ≥1 sin que ello represente necesariamente patología. 6. Onda T negativa/bimodal V1-V4: la presencia de ondas T invertidas en las precordiales derechas es un hallazgo relativamente habitual en estas edades. Algunas de estas características se detallan en la tabla 2-1, y en la figura 2-1 se muestra un ECG típico. 2 Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...30 El electrocardiograma de reposo del niño y del adolescente deportistas La carga de entrenamiento en volumen e intensidad es muy diferente en las distintas especialidades deportivas que practican los niños y adolescentes, con tiempos de entre- namiento o práctica competitiva semanal que oscilan entre las 4 y las 20 horas. Estas grandes diferencias se plasman en las características que se observan en los ECG de los deportistas. Es por ello que, en el niño y el adolescente que realizan ejercicio físico de gran Figura 2-1 Niño de 6 años de edad. ECG de reposo en el cual se observa arritmia respiratoria, relación de las ondas R/S = 1 en V1 y onda T invertida en V2. En algunas derivaciones precordiales también pueden verse voltajes del complejo QRS elevados. Tabla 2-1 Valores normales del ECG en el niño mayor FRECUENCIA CARDÍACA (lpm) EDAD (AÑOS) VALORES NORMALES (MEDIA) 5-7 65-133 (100) 8-11 62-130 (91) 12-15 60-119 (85) INTERVALO PR (S), LÍMITE INFERIOR DE LA NORMALIDAD EDAD (AÑOS) VALORES NORMALES 3-16 0,10 >16 0,12 INTERVALO PR (S), LÍMITE SUPERIOR DE LA NORMALIDAD EDAD (AÑOS) VALORES NORMALES 5-7 0,16 8-11 0,17 12-15 0,18 VOLTAJES DE LAS ONDAS R Y S SEGÚN LA DERIVACIÓN Y LA EDAD, MEDIA (PERCENTIL 98) AMPLITUD EN V1 AMPLITUD EN V6 EDAD (AÑOS) R S R S 5-7 6,7 (13,9) 12,0 (23,8) 16,3 (26,5) 1,2 (4,0) 8-11 5,4 (12,1) 11,9 (25,4) 16,3 (25,4) 1,0 (3,9) 12-15 4,1 (9,9) 10,8 (21,2) 14,3 (23,0) 0,8 (3,7) Particularidadesdel electrocardiograma y de las pruebas de esfuerzo en niños Capítulo 2 31 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. volumen semanal, los signos que se encuentran en los ECG de los deportistas adultos son también de frecuente aparición2, como son: 1. Bradicardia sinusal: FC <60 lpm; en niños deportistas es corriente encontrar fre- cuencias de 45-60 lpm. 2. Con menor frecuencia se encuentran otras alteraciones del ritmo y de la conducción: marcapasos errantes, ritmos de la unión, bloqueos auriculoventriculares de primer o segundo grado (Mobitz I) y bloqueos incompletos de rama derecha. 3. También se observan repolarización precoz, ondas T prominentes típicas de la vagotonía y otras modificaciones del segmento ST y de la onda T que se presentan con más frecuencia en las precordiales derechas. En la figura 2-2 puede verse un ECG con algunos de estos signos, que se consideran benignos y en general no requieren la realización de exploraciones complementarias. Puede encontrarse información más detallada acerca de ellos en el capítulo 4. LA PRUEBA DE ESFUERZO EN LA EDAD PEDIÁTRICA Aunque no es de uso habitual en pediatría, en medicina del deporte la prueba de esfuerzo en los niños se ha convertido en práctica común, con el fin de evaluar las adaptaciones cardiocirculatorias y musculares al ejercicio y contribuir al estudio específico de signos y síntomas en relación con el ejercicio, o de alteraciones cardíacas observadas en explora- ciones previas de cribado de salud. Asimismo, en cardiología pediátrica, la prueba de esfuerzo con estudio de la función cardiopulmonar ha demostrado ser una herramienta muy útil para la valoración funcional de los pacientes con cardiopatía congénita3. En el cuadro 2-1 pueden verse más detalles. Figura 2-2 Niño de 11 años de edad, practicante de ciclismo de competición, con un entrena- miento habitual de 10 horas semanales. Derivaciones del plano frontal del ECG de reposo en el que se observa bloqueo auricular de segundo grado (Mobitz I) alternando con un ritmo auricular bajo. o Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...32 Ergómetros y protocolos En el capítulo 1 ya se han comentado las características de los ergómetros más utilizados en las pruebas de esfuerzo. Se expone a continuación cuáles son los factores, en relación con los ergómetros y los protocolos más utilizados, que deben tenerse en cuenta en este grupo de edad. Cicloergómetro El menor peso corporal en general en este grupo de edad hace muy importante adecuar la carga inicial y sus incrementos a las características físicas del sujeto. También la poca experiencia en el mantenimiento del pedaleo constante en los niños más pequeños puede constituir un esfuerzo adicional, que cree ansiedad y contribuya a incrementar el trabajo cardíaco4. Asimismo, la falta de ergómetros adaptados al tamaño de los niños más pequeños puede suponer un inconveniente. Hay que elegir siempre el protocolo adecuado. La carga inicial no debería ser superior a 0,5-1 W por kg de peso corporal. Los incrementos, en general de 25-30 W cada 1-2 minutos, se establecerán según el tipo de valoración (pruebas indirectas o con estudio de la función cardiopulmonar). En los sujetos de tamaño pequeño pueden plantearse protocolos con cargas de inicio e incrementos más progresivos (tabla 2-2). Treadmill Aunque el treadmill es más caro y puede no ser práctico en caso de tener limitaciones de espacio, es de elección para los niños más pequeños4,5. A partir de los 4 años de edad CUADRO 2-1 INDICACIONES DE LA PRUEBA DE ESFUERZO EN NIÑOS Valoración de signos y síntomas que aparecen con el ejercicio ● Relato de palpitaciones rápidas o irregularidades marcadas en el ritmo cardíaco. ● Relato de dolor precordial durante el ejercicio. ● Relato de fatiga anormal durante el ejercicio. Hallazgos en el ECG de reposo ● Bradicardia sinusal en reposo <45 lpm. ● Bloqueo auriculoventricular de primer o segundo grado (Mobitz I) que no se normaliza con hiperventilación o cambio postural. ● Bloqueo auriculoventricular de segundo grado (Mobitz II) o tercer grado. ● PR <0,12 con o sin onda delta (valorar PR límite según la edad). ● Extrasístoles supra/ventriculares frecuentes. ● Prolongación del intervalo QT corregido por la frecuencia cardíaca mayor de 0,44 s. ● Depresión del ST y/o onda T negativa ≥2 mm en dos o más derivaciones consecutivas (excepto aVR y V1, e incluso hasta V2-V4). Valoración de la capacidad funcional y la adaptación cardiocirculatoria al esfuerzo ● En niños deportistas sanos: puede realizarse de manera indirecta o con estudio de la función cardiopulmonar, según su nivel deportivo. ● En niños con cardiopatía: preferentemente con estudio de la función cardiopulmonar. De interés para valorar cambios después de la introducción o cambio de tratamiento, tras cirugía, para prescribir ejercicio o en el seguimiento si ya lo realiza. Particularidades del electrocardiograma y de las pruebas de esfuerzo en niños Capítulo 2 33 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. están capacitados para realizar una prueba en él si se dispone de una barra de sujeción adecuada a su estatura. La velocidad de la cinta y la pendiente pueden acomodarse lo necesario para adaptarlas a la amplitud de su pequeña zancada. En los niños a partir de 8 años de edad con poco nivel de entrenamiento pueden utilizarse los mismos protocolos que en los adultos. A partir de la misma edad, en los niños entrenados los protocolos pueden ser similares a los de los adultos, con una carga inicial de 5 km/h y una pendiente del 3%, lo que permite un calentamiento andando rápido, con incrementos posteriores solo de velocidad y de 1 km/min de esfuerzo. En los niños más pequeños, así como en los protocolos utilizados en cardiología pediá- trica para el estudio de la función cardiopulmonar, se han introducido las modalidades en rampa, similares a las de los adultos, con incrementos muy progresivos de velocidad y pendiente, con el fin de conseguir los 8-10 minutos de ejercicio que permiten calcular el VO2máx � , incluso en niños muy pequeños (tabla 2-3). Parámetros cardiocirculatorios La adaptación cardiocirculatoria difiere ligeramente entre los niños y los adolescentes según su nivel de entrenamiento, al igual que en los adultos. No obstante, cabe recordar las características que se observan en estas edades. V˙O2máx Tabla 2-2 Ejemplo de protocolo en cicloergómetro de freno mecánico (Monark) para sujetos de pequeño tamaño VATIOS RPM TIEMPO (MIN) 15 30 1 30 30 1 45 30 1 60 30 1 75 30 1 90 30 1 105 30 1 120 30 1 … … … RPM revoluciones por minuto. Tabla 2-3 Protocolo de rampa tipo VELOCIDAD (km/h) PENDIENTE (%) TIEMPO (min) 3 0 2 3,3 1,4 1 3,6 2,8 1 3,9 4,2 1 4,2 5,6 1 4,5 7 1 4,8 8,4 1 5,1 9,8 1 5,4 11,2 1 5,7 12 1 6 12 1 … … … □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...34 Frecuencia cardíaca El incremento es lineal en relación con la carga, con tendencia a la estabilización en las más altas, aunque en general se observan valores más elevados que en los adultos, por el menor tamaño cardíaco y el menor volumen sistólico. No es infrecuente alcanzar valores superiores a 200 lpm y hasta 220 lpm. En las niñas se observan incrementos superiores para un mismo nivel de esfuerzo y superficie corporal. El ergómetro y el protocolo utilizado tienen también influencia en la FC máxima, como ya se ha comentado. Aunque la falta de pericia en el desarrollo de la prueba puede afectar e incrementar la FC por ansiedad, también se ha observado que en el cicloergómetro las FC máximas son sensiblemente inferiores que en el treadmill 6. No obstante, no debe obviarse la influencia de la motivación. Los más pequeños tienen más tendencia a autoprotegerse de los niveles altos de fatiga, y debe fomentarse la motivación cuando se requieren esfuerzos máximos, como en el estudiode la función cardiopulmonar. En los niños con cardiopatías no hay que olvidar los factores de la propia enfermedad. En algunas existe afectación intrínseca del sistema de conducción7 y en otras deben realizarse tratamientos que pueden modularla, sobre todo fármacos betabloqueantes. La recuperación tras el esfuerzo es en general más lenta que en los adultos por inma- durez del sistema nervioso autónomo8, aunque el efecto vagotónico del entrenamiento también afecta a los niños y adolescentes más entrenados, equiparando su recuperación a los adultos entrenados. Presión arterial La presión arterial sistólica (PAS) suele incrementarse progresivamente con la carga, pero de manera más suave que en el adulto y tanto más cuanto más joven es el niño. No es infrecuente observar un incremento de apenas 20-30 mmHg en el total del esfuerzo, y rara vez se observarán incrementos más allá de los 200 mmHg en los adolescentes de gran superficie corporal. Debe tenerse en cuenta que la elevación rápida de la PAS es muy poco frecuente a estas edades y puede ser signo de organicidad; la hipertensión o la coartación aórtica son las causas más probables. Por otro lado, su disminución en las fases finales del ejercicio podría ser signo de estenosis aórtica grave o de miocardiopatía hipertrófica obstructiva. La presión arterial diastólica no suele aumentar y puede disminuir, e incluso a veces no es posible determinarla claramente. Por eso, un incremento de >20 mmHg con respecto al valor basal puede ser indicativo de hipertensión. Electrocardiograma de esfuerzo Se recomienda utilizar las 12 derivaciones del ECG de reposo, aunque con solo tres (DI, aVF y V5) 4 pueden detectarse casi todas las respuestas anómalas en niños sin patología. La respuesta fisiológica del ECG de esfuerzo no varía con respecto a la del adulto. La isquemia es muy rara en los niños, pero debe recordarse la posible existencia de anomalías congénitas coronarias y la enfermedad de Kawasaki. El comportamiento benigno de las extrasístoles conlleva su desaparición o reducción importante en es- fuerzo, y en cambio su aparición frecuente debe comportar la petición de exploraciones complementarias. Particularidades del electrocardiograma y de las pruebas de esfuerzo en niños Capítulo 2 35 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. Parámetros ergoespirométricos Aunque el estudio de la función cardiopulmonar en laboratorio es poco frecuente en niños tanto sedentarios como deportistas, en los niños mayores que realizan alta competición y en los niños con una cardiopatía se realizan estas exploraciones con asiduidad. En la figura 2-3 se muestra un ejemplo de análisis de gases espirados. Los parámetros más interesantes por sus diferencias con respecto al adulto se explican a continuación. Consumo de oxígeno Ya se ha definido previamente este parámetro y su importancia en la valoración funcional del individuo. En la determinación en el laboratorio, progresa en paralelo con el incre- mento de la carga, y en los adultos se estabiliza en el esfuerzo máximo (comportamiento en meseta) definiendo el �VO2máx. En los niños no se observa siempre este comportamiento y se asimila el valor máximo obtenido al �VO2pico. Se ha propuesto que factores como la edad, la masa magra y el entrenamiento pueden influir en dicho comportamiento9-11. En los pacientes con cardiopatías graves se han reportado valores inferiores a la media7,12,13. Además de la propia cardiopatía, se cree que una de las causas puede ser el ejercicio físico insuficiente que realizan muchos de estos niños13. V˙O2máx V˙O2pico Figura 2-3 Gráfico de análisis de gases espirados y determinación del umbral anaeróbico en una prueba de esfuerzo con estudio de la función cardiopulmonar. �VO2, consumo de oxígeno, �VCO2, eliminación de dióxido de carbono, �VE, ventilación, EqO2, equivalente respiratorio de oxígeno, EqCO2, equivalente respiratorio de dióxido de carbono, AT, umbral anaeróbico. Véase lámina 5 en color. V˙ V˙V˙ VO, [1/m in ] 3,0 3, 2,5 2, 2,0 2, veo, [1/m in j E; ceso de CO. 1,5 i·, ., . .. ...... . .... . .. . ~ .. ...... ...... .. ...... . . 1,0 1, o.s 0,0 0,0 4,0 8,0 EQO, EQCO2 :l{J AT !iU 4 2 42 33 33 25 25 17 17 8 8 o 4 ,0 8,0 12.0 1(1.,0 20.0 AT 12 ,0 VE [1 /min] Carga [Watts] 90 250 75 208 60 167 . . ... .. .... .. . .... . 45 125 :m H:i 15 2 Ti.em o [min 0 16,0 20,0 □ O, [% ] CO, [% ] Flujo (]/seg] Vol. [I] 40 1 2 6 6 3!i 10 30 8 25 20 4 15 10 o 4 4 2 2 o o -2 -2 -4 -4 Tiem o [se J _,; 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...36 Hasta la adolescencia no hay diferencias importantes entre sexos, pero a partir de la pubertad se observan valores más altos en los niños que en las niñas. En la tabla 2-4 pueden verse los resultados de algunos estudios6,10,14-16. Umbral anaeróbico ventilatorio La metodología que se utiliza para determinarlo es la misma que en el adulto (cambios en V� E, V� E/ V� CO2 y V� E/V� O2), pero la menor acumulación de ácido láctico por falta de madurez de la vía de la glucólisis anaeróbica hace que a veces no pueda determinarse17. Es muy útil en la prescripción de ejercicio en caso de cardiopatía. Limita el inicio del uso prioritario del metabolismo anaeróbico y puede usarse como límite superior de la programación de la intensidad del trabajo en condiciones aeróbicas. Suele expresarse en función de la FC. En los niños con una cardiopatía congénita grave podría ser una herramienta muy útil para la adaptación de los currículos escolares de educación física13. Cociente respiratorio Ya se ha comentado que valores superiores a 1,10 indican que la prueba de esfuerzo es máxima. La inmadurez de la vía anaeróbica y la no consecución de valores altos de V� CO2máx hace que el cociente respiratorio (RER) sea, en ocasiones, inferior a 1,10. También la falta de motivación y la inseguridad del niño ante la prueba pueden influir negativamente. Pulsioximetría La medición no invasiva (en la oreja o en el dedo) de la saturación de oxígeno en la sangre puede ser útil para determinar la presencia o ausencia de hipoxemia durante el ejercicio, y cuantificarla. Los niños normales suelen tener valores del 90% durante el ejerci- cio máximo. La desaturación (<90%) puede reflejar alteraciones circulatorias o pulmona- res. En los niños con cardiopatías cianóticas esta determinación es de uso habitual. Criterios de finalización de la prueba El objetivo final de toda prueba de esfuerzo es la consecución del esfuerzo máximo, que indica el límite fisiológico del ejercicio en el sujeto a estudio. Como criterios de finalizar, en general, se utilizan parámetros sujetos a convención. La consecución de la FC máxima teórica (con las limitaciones conocidas que tienen los cálculos mediante fórmulas), la llegada al �VO2máx (con RER de 1,10), las alteraciones extremas de la presión arterial que ya se han comentado, los signos de alteración del ECG y los síntomas que expresa el sujeto son los más importantes (el dolor torácico, la disnea desproporcionada, el mareo y V˙V˙V˙V˙V˙ V˙ V˙O2máx Tabla 2-4 �VO2máx en ml·kg−1·min−1en diferentes estudios (determinación directa). Valores de media y desviación estándar ESTUDIO EDAD (AÑOS) N (H/M) HOMBRES MUJERES Montecinos (1981) 8-13 74/64 45,95 ± 7,84 43,51 ± 8,96 Ricart (1989) 6-17 58/48 52,9 ± 6,7 45,3 ± 4 .9 Swaminathan (1997) 7-14 48/47 44,37 ± 6,0 33,87 ± 3,97 Kropej (2005) 10-14 14/13 50,8 ± 5,9 39,6 ± 4,7 Rodrigues (2006) 10-14 177/203 45,26 ± 8,04 37,91± 5,89 N (H/M), número de sujetos (hombres/mujeres). V˙ Particularidades del electrocardiograma y de las pruebas de esfuerzo en niños Capítulo 2 37 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. la cefalea son algunos de ellos). Además, el deseo reiterado de detener la prueba expresado por el sujeto debetenerse siempre muy en cuenta. Contraindicaciones de la prueba de esfuerzo Las contraindicaciones absolutas para las pruebas de esfuerzo en los niños son muy pocas; entre ellas, la estenosis aórtica grave sintomática, la insuficiencia cardíaca descompensada, la pericarditis y la miocarditis agudas, la dilatación aórtica con riesgo de disección, las arritmias con compromiso hemodinámico, la embolia pulmonar y la enfermedad no cardíaca grave. Interpretación e informe final Debe registrarse y dar a conocer toda información desde el inicio de la recogida de datos hasta la finalización del período de recuperación, que no debe ser inferior a 3 minutos y en algunos casos prolongarse hasta 5 minutos (cuando se observen cambios en el ECG). El informe tiene que incluir lo siguiente: 1. Tipo de protocolo realizado. 2. Motivo de parar la prueba: agotamiento, dolor precordial, FC prevista, disnea, alteraciones del ECG, etc. 3. Comportamiento de la FC y de la presión arterial. 4. Presencia de alteraciones de la repolarización: modificaciones significativas del ST. 5. Presencia de arritmias. 6. Valoración de la capacidad funcional: indirecta o directa. a. �VO2máx (y/o MET) y nivel correspondiente con respecto a su grupo poblacional (edad y sexo). b. Parámetros específicos de la función cardiopulmonar: umbral anaeróbico, RER, pendiente de V� E/ V� CO2, etc. 7. Recomendaciones sobre ejercicio físico según el sujeto: a. Aptitud deportiva. b. Entrenamiento específico. c. Con objetivos rehabilitadores, haciendo constar la intensidad máxima recomen- dada utilizando la FC como parámetro guía (en general). RESUMEN El ECG normal de los niños tiene particularidades que deben conocerse para evitar confusiones diagnósticas. Encontrar en ellos signos de corazón del deportista es muy frecuente, incluso en niños preadolescentes. La prueba de esfuerzo se ha convertido en una exploración complementaria habitual en la población pediátrica, tanto en sujetos sanos como en los que tienen alguna cardiopatía. Si no hay limitaciones extremas para la marcha puede realizarse una prueba de es- fuerzo. Una segunda opción sería realizar la prueba en cicloergómetro. La elección del protocolo más adecuado al paciente y a los objetivos de la prueba aumenta la fiabilidad del resultado. V˙O2máx V˙V˙ □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...38 La valoración funcional con prueba de esfuerzo es el mejor método para el seguimiento de los niños que practican deporte, sobre todo si tienen algún grado de limitación. En ese caso, la prueba de esfuerzo con estudio de la función cardiopulmonar es la mejor alternativa y se realizará con la periodicidad necesaria. BIBLIOGRAFÍA 1. Pérez-Lescure FJ. 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Reservados todos los derechos ADAPTACIÓN CARDIOVASCULAR PRODUCIDA POR EL ENTRENAMIENTO Ricard Serra Grima INTRODUCCIÓN El trabajo de predominio dinámico es, en gran medida, el causante de las modificaciones más acusadas que se observan en el corazón después de un período de acondicionamiento no inferior a 8 semanas. La magnitud de los cambios guarda relación con la duración del entrenamiento y con el volumen y la intensidad de cada una de las sesiones. La respuesta al entrenamiento, además, viene condicionada por factores individuales y genéticos, así como por el sexo1-8. En el deportista se presentan con mayor frecuencia bradicardia sinusal, alteraciones en la conducción auriculoventricular (A-V)9-14, signos de hipertrofia ventricular izquierda y alteraciones en la repolarización ventricular. Estos signos, junto con el aparente agran- damiento de la silueta cardíaca en la radiografía, forman parte del síndrome del corazón atlético, situación clínica definida hace más de 25 años15. Recientemente, la descripción del corazón del deportista se ha ampliado por la incorporación de nuevas técnicas de exploración complementarias que han permitido aumentar los conocimientos16,17. En este capítulo se analizan los cambios en el electrocardiograma (ECG), las modifica- ciones estructurales y la adaptación del músculo esquelético, con especial referencia a los ergorreceptores implicados en la regulación de la frecuencia cardíaca y la presión arterial. ELECTROCARDIOGRAMA DE REPOSO El ECG del deportista cuyo entrenamiento es de predominio dinámico o aeróbico se caracteriza por presentar modificaciones que lo diferencian de forma significativa del ECG de la persona sedentaria. Hace más de 50 años, el ECG del corredor de maratón se interpretaba bajo sospecha de anormalidad pese a que, desde el punto de vista clínico y funcional, no presentaba ningún tipo de repercusión negativa. Este hecho se ha ido repitiendo, incluso en la actualidad, ante un deportista con bradicardia sinusal muy acusada que acude a una revisión médica por presentar síntomas sin aparente relación con la frecuencia cardíaca excepcionalmente lenta. Por otra parte, deportistas muy entrenados bajo distinta metodología (trabajo isométrico o estático) presentan un ECG con escasasdiferencias en relación con el de un individuo sedentario. Al incluir este grupo, que en ocasiones ni siquiera presenta bradicardia sinusal en reposo, en el de los deportistas que realizan entrenamiento de tipo dinámico o aeróbico, se observa que el porcentaje de deportistas con bradicardia sinusal no alcanza el 100% espera- do. En la tabla 3-1 puede verse que en un grupo de deportistas de diferentes especialidades sólo en un 22% se registró bradicardia sinusal. Este dato es sorprendente, pero se justifica, en parte, por lo que se ha expuesto y por el factor emocional en el momento del registro del ECG, que puede enmascarar la bradicardia sinusal. Asimismo, no debe olvidarse que la 3 Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...40 frecuencia cardíaca varía a lo largo de la temporada en función del tipo de entrenamiento, período de descanso o de competición. Con mucha frecuencia la bradicardia sinusal más acusada coincide con picos de entrenamiento, y la tendencia a la taquicardia relativa con los períodos de descanso (relativo o absoluto) o de sobreentrenamiento. Bradicardia sinusal Es el signo más común del ECG del deportista; no obstante, algunas estadísticas muestran porcentajes que no llegan al 50% (tabla 3-2). La etiología se encuentra en el incremento del tono vagal y, simultáneamente, en la disminución del tono simpático. Si se provoca una denervación del sistema nervioso autónomo con atropina y propranolol, se observa que la frecuencia cardíaca de los deportistas es más baja que la de las personas sedentarias, tanto en reposo como durante el ejercicio físico. Este fenómeno sugiere la existencia de un factor (frecuencia cardíaca intrínseca) que explicaría las diferencias en el grado de bradicardia, para un nivel similar de entrenamiento, de unos individuos a otros18-21. Un estudio de Williams et al.22, realizado en personas sedentarias y corredores de maratón con el fin de valorar el efecto del entrenamiento físico sobre los receptores beta-adrenérgicos y el papel de estos sobre la bradicardia sinusal, sugiere: 1. La disminución de la sensibilidad a las catecolaminas como factor que contribuye a la disminución de la frecuencia cardíaca. 2. La concordancia de los datos con la hipótesis de que el impulso neural al nodo sinusal está alterado. Tabla 3-2 Presencia de arritmias en población general sana y en deportistas ARRITMIA POBLACIÓN GENERAL (%) DEPORTISTAS (%) Bloqueo sinusal 23,7 50-85 Arritmia sinusal 2,4-20 13,5-69 Migración Marcapasos – 7,4-19 Bloqueo A-V de 1.er grado 0,65 6-33 Bloqueo A-V de 2.° grado 0,003 – Bloqueo A-V de 3.er grado 0,06 0,017 Ritmo nodal 0,1-0,15 0,15-2,5 Frecuencia auricular 0,004 0,0063 De Houston TP, James MD, Puffer C, et al. The athletic heart syndrome. N Engl J Med. 1985;373:25. Tabla 3-1 Arritmias registradas en una muestra de 5.130 electrocardiogramas en reposo de deportistas de un centro de medicina del deporte NÚMERO PORCENTAJE Bradicardia sinusal 1.121 22 Taquicardia sinusal 221 4,3 Extrasístoles supraventriculares 25 0,5 Extrasístoles ventriculares 29 0,6 Ritmo nodal 15 0,29 Bloqueo A-V de 1.er grado 78 0,52 Bloqueo A-V de 2.° grado 4 0,07 Síndrome de preexcitación 19 0,4 Residencia Blume. Secretaria General de l’Esport. Adaptación cardiovascular producida por el entrenamiento Capítulo 3 41 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. La bradicardia sinusal de 51-60 lpm se considera ligera, de 41-50 lpm es moderada, y por debajo de 40 lpm ya es grave. Siguiendo esta clasificación de Strauss et al.23, en la mayor parte de la población sedentaria con bradicardia sinusal, esta es de grado ligero y resulta muy infrecuente registrar bradicardias moderadas y graves. La bradicardia sinusal se acompaña de arritmia sinusal, sobre todo en deportistas jóvenes; sin embargo, puede observarse en deportistas veteranos, lo que no ocurre en las personas sedentarias adultas. Conducción auriculoventricular El efecto del entrenamiento produce cambios en la función del nodo A-V por incre- mento del tono vagal. El bloqueo A-V de primer grado se presenta en un 6-33% de los deportistas, mientras que en la población general es sólo del 0,65% (tabla 3-2). La variabilidad tan amplia en la presencia de bloqueo A-V de primer grado entre deportistas se explica por las características de la muestra, el nivel de entrenamiento y el momento en que se realiza el ECG. Pese a todos estos factores, resulta infrecuente detectar valores superiores al 10%. Una población de deportistas en la que se detecta bloqueo A-V con tanta frecuencia, posiblemente es un grupo seleccionado de forma intencionada para una valoración de las arritmias. El bloqueo A-V de segundo grado tipo Wenckebach es menos frecuente que el de primer grado; no obstante, los valores de referencia varían en función de las caracterís- ticas del grupo estudiado. Así, por ejemplo, en corredores de maratón puede llegar a ser de hasta un 10%, mientras que en la población de deportistas en general no llega al 1%. Meytes et al.6 han observado, en una serie de deportistas, que un 2,4% presentaba este grado de bloqueo. Vittasolo et al.24 encontraron en 35 atletas de fondo una prevalencia significativamente mayor de trastorno de la conducción A-V frente a un grupo control de sedentarios. Talan et al.25 registraron una prevalencia del 40% en atletas jóvenes. El porcentaje del 2% observado en el ECG de corredores de maratón26 se aproxima al 7% que se ha registrado en un grupo de corredores de maratón de alto nivel durante una grabación de ECG de 24 horas, fenómeno explicable por el mayor grado de vagotonía nocturna que puede incidir en la aparición del bloqueo. De hecho, resulta bastante común observar que en un atleta a quien se realiza una valoración cardíaca por bloqueo A-V de segundo grado en un ECG de control, este desaparece en la siguiente exploración. Lo mismo ocurre con la disociación A-V, en la cual la frecuencia del nodo sinusal y del nodo A-V son similares y con una leve taquicardia se inhibe el nodo A-V. El bloqueo A-V de segundo grado tipo Mobitz II es muy infrecuente. Su presencia indica cardiopatía orgánica y, en tales casos, hay que descartar su existencia con las ex- ploraciones complementarias adecuadas. Una hipervagotonía no fisiológica con acción marcada sobre la unión A-V puede ser la causa de este tipo de bloqueo A-V que desaparece tras un período no inferior a 6 meses (v. caso clínico 3, cap.13). En resumen, los deportistas entrenados con base aeróbica o dinámica importante (ciclistas, nadadores o corredores) presentan bradicardia sinusal más acusada, así como pausas de disociación A-V en el ECG de 24 horas, sobre todo durante la noche. Se trata de modificaciones, habitualmente de tipo funcional, que desaparecen con ligeras maniobras de activación del sistema simpático o al dejar el entrenamiento. □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...42 EVOLUCIÓN DE LA BRADICARDIA SINUSAL EXTREMA Hemos estudiado la evolución de la bradicardia sinusal extrema, inferior a 50 lpm, y los factores relacionados con su persistencia después del abandono de la competición en 157 ex deportistas de alto rendimiento que entrenaban una media de 19 horas a la semana. Habían dejado el entrenamiento de alto rendimiento desde hacía, como mínimo, 5 años. En el 64% de los deportistas persistía la bradicardia y en el 18% la frecuencia cardíaca era inferior a 50 lpm. El análisis multivariado mostró que los factores relacionados con la persistencia de la bradicardia eran la práctica de ejercicio físico regular y el número de años durante los cuales se había entrenado a nivel de alta competición. Ni la edad, ni el sexo ni el número de años desde que abandonaron la alta competición, ni las horas de entrenamiento a la semana, estaban relacionados con la persistencia de la bradicardia27. La sugerencia de que haber realizado deporte constituye unfactor de riesgo para la aparición de fibrilación auricular no parece confirmarse por los datos de este grupo selecto de deportistas sometidos durante años a programas de entrenamiento de alta intensidad. Probablemente, la bradicardia sinusal no fisiológica (v. Sobreentrenamiento en el cap. 6) pueda ser la causa de una mayor incidencia de arritmias, entre ellas la fibrilación auricular, por desequilibrio en el sistema nervioso vegetativo en el miocardio28-31. VOLTAJE DE QRS El voltaje de QRS como signo de ECG aislado es poco específico porque varía con la posición del corazón en la cavidad torácica, la proximidad a los electrodos y la edad del individuo. Se han utilizado los criterios de voltaje según Sokolow y Lyon (SV1 + RV5) para valorar la presencia de hipertrofia en deportistas32. Los atletas de fondo tienen, habitualmente, grandes voltajes de QRS, pero esto coincide además con su constitución física, que favorece la presentación de un ECG con mayor voltaje independientemente de que exista o no hipertrofia. En varios estudios que han comparado el ECG de atletas con el de sedentarios se ha demostrado que los deportistas presentan mayores voltajes en la onda P y la onda R1,3,23,25. En un estudio comparativo en el que se realizaron ECG y vectorcardiograma (VCG) a 25 deportistas con 3 años de antigüedad como mínimo, para el diagnóstico de hipertrofia ventricular derecha, izquierda o mixta, se demostró en el ECG que dos (8%) presentaban signos de crecimiento ventricular izquierdo y seis (24%) crecimiento ventricular derecho. Por VCG, cinco (20%) presentaban signos de crecimiento ventricular izquierdo, dos (8%) crecimiento ventricular dere- cho y 10 (40%) crecimiento biventricular. Las conclusiones del estudio ponen de manifiesto que la sensibilidad del VCG es superior a la del ECG, y deberían revisarse los criterios de crecimiento ventricular por ECG (datos no publicados). Romhilt y Estes33 propusieron unos nuevos criterios que mejoran la sensibilidad diagnóstica y se exponen en la tabla 3-3. REPOLARIZACIÓN VENTRICULAR Repolarización precoz (fig. 3-1) Se trata de la alteración más común que se registra en el ECG de los deportistas que realizan trabajo de predominio dinámico o aeróbico. La asociación con bradicardia acusada sugiere su origen vagal. Durante el ejercicio físico desaparece y tras el esfuerzo Adaptación cardiovascular producida por el entrenamiento Capítulo 3 43 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. se manifiesta con mayor intensidad, justo en el momento en que existe depresión en la actividad simpática e incremento del tono vagal. En consecuencia, se trata de un signo fisiológico asociado a las modificaciones del sistema nervioso autónomo inducidas por el entrenamiento. Tabla 3-3 Criterios de hipertrofia ventricular izquierda según Romhilt y Estes33 PARÁMETRO PUNTUACIÓN Voltaje 3 R o S en derivaciones estándar >20 mm S en V1-V3 >25 mm R en V5-V6 >25 mm Alteraciones del segmento ST Sin digital 3 Con digital 1 Desviación del eje QRS >15° 2 Duración QRS >0,09 s 1 Afectación de la aurícula izquierda Fuerzas terminales de P en V1 >1 mm Con duración >0,04 s 1 Deflexión intrinsecoide V5-V6 >0,05 s 1 Hipertrofia ventricular izquierda 5 Probable hipertrofia ventricular izquierda 4 Figura 3-1 Electrocardiograma de un atleta de fondo. Ritmo sinusal a 46 por minuto. Eje de P a 70°; eje de QRS a 90° y eje de T a 60°. Onda P acuminada en DII-DIII-VF y precordiales. Complejo rS en V1 con onda T negativa. Complejo qRs en V5 y qR en V6, DII-DIII y VF. Desde V2 a V6 el punto J está elevado y la onda T positiva con segmento Rs-T ascendente. El trazo sugiere bradicardia sinusal. Repolarización precoz. □ 1- 1 aVR v, V4 / ' 1 1 " ,,, 1 1 V - " ./ V 11 ' 1 i 1 11 · aVL V2 Vs 1 1 \ J ,, \ :,r V _,,, l 1 1 1 1 1 v 1 ' 111 aVF 3 V5 /' 1 1 / I'\ \ - / 'I 1 1 - Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...44 Elevación del segmento ST y T negativa (v. caso clínico 6, cap.14) Es una alteración poco frecuente que se registra sobre todo en las precordiales derechas; no obstante, puede abarcar toda la cara anterior y, en casos extremos, afectar todas las derivaciones. En un estudio realizado con 6.580 deportistas, ocho presentaban un ECG de estas características. A todos se les practicó ecocardiograma, prueba de esfuerzo con gam- magrafía isotópica y determinación de catecolaminas plasmáticas, con el objetivo de descar- tar una cardiopatía orgánica y descubrir su etiología. La edad del grupo era de 27-46 años, con una media de 35 años. El estudio de perfusión miocárdica y el ecocardiograma fueron normales en todos los casos. Se analizaron las catecolaminas plasmáticas en reposo y tras estimulación para valorar su influencia en este tipo de alteración del ECG, y se encontró una diferencia significativa con el grupo control en las concentraciones plas- máticas de adrenalina y dopamina en situación basal y postestimulación. Por el contrario, no se observó ninguna diferencia entre estos deportistas y un grupo de corredores de maratón con ECG normal. Tampoco se halló relación entre este tipo de alteración de la repolarización ventricular y el nivel de entrenamiento; además, no se observaban diferencias estructurales por ecocardiograma entre los deportistas con ECG normal o alterado. El estudio no permitió demostrar la causa, pero posiblemente el sistema nervioso autónomo desempeñe alguna función en el origen del trastorno de la repolarización34. En un estudio que incluyó 20 deportistas con ECG de características similares al grupo antes citado se practicaron las mismas exploraciones, así como captación de antimiosina y marcador específico de la miosina del miocardio. Los resultados indican que la captación de antimiosina es más alta en caso de ECG con alteración en la repolarización ventricular. La asociación entre hipertrofia ventricular y alteraciones en la repolarización ventricu- lar muestra una captación de antimiosina significativamente más elevada en relación con cambios producidos en la estructura de la membrana del cardiocito que afectan su permeabilidad. El seguimiento a largo plazo de marcadas alteraciones de la repolarización ventricular no muestra incidencias clínicas ni repercusión sobre el rendimiento físico35. En el capítulo 4, dedicado específicamente al ECG del deportista, se amplían aspectos para un conocimiento más amplio de sus particularidades que tienen interés clínico relevante en la valoración de la aptitud para el deporte. UTILIDAD DEL ELECTROCARDIOGRAMA DE HOLTER EN CARDIOLOGÍA DEL DEPORTE El ECG de 12 derivaciones constituye la técnica de exploración complementaria habitual para conocer la prevalencia y la variabilidad de las modificaciones en la activación eléctrica cardíaca del corazón del deportista. Como ocurre habitualmente en la clínica cardiológica, esta exploración es insuficiente para el estudio de las arritmias de presentación transitoria y de los cambios en la actividad cardíaca que se acentúan en el período de máxima activación vagal fisiológica (sueño). El sistema de registro de ECG de Holter tiene mayor rentabilidad para el estudio de las arritmias en deportistas debido a que el porcentaje más alto corresponde a las hipoactivas, que se manifiestan particularmente durante el período de sueño. La ventaja de esta técnica es la posibilidad de utilizarla durante los entrenamientos de las especialidades deportivas más comunes. La impermeabilización del sistema nos ha permitido utilizarlo en el es- tudio de bradicardias extremas por apnea prolongada en algunos de los ejercicios que se realizan en natación sincronizada. Adaptación cardiovascular producida por el entrenamiento Capítulo 3 45 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. Electrocardiograma de Holter durante el sueño en deportistas de fondo Con el fin de profundizar en el conocimientode las arritmias en deportistas cuyo en- trenamiento es trabajo de predominio dinámico o aeróbico, se estudió a 20 deportistas, 16 atletas de fondo y cuatro nadadores. Se demostró que durante el sueño la frecuencia cardíaca era inferior a 30 lpm (un caso a 25 lpm y otro a 28 lpm). La bradicardia más acentuada se registró entre la quinta y la sexta horas de sueño (fig. 3-2). Las frecuencias cardíacas por debajo de 30 lpm no se acompañan de ritmos ni latidos de escape. El P-R en estos dos casos extremos era inferior a 0,20 segundos. En cinco casos (25%) se registró bloqueo A-V de segundo grado tipo Wenckebach, y también en cinco casos (25%) extra- sístoles ventriculares muy aisladas. En resumen, los resultados de este estudio indican lo siguiente: 1. La bradicardia grave (inferior a 40 lpm) es un fenómeno habitual en deportistas cuyo entrenamiento es intenso y de predominio dinámico y aeróbico. 2. La ausencia de latidos de escape a frecuencias cardíacas tan bajas se debe, tal vez, a la influencia del vago sobre el nodo sinusal y el nodo A-V36. La modificación de los receptores adrenérgicos a los que se ha hecho referencia en el capítulo 1, al estudiar los defectos del ejercicio físico prolongado, posiblemente sean la estructura básica en la génesis de las bradicardias extremas. Electrocardiograma de Holter en corredores de maratón de alto nivel Con el propósito de llevar a cabo un estudio más amplio de las arritmias en deportistas de alto nivel de competición, se estudió con ECG de Holter a 13 corredores de maratón de 24-38 años de edad (media de 33 años). La marca de maratón personal oscilaba entre las 2 h 13 min (récord de España) y las 2 h 30 min. El entrenamiento consiste en correr 120-160 km a la semana. El mínimo de carreras de maratón en que han participado es de cuatro. A todos se les practicaron pruebas de esfuerzo con consumo de oxígeno, que mostró una capacidad física en concordancia con los tiempos invertidos en la carrera de maratón. El ecocardiograma era normal en todos los casos. Figura 3-2 Comportamiento de la frecuencia cardíaca media horaria durante las horas de sueño en un grupo de deportistas cuyo entrenamiento es de predominio aeróbico o dinámico. La frecuencia cardíaca más baja se alcanza entre la quinta y la sexta horas de sueño. DE, desviación estándar. 80 ª 70 E' 60 ro u "' 50 :a •--- ....... '"' "' 40 u -~ u 30 ¡::: "' ;:, 20 u "' '"' ~ 10 1 2 46 3 4 5 6 Horas 7 8 Media = 4.5,62 DE= ± 3,70 □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...46 El ECG de Holter de 24 horas incluye un entrenamiento de 15-20 km (entre 1 h y 1 h 30 min). En resumen, la presencia de arritmias hipoactivas es muy frecuente en los corredores de maratón de alto nivel de competición. La ausencia de cardiopatía orgánica, sintoma- tología, óptimo rendimiento y tolerancia a niveles de trabajo excepcionales sugieren su carácter benigno y secundario al entrenamiento. Otros estudios efectuados utilizando el ECG de Holter en corredores de larga distancia demuestran que la frecuencia cardíaca durante el período de vigilia y durante el sueño es significativamente más baja que la obtenida en personas sedentarias37,38. Electrocardiograma de Holter durante una carrera de maratón (42,195 km) La valoración funcional de un deportista se realiza en el laboratorio de pruebas de es- fuerzo. La información obtenida es insuficiente para predecir todos los cambios que pue- dan presentarse en el ECG en una competición que dura más de 2 horas. Por este motivo, se realiza el registro de ECG durante un entrenamiento y/o una competición de larga duración, lo que permite obtener información sobre las modificaciones que ocurren en estas condiciones. Esto tiene especial interés cuando la valoración tiene que hacerse en atletas veteranos. Se estudió a 10 corredores de maratón de 20-60 años de edad (media de 40 años) con el objetivo de valorar los cambios en la frecuencia cardíaca y el ECG. El historial clínico, la exploración física y el ECG eran normales. Todos habían participado, como mínimo, en una carrera de maratón. El sistema de registro de ECG de Holter se colocó entre 30 minutos y 1 hora antes de la carrera, y se retiró a las 2 horas de finalizarla (v. lámina 6 en color). Se valoró el comportamiento de la frecuencia cardíaca por períodos de 10 minutos, media horaria y presencia de arritmias. En la tabla 3-4 puede observarse el comportamiento de la frecuencia cardíaca basal, durante la carrera y tras el esfuerzo. La frecuencia cardíaca tiende a incrementarse ligeramente a lo largo de la carrera. Sólo un caso presentó arritmias, posiblemente crisis de taquicardia supraventricular aberrante (co- rredor de 60 años). En resumen, los datos del estudio muestran que la frecuencia cardíaca Tabla 3-4 Frecuencia cardíaca media durante las 3 horas de una carrera de maratón, obtenida con electrocardiograma de Holter FRECUENCIA CARDÍACA 1.a h (lpm) FRECUENCIA CARDÍACA 2.a h (lpm) FRECUENCIA CARDÍACA 3.a h (lpm) T TEST 1.a h/3.a h 143 ± 22 166 ± 10 173 ± 6 NS 164 ± 12 178 ± 7 181 ± 7 p <0,005 158 ± 14 176 ± 5 172 ± 8 p <0,005 180 ± 11 192 ± 7 179 ± 11 NS 166 ± 6 175 ± 5 184 ± 3 p <0,001 176 ± 13 178 ± 4 166 ± 33 p <0,02 167 ± 8 168 ± 10 173 ± 8 p <0,005 198 ± 7 198 ± 3 172 ± 19 p <0,02 172 ± 2 189 ± 5 187 − 143 ± 30 156 ± 5 − − NS, no significativo. La tendencia es a aumentar entre la primera y la tercera hora. En algún caso la frecuencia cardíaca es excesivamente alta para mantener el esfuerzo prolongado, lo que sugiere que el trabajo no es aeróbico. Adaptación cardiovascular producida por el entrenamiento Capítulo 3 47 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. es más alta de lo esperado para el esfuerzo prolongado. No se dispone de datos sobre la frecuencia cardíaca de umbral anaeróbico (v. cap. 1). Sin embargo, en algunos momentos se ha sobrepasado, y en estas condiciones en que se produce un incremento del metabolis- mo anaeróbico hay pérdida del rendimiento físico y la capacidad de recuperación es más lenta. Los atletas que presentaron una frecuencia cardíaca superior a 180 lpm acusaron signos de cansancio que les obligó a reducir el ritmo de carrera, al haber sobrepasado, muy probablemente, dicho umbral. El interés en conocer estos datos es doble: en primer lugar, un rendimiento inferior al esperado se justifica en parte por ritmos rápidos por encima del umbral anaeróbico, y en segundo lugar, porque la persistencia del metabolismo anaeróbico genera acidosis metabólica que puede favorecer la presentación de arritmias en individuos predispuestos, especialmente en atletas veteranos39. Electrocardiograma de Holter en ciclistas veteranos El ciclismo, en especial el cicloturismo, y en los últimos años la bicicleta de montaña, es un deporte que ha experimentado una gran difusión debido a que pueden practicarlo personas de todas las edades por las características del trabajo, cuya intensidad es fácilmen- te graduable, y por el bajo impacto osteoarticular. Los practicantes del cicloturismo son personas de cualquier edad, pero una proporción no despreciable de ellos son deportistas veteranos que no han practicado deporte con regularidad en los últimos años, proceden de otras especialidades o habían sido ciclistas antes de pasar a ser veteranos. Por este moti- vo se estudió a 24 ciclistas no profesionales de 33-70 años de edad, con una media de 47,4 años, con el objetivo de valorar los cambios en el ECG durante 24 horas, incluyen- do el entrenamiento en bicicleta más duro de la semana. A todos se les practicó exploración física, ECG de reposo y esfuerzo, con estudio de función cardiopulmonar, y ecocardiograma. La prueba de esfuerzo fue normal en todos ellos y la capacidad física estaba a nivel de personas entrenadas. El ecocardiograma fue normal en todos los casos excepto en uno, con antecedentes de infarto de miocardio inferolateral, quepresentaba un defecto de la contractilidad en la zona de necrosis. El ECG de Holter de 24 horas comprendía período de vigilia, sueño y entrenamiento más intenso de la semana. Se valoró la frecuencia cardíaca contabilizando por método semiautomático los latidos cada 15 minutos para obtener la frecuencia cardíaca media ho- raria. La frecuencia cardíaca máxima se obtuvo contabilizando la frecuencia cardíaca cada 5 minutos. También se tuvo en cuenta la presencia de arritmias y trastornos en la conducción. En el cuadro 3-1 se muestran los valores de la frecuencia cardíaca durante el sueño, la vigilia y el entrenamiento. La frecuencia cardíaca media durante el entrenamiento CUADRO 3-1 COMPORTAMIENTO DE LA FRECUENCIA CARDÍACA DURANTE EL REGISTRO ELECTROCARDIOGRÁFICO DE HOLTER DE 24 HORAS INCLUYENDO UN ENTRENAMIENTO ● Media (noche): 55 ± 7 lpm ● Media (día): 71 ± 8 lpm ● Media (entrenamiento): 131 ± 11 lpm ● Mínima: 51,2 ± 5 lpm ● Máxima: 162 ± 8 lpm □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...48 fue de 131 lpm, aproximadamente el 75% de la máxima teórica, y corresponde al nivel de trabajo dinámico aeróbico que permite realizar un esfuerzo prolongado. Se registraron arritmias en siete casos (25%), arritmias hiperactivas en seis casos y bloqueo A-V tipo Wenckebach en uno (fig. 3-3). La estabilidad del trazado del ECG permite valorar los cambios en la repolarización ventricular durante el esfuerzo. En este estudio sólo se registraron alteraciones de la repolarización en un caso, que afectaban a la morfología y la polaridad de la onda T. En resumen, el método Holter es útil para conocer los cambios en la activación eléc- trica cardíaca de los deportistas veteranos con niveles de actividad física importantes (el entrenamiento consiste en correr una media de 200 km a la semana). Aunque el método tiene sus limitaciones, los registros de ECG durante el máximo esfuerzo real pueden ser valorados debido a la estabilidad del trazado. De esta forma se dispone de información adicional para orientar los programas de entrenamiento en los ciclistas, en especial en los veteranos. Electrocardiograma de Holter en atletas veteranos El objetivo de estudiar el ECG del deportista veterano tiene una doble finalidad: en primer lugar, conocer la prevalencia de arritmias y otros cambios producidos sobre todo durante el esfuerzo, y en segundo lugar valorar el perfil de riesgo cardiovascular especialmente en las personas con factores de riesgo o antecedentes familiares de cardiopatía. El estudio de este grupo de atletas veteranos se realizó ante la escasa información de que se disponía sobre los cambios en el ECG durante el esfuerzo prolongado en este grupo de población. El riesgo cardiovascular se asociaba a las carreras de larga distancia, debido a que se demostraron casos de muerte repentina en corredores de fondo mayores de 40 años. Figura 3-3 Registro electrocardiográfico de Holter en un ciclista durante el ejercicio. La frecuencia cardíaca es aproximadamente de 150 lpm (arriba). Tras el esfuerzo (abajo) se registró bigeminismo. 1 71'-1 " 7',/1 h ,J\ .;\ "'~ N µ::, .J1 ,J 1' _r 1/ ./ 1\ 11 I / !/ 1/ ,) V / ,:¡ - 1/ ,_ ,--, ___ ,-- 1 - -- - •- ,- f fl \ {\ I " 1 : ,-r n ) r-,.J 1 I' ( '-V' I '- ) ✓ t: - 11 1- 'v J - - ~ J 1/ I 1 1 \ 1 1 Adaptación cardiovascular producida por el entrenamiento Capítulo 3 49 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. El análisis anatomopatológico demostró que la casi totalidad de los atletas fallecidos estaban afectados de cardiopatía, especialmente de tipo coronario. Se trataba, pues, de enfermos que practicaban atletismo con regularidad. En los últimos años, numerosos estudios han demostrado los efectos favorables del ejercicio físico dinámico o aeróbico sobre la salud (v. cap. 5), y por este motivo hay interés en incrementar la población físicamente activa, que en su gran mayoría serán personas mayores de 40 años y posiblemente con algún factor de riesgo. Con el fin de que los beneficios del ejercicio alcancen al mayor número de individuos sin que ello signifique un incremento del riesgo, debe estudiarse a estos deportistas con las exploraciones com- plementarias habituales y, en casos especiales, con ECG de 24 horas, en el que se incluya el entrenamiento de mayor duración de la semana. Se estudió a 50 atletas veteranos que completaron un cuestionario en el cual cons- taban los antecedentes deportivos, el historial médico, los hábitos tóxicos y el nivel de entrenamiento. Todos habían corrido como mínimo una maratón oficial y el entrena- miento consistió en correr entre 30 y 125 minutos (media de 90,7 min). Se les practicó una prueba de esfuerzo y un ecocardiograma, que fueron normales en todos los casos. En los cuadros 3-2 a 3-4 se muestran las características del grupo, el comportamiento de la frecuencia cardíaca y la presencia de arritmias durante los períodos de vigilia, sueño y entrenamiento. La conclusión más importante del estudio es: 1. Ausencia de arritmias potencialmente malignas en reposo y durante el entrenamiento. 2. En el 100% de los casos se registró bradicardia sinusal inferior a 50 lpm. 3. Presentaron bradicardia sinusal grave (inferior a 40 lpm) un 10% de los atletas. 4. Bloqueo A-V de segundo grado tipo Wenckebach en cuatro casos (8%). CUADRO 3-2 DATOS DE 50 ATLETAS ESTUDIADOS CON ELECTROCARDIOGRAMA DE HOLTER ● Número de atletas: 50 ● Edad: 28-80 años; media: 44 años ● Duración del ejercicio: 30-125 min; media: 90,7 min ● Duración total del registro: 12 y 24 h; media: 21 h ● Han participado como mínimo en una maratón oficial CUADRO 3-3 ARRITMIAS EN UN GRUPO DE 50 ATLETAS REGISTRADAS CON ELECTROCARDIOGRAMA DE HOLTER Ejercicio ● Un caso con crisis de taquicardia supraventricular frecuente, que alterna con pautas de taquicardia con complejos anchos Durante la vigilia y el sueño ● Extrasístoles ventriculares en número >30 × hora: 3 casos (6%) ● Bloqueo A-V de 2.° grado: 4 casos (8%) Arritmias potencialmente malignas ● No se han registrado □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...50 Una conclusión adicional es que este grupo de atletas presentaría un perfil de riesgo cardiovascular claramente diferenciado de un grupo de población sedentaria de la mis- ma edad. La ausencia de cardiopatía orgánica y de factores de riesgo (un solo caso de tabaquismo), el resultado de la prueba de esfuerzo normal y el registro de Holter sin arritmias significativas son indicadores de buen pronóstico y sin contraindicación para seguir entrenando en estas condiciones. Electrocardiograma de Holter en corredores de maratón veteranos de ambos sexos El interés por las carreras de larga distancia ha experimentado un importante aumento entre las personas mayores de 40 años, la mayoría sin antecedentes de haber practicado ejercicio físico con regularidad. Esto constituye un inconveniente, pues la posibilidad de riesgo encubierto es más alta en los individuos sedentarios que en los físicamente activos. El deportista con varios años de experiencia en entrenamientos o competiciones en los cuales el trabajo es de predominio dinámico o aeróbico se ha sometido a valoraciones continuas durante el entrenamiento y en la competición, por lo que la probabilidad de riesgo cardiovascular es más remota. Para atletas con experiencia en carreras de larga distancia o personas sedentarias que van a seguir un programa de entrenamiento regular, el ECG de Holter es una técnica com- plementaria de gran utilidad para valorar los cambios en la activación cardíaca durante un esfuerzo real. Se hace hincapié en el corredor de maratón debido a la controversia que ha suscitado la participación de hombres y mujeres mayores de 40 años en una competición de estas características. En un trabajo realizado con 17 hombres de 40-63 años de edad (media de 41,7 años) y 13 mujeres de 35-58 años de edad (media de 42,9 años), conel objetivo de conocer los cambios de la activación cardíaca, se obtuvieron los siguientes resultados: 1. El ECG en reposo y durante el esfuerzo fue normal en ambos grupos. 2. El ecocardiograma también fue normal en todos los casos (los cambios de la frecuencia cardíaca y la presencia de arritmias se muestran en la tabla 3-5). 3. La incidencia de arritmias hiperactivas en los hombres fue muy baja, y la ausencia fue total en las mujeres. 4. El bloqueo A-V de segundo grado tipo I (Wenckebach) fue más frecuente en los hombres que en las mujeres. No se registraron pausas superiores a 2 segundos. En resumen, los hallazgos en ambos grupos de atletas no demuestran la existencia de arritmias significativas de potencial riesgo durante la actividad física, al igual que ha ocurrido durante la prueba de esfuerzo convencional40. CUADRO 3-4 COMPORTAMIENTO DE LA FRECUENCIA CARDÍACA DURANTE EL EJERCICIO, LA VIGILIA Y EL PERÍODO DE SUEÑO ● Durante el ejercicio: 140-180 lpm ● Durante la vigilia: bradicardia sinusal (<50 lpm) en el 100% de los casos ● Durante el sueño: bradicardia grave (<40 lpm) en el 10% de los casos Adaptación cardiovascular producida por el entrenamiento Capítulo 3 51 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. La utilización del sistema de registro de ECG de Holter ha permitido conocer las variaciones fisiológicas de la actividad eléctrica en diferentes situaciones, así como detectar presuntas alteraciones, en especial durante el período de ejercicio físico que se ha pro- gramado. MODIFICACIONES ESTRUCTURALES El entrenamiento físico produce cambios en el diámetro de la cavidad del ventrículo izquierdo y en el grosor de la pared (hipertrofia). Como ya se ha indicado, la importancia de estos cambios está en relación con el tipo de trabajo realizado, la intensidad del en- trenamiento y los factores vinculados al sexo y la genética. Los métodos utilizados en la valoración de la hipertrofia cardíaca, hasta la aplicación de los ultrasonidos y la resonancia magnética (RM), el ECG y el VCG, tienen baja sensibilidad y por ello los resultados obtenidos resultaban poco demostrativos. La sensibilidad del ECG de 12 derivaciones es del 50% para el diagnóstico de hiper- trofia ventricular izquierda en población sedentaria. Los leves grados de hipertrofia ven- tricular izquierda que se detectan en deportistas han pasado desapercibidos en el ECG cuando se han utilizado los criterios habituales para su diagnóstico. En algunos casos, el ECG del deportista sugiere la existencia de hipertrofia biventricular; no obstante, al aplicar criterios objetivos, el diagnóstico es indeterminado33. Los estudios con ECG y VCG llevados a cabo por la escuela francesa indicaban que el trabajo dinámico o aeróbico y el trabajo isométrico o estático producen un efecto diferente sobre el corazón. El trabajo dinámico causa un incremento de la cavidad ventricular, y el isométrico aumenta el grosor de la pared. Estas conclusiones han tenido cierta difusión y hasta hace poco persistía la confusión sobre cuáles son los efectos de los diferentes tipos de trabajo físico sobre el corazón. Técnicos en ejercicio físico valoraban negativamente el trabajo isométrico en deportistas jóvenes y adolescentes por su gran repercusión cardíaca. Se especulaba que provocaría un significativo incremento en el grosor de la pared, en detrimento del normal desarrollo de la cavidad ventricular. Con el fin de comprobar hasta qué punto esta teoría, basada en criterios de ECG y VCG, era cierta, se realizó un estudio comparativo de los efectos del entrenamiento con radiografía de tórax, ECG, prueba de esfuerzo y ecocardiograma en modo M en Tabla 3-5 Cambios en la frecuencia cardíaca y en el ritmo cardíaco en dos grupos de corredores veteranos de ambos sexos GRUPO A GRUPO B Frecuencia cardíaca media (lpm) 62 ± 6 69 ± 7 p <0,001 Frecuencia cardíaca media durante el sueño (lpm) 47 ±7 50 ± 6 NS Pausa más larga (s) 1,4 ± 0,2 1,3 ± 0,1 NS Arritmia sinusal ligera (%) 64,7 76,9 0,001 Arritmia sinusal moderada (%) 35,2 8 Complejos ventriculares prematuros (%) 5,8 Complejos supraventriculares prematuros (%) 17,6 Bloqueo A-V de 2.° grado tipo I (%) 11,7 8 NS Escapes de la unión A-V (%) 5,8 Cambios significativos en el ST-T No No NS, no significativo. □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...52 15 deportistas que realizaban trabajo de predominio dinámico o aeróbico y en 15 que lo realizaban de predominio isométrico o estático y/o fuerza explosiva. La radiografía de tórax y el ECG demostraron tener poca utilidad para valorar los cambios inducidos por el entrenamiento. La prueba de esfuerzo con estudio de la función cardiopulmonar mostró diferencias entre ambos grupos (72 ± 29 frente a 47 ± 6,17; p <0,001). Los resultados del ecocardiograma muestran que existen diferencias significativas entre ambos grupos en el volumen telediastólico izquierdo y la masa ventricular izquierda, y que no existen diferencias significativas entre el grosor del tabique intraventricular y la pared posterior del ventrículo izquierdo. El aumento del volumen telediastólico del ventrículo izquierdo aparece como el signo más común en los deportistas que realizan trabajo dinámico o aeróbico. Otros estudios, por el contrario, han señalado que el grosor del tabique y la pared exterior tiende a ser mayor con el trabajo dinámico5,11,41. En los estudios dirigidos a valorar los efectos del entrenamiento deben analizarse con precisión el historial deportivo y las características del trabajo físico desarrollado. En caso de no disponer de información suficiente bien documentada, resultará difícil estudiar las posibles diferencias entre un tipo de trabajo físico u otro. Existen algunos estudios con RM en deportistas que no han aportado información a la suministrada por la ecocardiografía. Un estudio de Turpeinen et al.42 en deportis- tas demuestra que el eje longitudinal de la válvula mitral al ápex es significativamente más largo en los atletas. Este dato no suele valorarse en las exploraciones ecocardiográficas habituales; el resto de las observaciones con RM son similares a las obtenidas por eco- cardiografía. La utilización de esta técnica en la valoración del corazón del deportista se reservaría para casos especiales o dudosos por ecocardiograma, a tenor de los resultados obtenidos, la dificultad en el acceso a esta exploración y su coste. En el capítulo 8 se revisan y actualizan los conocimientos sobre el corazón del deportista mediante técnicas de imagen. HIPERTROFIA FISIOLÓGICA El límite fisiológico de la hipertrofia cardíaca en el deportista es uno de los problemas pendientes de resolución. Es un hecho demostrado que, en los deportistas, se produce un incremento del grosor de la pared; sin embargo, el grado de hipertrofia difiere de unos deportistas a otros para un nivel de entrenamiento similar. La gran mayoría de los deportistas muestran unos valores de grosor del tabique interventricular y de la pared posterior en los límites altos de la normalidad (9-10 mm como cifras más corrientes). Grosores superiores a 11-12 mm son poco frecuentes, y grosores de 13 mm o más se consideran raros. En un estudio realizado por Pelliccia et al.43 con 1.000 deportistas de un centro de medicina del deporte, sólo un 2% presentaba un grosor de pared igual o superior a 13 mm. Esta cifra constituye, para estos autores, el probable límite de la hipertrofia cardíaca fisiológica. En una serie de deportistas del centro de medicina del deporte de la Residencia Blume, a quienes se exploró con ecocardiograma en modo M y 2 D, se encontró que un porcentaje similar al grupo de Pelliccia presentaba un grosor igual o superior a 13 mm (1,7% frente al 2%). Los 13 de- portistas con grosor igual o superior a 13 mm fueron estudiados con anticuerpos monoclonales (antimiosina), que constituyen un marcador específico de la miosina Adaptación cardiovascular producidapor el entrenamiento Capítulo 3 53 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. del miocardio en presencia de modificaciones de la permeabilidad de la membrana celular del cardiocito. En 11 de ellos se demostró una captación anormal de grado ligero. Un grupo control de 10 deportistas con grosor de 11-12 mm mostró que ocho tenían una captación negativa y dos la tenían positiva. Estos datos apoyaban inicial- mente los del estudio del grupo de Pelliccia, que indicaban que el límite fisiológico de la hipertrofia se situaba alrededor de los 13 mm. Los argumentos en favor de esta hipótesis son los siguientes: 1. Una hipertrofia de la pared de 13 mm es muy rara. 2. La respuesta al entrenamiento se caracteriza por incrementos de grosor que no suelen sobrepasar los 11 mm (valor considerado normal). 3. La antimiosina es un marcador específico de la miosina del miocardio; 11 de 13 casos muestran captación positiva. Sin embargo, existen algunas sombras en la interpretación de la hipertrofia cardíaca del deportista que requieren estudios adicionales. Se ha observado que el grado de hipertrofia no guarda estricta relación con el tipo de trabajo desarrollado. Sólo este hecho ya sugiere la presencia de un factor individual, y probablemente de tipo genético, en la instauración de la hipertrofia miocárdica en el deportista. Hipertrofia cardíaca en relación con la edad y el sexo El ejercicio dinámico es una actividad frecuente en niños y adultos. Las modificaciones en la morfología del corazón en los niños se han valorado en edades de 5-17 años44. El grosor de la pared y de la masa ventricular era mayor que en los sedentarios, pero no había diferencia significativa en el volumen telediastólico del ventrículo izquierdo. Pese a que hay pocos estudios realizados en niños, parece que se observan cambios significativos en los entrenados. En una población de 1.000 deportistas estudiados con un 23% de mujeres, en estas no se ha registrado ningún grosor de la pared superior a 12 mm; es más, el grosor es similar al de las mujeres sedentarias de edad y superficie corporal similares. En deportistas veteranos que realizan trabajo dinámico se observan cambios que afectan a la masa ventricular izquierda y al aumento de movilidad de la pared posterointerior. Estos datos se han obtenido en un estudio realizado con 15 deportistas veteranos, corredores de larga distancia, con una edad media de 49 años45. ADAPTACIÓN MUSCULAR AL ENTRENAMIENTO DINÁMICO En los últimos años se ha acrecentado el interés por el estudio de los cambios producidos en el músculo esquelético debido al entrenamiento dinámico o aeróbico en pacientes con cardiopatía, especialmente insuficiencia cardíaca y trasplante cardíaco. Se ha comprobado una mejoría de la capacidad física en los pacientes sometidos a entrenamiento. Este hecho se produce sin que se aprecien cambios significativos en la función cardíaca46. La mayoría de estos pacientes presentan un músculo esquelético que ha perdido en gran parte sus posibilidades para desarrollar su función. La reducción de la masa muscular debido a la inactividad física se acompaña de una disminución en el número de mitocondrias y de la capacidad oxidativa de los hidratos de carbono y los ácidos grasos que constituyen los elementos energéticos. □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...54 La inactividad física produce una disminución del número de capilares que aportan oxígeno a las células. Los pacientes que han permanecido un largo período físicamente inactivos y recuperan su función cardíaca (insuficiencia cardíaca resuelta con trasplante cardíaco, valvuloplastia mitral, etc.) no están en condiciones de incrementar la intensidad del esfuerzo pese a que se haya solucionado el problema de base. Por este motivo, se ha puesto énfasis en introducir el ejercicio físico supervisado en el tratamiento de estos pacientes con el fin de atenuar la pérdida de la estructura y la función del músculo es- quelético. Niveles de actividad física ligeros serían suficientes para controlar este efecto desfavorable. Esta medida de tratamiento complementario no constituye un riesgo cuando el ejercicio físico es supervisado47-50. Ergorreceptores en la insuficiencia cardíaca Los barorreceptores son los reflejos primariamente incluidos en el aumento de la presión arterial. En respuesta a cambios en la presión arterial isquémica, se producen modifica- ciones en la frecuencia cardíaca y en las resistencias periféricas, con el fin de adaptarse a la situación de esfuerzo o reposo. Por otra parte, los reflejos metabólicos y mecánicos del músculo esquelético inducen respuestas que contribuyen a la adaptación cardiovascular al ejercicio. Se desconoce la función que desempeñan los procesos metabólicos musculares en la activación de estos reflejos51,52. Algunos estudios han demostrado que, en el músculo con déficit de oxígeno, la presión arterial y la actividad simpática permanecen elevadas, mientras que la frecuencia cardíaca se recupera con normalidad, como ocurre en el músculo sin déficit de oxígeno. Esto sugiere que la frecuencia cardíaca y la presión arterial se regulan por diferentes reflejos metabólicos receptores46,47,53,54. Algunas observaciones sugieren que los cambios del músculo esquelético son importantes determinantes de la capacidad de ejercicio en la insuficiencia cardíaca crónica. No existe correlación entre la función ventricular y la capacidad de ejercicio55. Por otra parte, la mejora de los parámetros hemodinámicos con fármacos (p. ej., inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina) se retrasa semanas o meses, al igual que ocurre en los pacientes con estenosis mitral sometidos con éxito a una valvulotomía. El entrenamiento mejora los parámetros hemodinámicos, el sistema nervioso autónomo y la respuesta ventilatoria en los pacientes con insuficiencia cardíaca56. Los ergorreceptores son sensibles a los cambios metabólicos producidos por el ejercicio. En los pacientes con insuficiencia cardíaca la res- puesta es exagerada, pero el entrenamiento reduce esta actividad de los ergorreceptores. En resumen, los ergorreceptores sensibilizados por la acidosis muscular producen un incremento de la actividad simpática precoz, incluyendo la vasoconstricción simpática y, en consecuencia, la aceleración de la fatiga. El entrenamiento, mediante las modificaciones producidas en el músculo periférico, retrasa la actividad de este reflejo. Cambios en el músculo producidos por el entrenamiento El entrenamiento dinámico o aeróbico, y en general todo trabajo en el cual estén im- plicados grandes grupos musculares, produce cambios en el músculo esquelético que se caracterizan por mejoras en los procesos de transporte y utilización de la energía. A continuación se hará una breve referencia a los cambios producidos en las mitocondrias, los capilares, el flujo sanguíneo y el metabolismo muscular. Adaptación cardiovascular producida por el entrenamiento Capítulo 3 55 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. Mitocondrias Se produce un incremento en número y volumen. El contenido de enzimas oxidativas es más alto y ello permite mejorar la provisión de energía por la oxidación de ácidos grasos e hidratos de carbono. Las mitocondrias sólo producen adenosín trifosfato (ATP) para la contracción muscular en presencia de oxígeno. Cuanto mayor es su número, mayor es su capacidad oxidativa. Asimismo, se produce un control del metabolismo en el sentido de que aumenta la capacidad de oxigenación de los ácidos grasos en detrimento de los hidratos de carbono. Esto favorece la posibilidad de desarrollar esfuerzos de larga distancia. Capilares del músculo El entrenamiento incrementa el número de capilares de manera paralela al reclutamiento de nuevas fibras musculares. Se genera una mayor capacidad de flujo sanguíneo al mús- culo en actividad.El aumento de los capilares junto a la miofibrilla produce una mayor superficie de intercambio de oxígeno entre el capilar y la fibra mediante un mecanismo de difusión. El pico de flujo sanguíneo al músculo durante el ejercicio aumenta con el entrenamien- to, pese a que esta capacidad de flujo ya es de por sí alta en el músculo esquelético. La adaptación vascular por el entrenamiento facilita una mejor utilización del flujo sanguíneo y el intercambio de los elementos energéticos entre el capilar y las miofibrillas. El entrenamiento dinámico produce modificaciones que afectan a la oxidación de ácidos grasos, y ahorro en la utilización de hidratos de carbono. Este fenómeno permite la adaptación al esfuerzo prolongado, del tipo carreras de maratón, ciclismo en carretera o esquí de fondo. La magnitud de los cambios guarda relación con la intensidad del ejercicio y su duración. Pese a no conocerse cuál es la intensidad mínima del entrenamiento (estímulo) para provocar dichos cambios, es cierto que los pacientes con una capacidad física muy limitada experimentan mejoría en la adaptación al esfuerzo con programas de ejercicio de intensidad ligera. En resumen, la adaptación muscular al entrenamiento es un factor de mayor relieve en el deporte de competición; no obstante, debido a su implicación en la mejoría de la tolerancia al esfuerzo, sin evidencia de mejoría en la función cardíaca, es asimismo interesante en la valoración de la capacidad física de la población general y de pacientes con diversos tipos de cardiopatía. En el deportista y en los demás casos, el objetivo es utilizar mejor los mecanismos de adaptación al ejercicio para incrementar la tolerancia a diversos niveles de ejercicio físico. RESUMEN El entrenamiento modifica la estructura y la función cardíacas en relación con el tipo, el volumen y la intensidad del trabajo realizado. La respuesta individual es un factor que interviene, asimismo, en los cambios inducidos por el ejercicio físico. En el ECG, el signo más común es la bradicardia sinusal con una frecuencia cardíaca en reposo en período de vigilia por debajo de 40 lpm. Los cambios en la conducción A-V (bloqueo A-V de primer y segundo grado) son más frecuentes en los deportistas que en los sedentarios. La repolarización precoz es la imagen más habitual producida por el entrenamiento. Las alteraciones graves en la repolarización, tipo seudoisquemia, son poco frecuentes; □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...56 no obstante, es un hallazgo que se observa en deportistas en general con alto nivel de entrenamiento, cuya etiología no está aún definida. El ECG de Holter se ha utilizado para estudiar los cambios en la activación cardíaca en deportistas con el doble objetivo de conocer con una mayor aproximación la presencia de arritmias y el riesgo cardiovascular por el entrenamiento de larga duración, especialmente en deportistas veteranos. El ECG es poco sensible para diagnosticar los cambios producidos en el grosor de la pared y el diámetro de la cavidad izquierda; por esta razón se ha utilizado el ecocardio- grama para definir la magnitud de la hipertrofia y la repercusión del trabajo muscular sobre el incremento del grosor de la pared. Los límites de la hipertrofia fisiológica aún no se han establecido, pero un grosor de pared mayor de 13 mm es muy poco frecuente y posiblemente excede los límites fisiológicos. En los últimos años se ha puesto de manifiesto el interés por el estudio de los cambios en el músculo periférico. Más allá de sus efectos sobre el rendimiento deportivo está el he- cho, de gran importancia en cardiología clínica, de favorecer el incremento de la capacidad física en pacientes con deterioro grave de la función cardiovascular. Las modificaciones más importantes afectan al tono muscular, la vascularización y los mecanismos de trans- porte y utilización de la energía. BIBLIOGRAFÍA 1. 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Reservados todos los derechos EL ELECTROCARDIOGRAMA DEL DEPORTISTA Y SU EVOLUCIÓN Ana Barradas-Pires, Jesús Álvarez-García INTRODUCCIÓN Existe un consenso unánime en la comunidad médica en cuanto a que una detallada anamnesis y una completa exploración física deben ser los pilares sobre los que se sustente la evaluación previa de cualquier persona que vaya a iniciarse en la práctica deportiva1-3. Sin embargo resulta paradójico que, en tiempos en que la Medicina es impulsada en gran parte por el avance tecnológico, persista el debate acerca de la conveniencia de que una técnica tan sencilla como el electrocardiograma (ECG) sea o no útil como herra- mienta diagnóstica inicial en los deportistas4. Así, mientras en Europa se da por sentada su necesidad y se explora la utilidad de las pruebas de imagen en el deporte de élite5, en los Estados Unidos existen discrepancias sobre su utilidad a tenor de criterios de coste- efectividad6. En cualquier caso, esta controversia se explica porque, aunque la muerte súbita es un fenómeno muy infrecuente, sigue siendo la principal causa de mortalidad no traumática en los atletas durante su vida deportiva7. Por consiguiente, uno de los objetivos primor- diales de la evaluación médica de cualquier individuo que quiera realizar deporte es la detección de anomalías cardíacas subyacentes, y la prescripción razonada del nivel de actividad física que puede desarrollar el sujeto. Por lo tanto, no sólo los facultativos responsables de la atención cardiovascular de los atletas, sino cualquier médico debe tener conocimiento de las adaptaciones fisiológicas que desarrolla el corazón y cómo se manifiestan en el ECG. Estos cambios son habituales (hasta el 60% de los atletas) y reflejan la remodelación eléctrica y estructural que ejerce el sistema nervioso autónomo sobre el corazón como consecuencia de una actividad física mantenida8. Su alcance dependerá de la raza, la edad, el sexo, la disciplina deportiva y el nivel de entrenamiento. Descuidar esta labor puede acarrear consecuencias funestas, tanto para el deportista en quien no se detecta una cardiopatía potencialmente letal como para aquel al que se niega el derecho federativo por una precaución desmesurada, además del coste que supone la indicación depruebas adicionales. Este capítulo resume de manera didáctica los hallazgos normales que pueden aparecer en el ECG de un deportista, y que son reflejo de las adaptaciones fisiológicas del corazón al ejercicio. Para su elaboración, además de apoyarnos en la evidencia científica más reciente, se ha recurrido al documento de consenso publicado por la Sociedad Médica Americana para la Medicina del Deporte, el Grupo de Trabajo de la Sociedad Europea de Cardiología y la Federación Internacional de Fútbol9. 4 Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...62 HALLAZGOS NORMALES EN EL ECG DEL DEPORTISTA Bradicardia sinusal La bradicardia sinusal en reposo es quizás la «alteración» más frecuente en el ECG del deportista, sobre todo en aquellos que realizan disciplinas de tipo aeróbico, y es el resulta- do del predominio vagal sobre el tono simpático10. En un deportista entrenado, en ausencia de síntomas como fatiga, mareo o síncope, no es extraño encontrar frecuencias cardíacas basales por debajo de los 50 o incluso 40 latidos por minuto (lpm). Su instauración es progresiva y está directamente relacionada con la intensidad y el volumen del ejercicio realizado, y se atenúa una vez abandonada la actividad regular. Serra-Grima et al.11estudiaron los factores que podían influir en este fenómeno en un grupo de 157 deportistas de élite con bradicardia sinusal marcada (<50 lpm) mientras estaban en activo y una vez retirados. De toda la cohorte, el 64% seguía presentando bradicardia sinusal después de al menos 5 años de haber abandonado el deporte de élite, y su persistencia se relacionó significativamente con el mantenimiento de una práctica regular de ejercicio y con el número de años en activo. Ninguno de los deportistas requirió marcapasos, y se confirmó el excelente pronóstico de la bradicardia sinusal en el ámbito del deporte. En la figura 4-1 puede verse un ejemplo de bradicardia sinusal en un atleta varón de 50 años de edad. Arritmia sinusal Se define como arritmia sinusal la variación de la frecuencia cardíaca durante el ciclo respiratorio. Esta respuesta fisiológica suele ser ligera, pero es más acusada durante la infancia y en deportistas con un alto nivel de entrenamiento, en quienes es habitual encontrarla en más de la mitad de los atletas en reposo12. Para el diagnóstico diferencial de este hallazgo con otras situaciones patológicas, como la disfunción sinusal, hemos de fijarnos en las siguientes diferencias: Figura 4-1 Bradicardia sinusal a 38 lpm en un atleta varón de 50 años de edad. ~5,o mm111 · 10,o·~Y E5 ·. :;_ . :/. 4 ~ ~ _........,.-·~~ El electrocardiograma del deportista y su evolución Capítulo 4 63 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. l La ausencia de cambios en el eje de la onda P durante la variación de la frecuencia cardíaca, a diferencia de lo que puede suceder en el síndrome del seno enfermo. l La falta de sintomatología del deportista, como fatiga, mareo o síncope. l La desaparición de la variabilidad de la frecuencia cardíaca con la taquicardización. Ritmo de escape de la unión En ocasiones, debido al predominio del tono parasimpático durante la situación de reposo en el atleta, la bradicardia sinusal resultante puede ser superada por un ritmo de escape del nodo auriculoventricular con una frecuencia de estimulación mayor a la del nodo sinusal. Así, nos encontraremos con un ritmo regular, de QRS estrecho (en ausencia de trastornos de la conducción), generalmente inferior a 100 lpm, y con una disociación de la onda P sinusal. Con el ejercicio y el aumento de la actividad simpática, desaparece. Ritmo auricular ectópico Es aquel ritmo regular, habitualmente con una frecuencia inferior a 100 lpm, pero comandado por una onda P originada de un lugar distinto al nodo sinusal, y por tanto con una morfología diferente. Lo más común es que sea típicamente negativa en la cara inferior (derivaciones DII, DIII y aVF) y positiva en aVR. En otras ocasiones no es raro encontrar ondas P de morfologías distintas que se van alternando, lo que se conoce como «marcapasos auricular migratorio». En cualquier caso, estos dos ritmos traducen lo mismo: un enlentecimiento de la frecuencia de descarga del nodo sinusal producto del mayor tono vagal del deportista, y que con el inicio de la actividad física recupera el «mando» del ritmo cardíaco. Bloqueo auriculoventricular de primer grado El bloqueo auriculoventricular de primer grado muestra un intervalo PR prolongado, habitualmente de más de 200 milisegundos, y a una frecuencia dada permanece cons- tante. Al igual que en las situaciones previamente descritas, este retraso en la conducción del impulso cardíaco desde el nodo sinusal hasta los ventrículos se debe al mayor tono parasimpático preponderante en los atletas entrenados, y en general se resuelve durante la taquicardización del sujeto al inicio del ejercicio. En la figura 4-2 se muestra un bloqueo auriculoventricular de primer grado en un deportista varón de 20 años de edad. Figura 4-2 Bloqueo auriculoventricular tipo Wenckebach en un varón de 20 años de edad practicante de taekwondo. □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...64 Bloqueo auriculoventricular de segundo grado Mobitz I También conocido como «fenómeno de Wenckebach», en esta ocasión el intervalo PR se alarga progresivamente latido a latido hasta que una de las ondas P se bloquea y no es conducida a los ventrículos, por lo que no se ve complejo QRS. La siguiente onda P es conducida, en cambio, con un PR más corto, comenzando de nuevo la secuencia. Representa un mayor trastorno de la conducción auriculoventricular que el de bloqueo auriculoventricular de primer grado, pero suele ser asintomático, de pronóstico benigno y, al igual que lo comentado en apartados previos, con el mayor tono simpático debe haber un retorno a la conducción aurículas-ventrículos 1 a 1. Bloqueo incompleto de la rama derecha del haz de His Se define como un complejo QRS de duración inferior a 120 milisegundos y con un patrón de bloqueo de rama derecha, esto es, con una onda R terminal en la derivación V1 y una onda S ancha terminal en las derivaciones izquierda DI y V6. Se ve en menos de un 10% en la población general, pero en los atletas de élite, especialmente en los dedicados a deportes de resistencia, puede llegar a estar presente en el 40%13. Como mecanismo se propone, más que un trastorno de la conducción per se, los cambios adaptativos que presenta el ventrículo derecho secundarios al entrenamiento de alta carga, como un aumento de su cavidad14. El hallazgo de un bloqueo incompleto de rama derecha en un atleta asintomático, con una exploración física normal y sin antecedentes familiares de cardiopatía, no requiere ninguna otra prueba adicional. Sin embargo, supone un desafío por cuanto puede ser difícil el diagnóstico diferencial con otras situaciones patológicas y potencialmente fatales para el deportista. Así, la detección de un desdoblamiento fijo del segundo tono cardíaco exigirá descartar la presencia de un cortocircuito izquierda-derecha en forma de comunicación interauricular. También puede encontrarse un bloqueo incompleto de rama derecha en pacientes con una miocardiopatía arritmogénica con afectación del ventrícu- lo derecho. En cambio, este hallazgo suele acompañarse de otras alteraciones en el ECG que nos deben poner en alerta, como ondas T invertidas en las derivaciones precordiales derechas, complejos QRS de escasa amplitud en las derivaciones de los miembros, un retraso en la rama ascendente de la onda S y extrasístoles ventriculares con morfología de bloqueo de rama izquierda. Otro escenario en que el bloqueo incompleto de rama derecha puede ser signo de una cardiopatía grave es el síndrome de Brugada. Sin embargo, en este caso el patrón se caracteriza por un ascenso del segmento ST de tipo convexo seguido de una onda T negativaen dos o más derivaciones precordiales derechas V1-V3 15. A diferencia de la onda R terminal en el bloqueo incompleto de rama derecha típico del deportista, la «onda J» del síndrome de Brugada refleja la repolarización precoz subyacente, y no un retraso en la conducción por el ventrículo derecho. Resulta de especial interés práctico comprobar en los atletas la presencia de una onda S terminal simétrica en DI y V6, ya mencionada previamente, y que no aparece en el síndrome de Brugada. Repolarización precoz La presencia del patrón de repolarización precoz en el atleta es, probablemente, la alte- ración más controvertida de la historia de la electrocardiografía deportiva, sobre todo en lo que se refiere a su pronóstico16. El electrocardiograma del deportista y su evolución Capítulo 4 65 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. El patrón de repolarización precoz se define como una elevación del segmento ST, normalmente asociada a una onda J (la parte final del QRS) en forma de slurring o not- ching. Asimismo, se distingue entre un patrón de repolarización con un ST horizontal/ descendente y uno «rápidamente ascendente». Puede estar presente en cualquier conjunto de derivaciones electrocardiográficas, pero es especialmente frecuente en derivaciones anteriores, inferiores y laterales, por este orden17,18. Se trata de un patrón habitual en la población general (0,9-31%, según las series y los criterios usados)19 y se asocia principalmente con el sexo masculino, la raza negra y los deportistas20,21. De hecho, entre los atletas puede llegar a estar presente en un 20-90% de los casos, según las series consultadas. En la población entrenada, este patrón se considera una expresión del aumento del tono vagal secundario al entrenamiento, y por este motivo su prevalencia está directamente relacionada con la duración del entrenamiento yel nivel de intensidad, y es frecuente que coexista con bradicardia sinusal. Asimismo, se ha des- crito su desaparición con el abandono del deporte22. Considerada históricamente como una variante benigna de la normalidad23, en la década de 2000 empiezan a ser reportadas en la literatura algunas series de casos que relacionan la repolarización precoz con un aumento del riesgo de arritmias, lo que cul- mina en el trabajo de Haissaguerre et al.24, publicado en 2009, en el que se relaciona la repolarización precoz con la muerte súbita en la población general. Esta asociación se estableció principalmente con el patrón de repolarización precoz circunscrito a las deri- vaciones inferolaterales y cuando este adopta una morfología horizontal/descendente17,18. Sin embargo, dicha relación es a día de hoy muy debatida en la literatura. En los atletas, el patrón de repolarización precoz más frecuente es el que tiene el segmen- to ST «rápidamente ascendente» después del punto J. Suele presentarse en las derivaciones precordiales, pero alrededor de un 25-30% de los individuos entrenados pueden presentarlo también en las derivaciones inferolaterales sin que este hallazgo afecte su pronóstico18,20,22. En un estudio se siguieron atletas de alta competición con patrón de repolarización precozen su fase de máximo entrenamiento durante un tiempo medio de 20 años y hasta 5 años después del abandono del entrenamiento profesional25. En este largo seguimiento no se reportaron eventos arrítmicos asociados a dicho patrón. Asimismo, después del abandono de la carrera deportiva se observó que la repolarización precoz presentaba una tendencia a persistir, principalmente en los ex atletas masculinos, y con bradicardia sinusal en el seguimiento. En la figura 4-3 se retrata un ejemplo de patrón de repolarización precoz de tipo «rápidamente ascendente» en un nadador de 18 años de edad. Hipertrofia ventricular izquierda por criterios electrocardiográficos El crecimiento ventricular izquierdo es un hallazgo común en el ECG del deportista, con una prevalencia que puede llegar hasta el 45%. Al igual que otras muchas características del ECG del deportista, es la manifestación del efecto que el ejercicio regular produce en el corazón y que, como a cualquier otro músculo del cuerpo que sea entrenado, le condiciona un aumento fisiológico de su masa y de sus cavidades13. Existen diversos criterios para definir por ECG la hipertrofia ventricular izquier- da (HVI), pero los dos más empleados son los de Sokolow-Lyon y los de Cornell. Los criterios de Sokolow-Lyon, quizás los más usados,definen la HVI como la suma de la onda S en V1 y □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...66 la onda R en V5 o V6≥3,5 mV (35 mm) y/o la onda R en aVL ≥1,1 mV (11 mm). Los cri- terios de Cornell ofrecen la ventaja de ajustarse por el sexo: S en V3 + R en aVL > 2,8 mV (28 mm) para varones, y S en V3 + R en aVL > 2,0 mV (20 mm) para mujeres. Estos criterios electrocardiográficos pueden estar influenciados por otros factores que no guardan relación con el crecimiento ventricular, como la masa corporal, la edad, la etnia o el sexo, por lo que deben ser bien identificados e interpretados con cautela26. Pero aun siendo un hallazgo frecuente en el ECG del atleta, y en la mayor parte de los casos benigno, hay determinados signos asociados a la HVI que pueden advertir de situaciones anormales que obligarían a un estudio más exhaustivo. Así, signos de crecimiento auricular, desviación del eje del QRS hacia la izquierda, inversión e infrades- nivel de las ondas T, onda Q patológica, o una deflexión intrinsecoide tardía, sugieren una posible cardiopatía subyacente que debe descartarse. Por tanto, la asociación de signos de HVI y cualquiera de estas manifestaciones, extremadamente raras en la población sana (<2%), requeriría completar el estudio con un ecocardiograma y, en función del grado de sospecha, una resonancia magnética cardíaca27. CONCLUSIONES El ECG sigue siendo, hasta el día de hoy, conjuntamente con una anamnesis completa y una detallada exploración física, una herramienta básica en la valoración médica de cualquier individuo que inicie o ya realice una práctica deportiva habitual. Es en especial Figura 4-3 Patrón de repolarización precoz presente en derivaciones precordiales y del tipo «rápidamente ascendente» en un atleta varón de 18 años de edad. 10..t.U hl lar S8Hz !,A~ ¡ _J 1 (Nr I l 1 1 1 ~~ ,----..-,,..._ ,.-----v-,r-- ~ ~ 1 1 1 ) ¡ .µ. ~ ---~~ 1 ¡, 1 1 1 1 1 ~~~~J\_-AJL/'U ~' _/~A_ El electrocardiograma del deportista y su evolución Capítulo 4 67 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. útil como método de cribado en la detección de enfermedades estructurales cardíacas que, siendo poco frecuentes, pueden conllevar un pronóstico adverso si no se diagnos- tican y tratan a tiempo. Por este motivo, todos los médicos responsables del seguimiento de deportistas deben conocer a fondo las particularidades del ECG y reconocer patrones que se consideren fuera de la normalidad o de riesgo, para profundizar en su estudio. El patrón de repolarización precoz es uno de los hallazgos más controvertidos de la electrocardiografía del deporte. Sin embargo, la tendencia general de la literatura es considerarlo de excelente pronóstico, principalmente en los deportistas ya que su mecanismo fisiopatológico parece ser distinto al de la población general, más bien fruto de una adaptación fisiológica al ejercicio. BIBLIOGRAFÍA 1. Corrado D, Pelliccia A, Bjørnstad HH, et al. 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Reservados todos los derechos EJERCICIO FÍSICO EN LA PREVENCIÓN Y EL TRATAMIENTO DE LA ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR Ricard Serra Grima, Abdel-Hakim Moustafa INTRODUCCIÓN HISTÓRICA Los grandes estudios epidemiológicos de la segunda mitad del siglo xx, en los que se introduce el ejercicio físico como variable para determinar su influencia sobre las enfermedades cardiovasculares, demuestran que existe una relación inversa entre ejercicio físico y cardiopatía coronaria. Quedan algunas cuestiones todavía por resolver, como el volumen y la intensidad de los ejercicios necesarios para promover efectos beneficiosos, especialmente de tipo cardiovascular. La prescripción de ejercicio es una medida que tiene su origen ya en la Grecia antigua. Galeno recomendaba programas de ejercicio en los que se aconsejaba alternar ejercicios vigorosos con suaves, y rápidos con lentos. El objetivo de practicar ejercicio bajo recomen dación tenía unas prioridades: el lugar preferente lo ocupaba la salud, y le seguían la estética, el culto a la propia imagen y, por último, la fuerza como expresión de supremacía y poder. Galeno, además, prestó atención a los signos del sobreentrenamiento. Alcanzó a dis tinguir hasta siete modalidades de fatiga o mala adaptación al entrenamiento. Para evitar estos problemas, los programas constaban de cuatro fases: actividad intensa, descanso, esfuerzo mediano (descanso activo) y recuperación con baño, masaje y sauna. El programa de ejercicio y las observaciones médicas sobre efectos no deseables sólo constituyen una parte de las recomendaciones generales para mejorar la salud mediante el ejercicio físico. La dieta era otro de los aspectos a los que se prestaba atención. Inicialmente se recomendaba el estilo vegetariano, pero más tarde se transformó en una dieta mixta. En suma, el ejercicio físico y los hábitos dietéticos se asocian para mejorar la salud. El médico tenía la responsabilidad de curar, la misma que tiene ahora cuando han trans currido más de dos siglos. Los deportistas eran entonces y son ahora sujetos aparentemente sanos, y el médico tradicional no tenía la base suficiente para tratar a este colectivo especial. El paidotribo, o médico de sanos, cumplía con esa función. En realidad era él quien hacía la prescripción de ejercicio, tenía la consideración de médico y su equivalente actual es el licenciado en educación física. En el Renacimiento, dos médicos españoles, Cristóbal Menéndez de Sevilla (en 1553) y Lobera de Ávila, escribieron acerca de la educación física en la recuperación de la salud. Puede afirmarse que estos dos personajes son los precursores de la aproximación de la educación física en el ámbito de la salud. A finales del siglo xix surgen diferentes escuelas de educación física cuyos objetivos generales son de tipo deportivo: la inglesa, gimnasia de alto nivel, la alemana y la francesa, con influencia de esta, y la sueca. 5 Parte 1 ■ Modificaciones provocadaspor el entrenamiento físico...70 La escuela sueca merece comentario aparte, debido a que su filosofía ha mantenido plena vigencia hasta hace pocos años. Desarrolla la idea de corregir el modelaje sobre el cuerpo humano con unos principios básicos: 1. Tiene el objetivo de asegurar al hombre la actitud favorable al buen desarrollo y funcionamiento corporal. 2. Curar enfermedades y contribuir a la corrección de defectos basándose en movimien tos o con ayuda de aparatos. La escuela sueca sigue un método más anatómico que fisiológico, con predominio del trabajo isométrico, lo que limita en sentido estricto su prescripción de forma generalizada. Su propia evolución ha desplazado el predominio de este tipo de trabajo al de tipo dinámico, que es, en general, el más recomendable en los programas de salud. La situación en los últimos años queda perfectamente definida en dos áreas básicas: el entrenamiento de competición, cuyos objetivos están perfectamente definidos y a los que se pueden atribuir todas las objeciones posibles, y la prescripción de ejercicio para la población general, cuyas normas no excluyen el carácter competitivo, que constituye un factor para promover el cumplimiento. Los programas denominados de mantenimiento son, en la práctica, de progresión y desarrollo de las cualidades físicas; el ejercicio físico practicado con regularidad contribuye a su mejora. ACTIVIDAD FÍSICA EN LOS NIÑOS El nivel de actividad física desarrollado durante la edad escolar es intenso, en particular si los niños viven alejados de las grandes ciudades, debido a que en estas se reduce de forma considerable la oportunidad de ocupar el tiempo de ocio en juegos al aire libre. Por otra parte, el programa de ejercicio obligatorio incluido en los planes de estudios resulta claramente insuficiente. Además, no es el más adecuado para promover el ejercicio como actividad lúdica y conseguir que los niños se integren en programas de ejercicio o deportes suficientemente atractivos para continuarlos al finalizar la etapa de escolarización obligatoria. Los niños dotados de mejores condiciones físicas y técnicas disponen de más facilidades para participar en competiciones escolares, reciben un trato especial y se les motiva para alcanzar el éxito deportivo. Sin embargo, la mayoría de los niños no tiene acceso a pro gramas de entrenamiento y formación deportiva que exigen un trabajo físico más intenso, ni el aliciente para seguir entrenándose de forma regular. Por consiguiente, al finalizar la escolarización obligatoria se acaban los programas de ejercicio sin conseguir el objetivo de promover el interés por el deporte entre la mayoría de los niños. De este modo, en la escuela se establece la primera selección que reduce sensiblemente el número de niños que practicarán deporte con regularidad. En un estudio de Dennison et al.1 se demuestra estadísticamente que los niños con mejor condición física probablemente continuarán siendo físicamente activos hasta los 25 años de edad. Este trabajo confirma la experiencia acumulada de que la aptitud para el deporte de competición es la condición básica para movilizar a niños y adolescentes hacia la actividad física y los deportes. La aptitud cardio rrespiratoria se asocia más que la actividad física a los factores de riesgo de la enfermedad cardiovascular en niños y adolescentes, mientras que a partir de los 15 años de edad es más importante la actividad física2. Ejercicio físico en la prevención y el tratamiento de la enfermedad cardiovascular Capítulo 5 71 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. El interés de instituciones y organismos en las campañas de promoción deportiva no se orienta exclusivamente a captar los elementos mejor dotados para el deporte de competición. El objetivo es de mayor envergadura y se dirige a extender la costumbre de practicar algún deporte a todos los niños, sin discriminarlos por su capacidad física o técnica. Desde el punto de vista epidemiológico, social y educativo, es casi una exigencia promocionar el deporte como actividad recreativa, con carácter preferente, sin olvidar que constituye un eslabón imprescindible en el desarrollo físico e intelectual del niño. Un estudio efectuado en Francia y Canadá3 demuestra que los niños que realizan actividad física a diario durante la etapa escolar tienen mejor comportamiento académico, son más disciplinados e incurren en menor absentismo. Los niños son más activos que los adultos, pero sus niveles de actividad declinan hacia la adolescencia y muchos niños no participan en los programas de actividad física recomendados para ellos. Un documento de la American Heart Association (AHA) des taca el papel que deberían desempeñar las escuelas en la promoción de la actividad física para la prevención de la obesidad en los niños4. En los adultos y los niños la obesidad se relaciona con la cardiopatía coronaria y la diabetes no dependiente de insulina. Las dos formas de controlarla son mediante modifi caciones dietéticas y ejercicio físico. Gutin et al.5 realizaron un estudio en niñas obesas con el objetivo de comprobar los efectos de un programa de ejercicio físico supervisado y de la educación sanitaria en el sobrepeso. Ambas intervenciones fueron eficaces en la mejora de factores diabetogénicos (insulina, glucosa y glucohemoglobina) y aterogénicos (lipo proteínas de alta densidad [HDL], lipoproteínas de baja densidad [LDL], lipoproteí na [a] y triglicéridos) por diferentes vías. El entrenamiento mejoró la capacidad física y el sobrepeso, y la dieta se modificó por la educación sanitaria. El ejercicio físico asociado a la dieta produce cambios en la lipoproteína (a). Los niños que son físicamente más activos tienen la presión arterial más baja en comparación con los de su edad que son menos activos. Es más importante el volumen de trabajo realizado, cuantificado en minutos de ejercicio, que su intensidad. Motivar a los niños a hacer ejercicio con regularidad hasta que son adultos contribuye a mantener una presión arterial más baja en el futuro y a la reducción del riesgo cardiovascular6. La incidencia del tabaquismo en los individuos físicamente activos y deportistas es sensiblemente más baja que entre la población de sedentarios. Este dato es un sólido ar gumento para recomendar programas de ejercicio en los niños y así eliminar la posibilidad de que algunos de ellos sean fumadores en el futuro. Existe la evidencia, además, de que la aparición de cardiopatía isquémica e hipertensión arterial es mayor y de inicio más precoz entre los que empezaron a fumar antes de los 20 años de edad7. Parece, pues, que despertar la ilusión por los deportes en los niños es una tarea de más alcance que las horas de ejercicio físico semanales programadas en cada una de las actividades llevadas a cabo. Han de transcurrir varias décadas para el desarrollo de la arteriosclerosis, que se ma nifiesta clínicamente con las amplias variaciones en la edad cronológica. Las medidas de prevención deben instaurarse ya en la infancia, en especial si existe la sospecha de riesgo cardiovascular. Entre las normas más recomendables se incluyen los programas de ejercicio, que tienen un más que probable efecto en la prevención y el desarrollo de esta enfermedad. El estilo de vida sedentario contribuye a la mortalidad por cardiopatía isquémica y se cree que es un factor de riesgo independiente. No se ha demostrado, sin embargo, que □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...72 constituya un factor de riesgo mayor en el desarrollo de la arteriosclerosis. Estos son, por consiguiente, argumentos de cierta consistencia que, junto a otros, sirven para recomendar los programas de ejercicio a niños, con la finalidad de familiarizarse con la actividad física y conseguir los beneficios que genera a largo plazo8. Es probable que se manifiesten cambios significativos en los hábitos dietéticosy tóxicos de manera espontánea en la población al conseguir que una mayoría de niños haga ejercicio de forma regular durante la etapa escolar, se incremente la dedicación en la adolescencia y continúen en la edad adulta. Si las campañas contra el tabaco en la década de 1960, contra la hipertensión en la de 1970 y contra el colesterol en la de 1990, promovidas por las conclusiones del estudio de Framingham, del que ya se han cumplido 50 años, han tenido una repercusión más que notable, la extensión de la actividad física −regular y supervisada− ha de considerarse el objetivo en años sucesivos, tanto para los niños como para los adultos. Las iniciativas promovidas contra la hipertensión arterial, el tabaquismo o las dis lipidemias constituyen una acumulación de prohibiciones y tienen tan pocos alicientes que justifican, en parte, el fracaso si este se produce. Por el contrario, en los programas de ejercicio bien diseñados, la finalidad es llenar el tiempo de ocio y no es necesario imponer demasiadas limitaciones. Son el propio ejercicio y la relación entre los miembros del grupo los que inducen espontáneamente un cambio de estilo de vida, costumbres dietéticas y hábitos tóxicos. NIVELES DE ACTIVIDAD FÍSICA Los efectos producidos por el entrenamiento guardan relación con el tipo de trabajo mus cular, la intensidad de las sesiones, el tiempo invertido en cada una de ellas y la duración del programa. La mayor parte de la población no sigue un «programa» de entrenamiento regular, pero en cambio sí realiza algún tipo de actividad física en su tiempo de ocio o por exigencias laborales. El nivel de actividad física es la suma del tiempo invertido en el entrenamiento, el del tiempo de ocio y el de actividad laboral. En los estudios que se han llevado a cabo se pone de manifiesto la dificultad de conocer el trabajo físico expresado en gasto energético; el cuestionario es la fuente de información más comúnmente utilizada para tal fin. El estudio de Framingham9 clasifica la actividad física en tres niveles, y cada una de las actividades tiene un índice de requerimiento calórico. Así, por ejemplo, durante el sueño se consume el equivalente a la unidad; en posición de sedestación, 1,1; andando sobre una superficie plana, 1,5; en una actividad moderada, 2,4, y 5 si es pesada. Un individuo que guarda reposo absoluto las 24 horas tiene un índice de 24. Los niveles de actividad se establecen a partir de esta cifra. En 1978, Taylor et al.10 dieron a conocer un formulario para valorar el gasto energético de las actividades de tiempo libre. El modelo de referencia es el cuestionario de Minnesota validado en los Estados Unidos para determinar la actividad física en estudios con diversos objetivos. El índice de actividad metabólica (IAM), o gasto energético de un trabajo o actividad física, se calcula con el producto de su intensidad (I) por la duración del ejerci cio en minutos al año (D): IAM = I × D. Si el índice en situación basal es de 60 kcal/min, no es rigurosamente exacto, pues el metabolismo basal varía entre 50 y 80 kcal/h; la unidad corresponde a 1 kcal/min = 1 MET = 3,5 ml/kg/min. La intensidad de las diversas actividades que figuran en la tabla 51 es la relación entre el gasto energético basal y el gasto energético del trabajo realizado en cada una de las Ejercicio físico en la prevención y el tratamiento de la enfermedad cardiovascular Capítulo 5 73 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. ocupaciones. La intensidad del trabajo (IT) y el gasto energético se han calculado deter minando el V. O2 real. Índices de 2, 2,5, 3 y 3,5 son ligeros; de 44,5 son moderados, y de 6 o más son intensos. Un índice de 6 distingue entre actividades moderadas e intensas, y corresponde al 50% de la frecuencia cardíaca máxima teórica. Niveles de esfuerzo que producen un incremento de la frecuencia cardíaca al 50% o su equivalente en consumo de oxígeno (dentro de ciertos límites existe correlación lineal entre V. O2 y frecuencia cardíaca) ejercen efectos significativos sobre el rendimiento cardiovascular. Gaesser y Rich11 demostraron que se produce un rápido incremento en el V. O2máx de atletas jóvenes entrenados al 85% de la frecuencia cardíaca máxima. Otro grupo entrenado al 45% de la frecuencia cardíaca máxima no experimenta un aumento tan pronunciado, pero a las 11 semanas no hay diferencia significativa entre el V. O2máx de ambos grupos. Gossard et al.12 realizaron un estudio en hombres de mediana edad que entrenaban 5 días a la semana durante 12 semanas al 4060% y otro grupo que lo hacía al 7083%. El grupo de bajo nivel incrementó la capacidad aeróbica en un 8%, mientras Tabla 5-1 Relación de algunas de las actividades más comunes y sus índices de actividad metabólica (intensidad de trabajo para realizarlas) ACTIVIDAD INT. ACTIVIDAD INT. Pasear 3,5 Tenis individual 8,0 Andar al trabajo y del trabajo a casa 4,0 Tenis dobles 6,0 Andar durante el período de descanso en el trabajo 3,5 Bádminton 7,0 Subir escaleras cuando el ascensor no funciona 8,0 Baloncesto (sin jugar un partido) 6,0 Excursiones 6,0 Baloncesto (jugando un partido) 8,0 Cargar paquetes a la espalda 7,0 Baloncesto (actuando como árbitro) 7,0 Escalar montañas 8,0 Balonmano 12,0 Ir en bicicleta al trabajo por distracción 4,0 Squash 12,0 Bailar 5,5 Fútbol 7,0 Hacer ejercicio en casa 4,5 Golf (llevando el carrito) 3,5 Hacer ejercicio en un gimnasio 6,0 Golf (andando, colocando los palos en el carrito) 5,0 Jogging y caminar 6,0 Correr 8,0 Golf (andando y llevando los palos) 5,5 Levantar pesos 3,0 Cortar césped con máquina 4,5 Esquí acuático 6,0 Cortar césped manualmente 6,0 Navegar a vela 3,0 Limpiar y cultivar el jardín 4,5 Ir en canoa o remar (como distracción) 3,5 Cavar en el huerto 5,0 Ir en canoa o remar (en competición) 12,0 Quitar nieve con pala 6,0 Hacer un viaje en canoa 4,0 Trabajos de carpintería dentro del taller 3,0 Nadar (por lo menos 150 m en piscina) 6,0 Pintar dentro de casa (incluye empapelar) 4,5 Nadar en el mar 6,0 Trabajos de carpintería exterior 6,0 Bucear 7,0 Pintar fuera de casa 5,0 Esquiar (descenso) 7,0 Pescar en la orilla del mar 3,5 Patinar 7,0 Pescar con botas altas dentro del río 6,0 Jugar a los bolos 3,0 Cazar patos 6,0 Jugar a balonvolea 4,0 Cazar conejos 5,0 Tenis de mesa 4,0 Caza mayor: ciervos, osos, etc. 6,0 Adaptada de Taylor HL, Jacobs DR, Schucker B, et al. A questionnaire for the assessment of leisure time physical activities. J Chronic Dis. 1978;31:641-755. □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...74 que el de alto nivel lo hizo en un 17%. Ambos aumentos son significativos con respecto al control. Se ha demostrado, por consiguiente, que el incremento de la capacidad física valorado por el gasto energético aumenta, hasta cierto punto, de manera proporcional al nivel de entrenamiento. Los efectos del entrenamiento sobre los factores de riesgo cardiovascular serán tanto más pronunciados cuanto mayor sea el nivel de actividad. No obstante, en el estudio de Framingham los efectos más evidentes se revelan entre sedentarios y con trabajo moderado. En el estudio de Blair et al.13 se ha utilizado un método más elaborado, en el cual el nivel de actividad física se valora semana a semana mediante llamada y el cuestionario correspondiente. Este procedimiento es más eficaz que la pregunta ¿cuál es su actividad física habitual en los últimos años? u otras por el estilo. Exceptuando los individuos que entrenan regularmente y tienen un trabajo estable, resulta difícil cuantificar el nivel de actividad y, más aún, establecer niveles bien diferenciados. NIVELES DE ACTIVIDAD FÍSICA Y ESTUDIOS EPIDEMIOLÓGICOS Alrededor de la década de 1950 se publicaron los primeros resultados de trabajos rea lizados con el objetivo de establecer la relación entre actividad física y cardiopatía is quémica. Morris et al.14 estudiaron a un grupo de conductores de autobusesy turismos, y observaron que la incidencia de cardiopatía isquémica en los segundos era dos veces superior a la de los primeros. El índice de muerte repentina en los meses siguientes a un infarto de miocardio era también dos veces superior. El estudio de Framingham demostró, a los 14 años de seguimiento, que la morbimortalidad cardiovascular era inversamente proporcional al nivel de actividad física en los hombres. El ejercicio físico es una variable independiente de la presión arterial, el tabaquismo y el colesterol15. Un estudio realizado por Paffenberger et al.16 demostró que existe una reducción del 64% en el infarto de miocardio en las personas que mantienen un nivel de actividad física superior a 2.000 kcal/semana (correr, nadar o subir por una pendiente ligera suponen un gasto energético de 10 kcal/min). Así, el incremento del gasto energético en la actividad laboral guarda relación con la incidencia más baja de infarto de miocardio y otras manifestaciones de cardiopatía isquémica, incluida la muerte súbita1720. El ejercicio físico por sí mismo (la hipótesis del ejercicio físico como factor protector), o a través de la modificación de los factores de riesgo, promueve cambios sustanciales sobre el sistema cardiovascular y la salud en general. En un estudio prospectivo llevado a cabo en hombres y mujeres realizado por Blair et al.21 se demuestra que los niveles más altos de actividad física retrasan la aparición de causas de mortalidad por enfermedad cardiovascular. En el Multiple Risk Factor Intervention Trial22 se ha llegado a la conclusión de que los hombres con alto riesgo de cardiopatía isquémica y niveles de actividad física entre ligeros y moderados tienen índices de mortalidad por cardiopatía isquémica y muerte súbita más bajos que los individuos sedentarios. Otros efectos favorables son la contribución al mantenimiento del peso, la disminución del consumo de cigarrillos, el aumento del colesterol HDL, la reducción de la presión arterial sistólica y la mejora en el metabolismo de los hidratos de carbono. La estrategia para promover la salud y la longevidad, a la luz de las conclusiones del estudio, consistiría en iniciar de forma temprana los programas de actividad física y recomendar con insistencia su continuidad. Ejercicio físico en la prevención y el tratamiento de la enfermedad cardiovascular Capítulo 5 75 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. Las recomendaciones de ejercicio actualizadas realizadas por la AHA para adultos de entre 18 y 65 años de edad consisten en realizar actividad aeróbica un promedio de 40 minutos al día, de intensidad moderada a alta, tres o cuatro veces por semana23. Las recomendaciones para las personas de mayor edad son similares, pero hay que señalar algunas diferencias que afectan a la intensidad del trabajo aeróbico, que debe ser más suave, como incrementar las actividades que favorecen la flexibilidad y adaptar los programas a las características individuales, de modo que puedan realizarlos la mayoría de las personas24. BENEFICIOS DE LA ACTIVIDAD FÍSICA El ejercicio físico mejora el rendimiento cardiovascular debido a cambios hemodinámicos hormonales, metabólicos, neurológicos y en la función respiratoria. Interviene en la modificación de los factores de riesgo cardiovascular y, en consecuencia, desempeña un papel relevante en la prevención primaria y secundaria de la cardiopatía isquémica. Los programas de ejercicio supervisados se recomiendan ya desde la infancia, con el fin de estimular el hábito del deporte, una de las medidas más adecuadas para ocupar el tiempo de ocio y, paralelamente, mejorar el estado de salud. Entre los efectos del ejercicio físico hay que valorar los que corresponden al propio entrenamiento, su implicación en la modificación de los factores de riesgo cardiovascular y los cambios promovidos en el estilo de vida. EFECTOS PROPIOS DEL ENTRENAMIENTO Una de las consecuencias de mayor relieve es el incremento del consumo de oxíge no (V. O2), que guarda buena correlación con la función cardiovascular. Esta mejoría se produce al aumentar la capacidad del sistema cardiocirculatorio y la mejor utilización del oxígeno por el músculo esquelético25. El V. O2máx varía en función de la edad, el sexo y los factores genéticos. El valor medio en un individuo sedentario de 20 años de edad es de 45 ml/kg/min, con una desviación de un 1015%; el entrenamiento intenso produce incrementos de hasta un 35%, y de ahí que en los atletas se encuentren habitualmente valores por encima de los 70 ml/kg/min. Las demandas energéticas del miocardio disminuyen debido a que la frecuencia car díaca y la presión arterial experimentan un menor incremento a un nivel de esfuerzo determinado. Este efecto es similar al que ejercen los fármacos bloqueadores del sis tema betaadrenérgico utilizados para reducir el consumo de oxígeno del miocardio. Por consiguiente, los pacientes con cardiopatía y respuesta adrenérgica acusada pueden beneficiarse de este mecanismo fisiológico que contribuye al ahorro energético. El trabajo dinámico (carrera continua, bicicleta o nadar) produce un aumento del grosor de la pared ventricular con hipertrofia habitualmente concéntrica y dilatación de la cavidad. Sin embargo, estos cambios no son siempre significativos al compararlos con in dividuos sedentarios de superficie corporal similar. Se ha comprobado que el calibre de las arterias coronarias aumenta en los animales sometidos a entrenamiento, mientras que en otros estudios se ha visto que la circulación colateral es más extensa26. La reducción de la depresión del ST durante la prueba de esfuerzo en pacientes con cardiopatía isquémica que siguen programas de entrenamiento sugiere que pudiera ser un efecto secundario al desarrollo de la circulación colateral27,28. La bradicardia sinusal es el efecto más acusado □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...76 que se observa tras un período de acondicionamiento físico. Asimismo, el incremento de la frecuencia cardíaca para un nivel de esfuerzo submáximo es menor. Al disminuir el trabajo cardíaco por el menor incremento de la frecuencia cardíaca,y posiblemente de la presión arterial sistólica, aumenta la capacidad de ejercicio por un mecanismo más fisiológico en los pacientes con angina. La bradicardia sinusal facilita, además, el incremento del flujo sanguíneo coronario al aumentar el tiempo de diástole. La persistencia de los efectos del entrenamiento, en la práctica equivale a un bloqueo fisiológico de los receptores betaadrenérgicos y pudiera tener efectos sobre la mortalidad cardiovascular. Los estudios con electrocardiograma de Holter realizados en deportistas mues tran una actividad simpática más suave en la transición del período de sueño a la vigilia. La mortalidad cardiovascular, más frecuente en las primeras horas de la mañana, se ha relacionado con la presencia de picos de actividad simpática a esas horas. La reducción de la mortalidad postinfarto de miocardio con bloqueadores beta se debería, en parte, a este mecanismo. A los pacientes con infarto de miocardio incluidos en programas de prescripción de ejercicio físico de intensidad moderadaalta se les ha de ajustar la dosis de fármaco a medida que los efectos del entrenamiento se van instaurando. La asociación del fármaco a los efectos del entrenamiento suele ocasionar a los pacientes sensación de incomodidad por la propia bradicardia, más acusada en aquellos con predominio del tono parasimpático constitucional. MODIFICACIÓN DE LOS FACTORES DE RIESGO La actividad física regular es importante para la prevención primaria y secundaria de la enfermedad coronaria: l Prevención primaria: numerosos estudios epidemiológicos han demostrado que las personas físicamente activas tienen una menor incidencia de enfermedad coronaria en comparación con las personas sedentarias. Por otra parte, el estadocardiorrespiratorio se asocia con una menor incidencia de la mortalidad por enfermedad cardiovascular y por todas las causas. l Prevención secundaria: la rehabilitación de ejercicio en personas con enfermedad coronaria conocida reduce la mortalidad de causa cardiovascular y la mortalidad total en un 26% y un 20%, respectivamente, pero no reduce significativamente el infarto de miocardio no mortal. Además, los altos niveles de actividad física (2.200 kcal/semana) pueden estar asociados con la regresión de las lesiones existentes2931. Lípidos plasmáticos El interés por el metabolismo de las lipoproteínas tiene tres argumentos de relieve en epidemiología cardiovascular, al haberse demostrado que: 1. Existe una asociación entre hipercolesterolemia y arteriosclerosis. 2. Hay relación entre las concentraciones de LDL (colesterol LDL) y el depósito de colesterol en la pared arterial. 3. La forma de eliminación del colesterol de las células se produce a través del coleste rol HDL. La situación más favorable, desde el punto de vista de la protección frente a la enfer medad cardiovascular, es la que combina máximas concentraciones de colesterol HDL con mínimos valores de colesterol LDL. Ejercicio físico en la prevención y el tratamiento de la enfermedad cardiovascular Capítulo 5 77 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. Todas las formas de ejercicio físico dinámico o aeróbico promueven la pérdida de los lípidos que constituyen la cobertura de las lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL). En este sentido, el ejercicio actuaría como un verdadero hipolipidemiante. El resto de las partículas de LDL (factor de riesgo más elevado) se transforman en partículas de coles terol HDL, de alta densidad o protector. Por consiguiente, mediante el ejercicio, los triglicéridos se transforman en ácidos grasos que se utilizan como fuente energética, aumenta el colesterol HDL y disminuye el LDL, lo que tiene efecto protector frente a la enfermedad arteriosclerótica3238. En un metaanálisis de 52 estudios sobre el efecto del ejercicio físico de 12 semanas o más de duración en 4.700 sujetos se demostró que se producía un incremento de HDL del 4,6% y una reducción de triglicéridos y LDL del 3,7% y el 5%, respectivamente41,42. Estas aportaciones sobre el metabolismo de las lipoproteínas ponen de manifiesto, además, que el ejercicio físico promueve cambios irreversibles en la composición de las lipoproteínas. En estudios previos realizados con personas físicamente activas se demostró que los valores de HDL eran más altos y los de LDL eran más bajos que en los individuos con un estilo de vida sedentario43,44. Los cambios favorables producidos por el ejercicio están más relacionados con el gasto energético que con la intensidad del ejercicio45,46. De esta forma se explicarían las modificaciones en las concentraciones plasmáticas de lipoproteínas con las diferentes modalidades de trabajo dinámico (carrera continua o jogging, andar a paso vigoroso, bicicleta, etc.). Para observar los cambios en las concentraciones plasmáticas de lipoproteínas se re quiere un volumen de trabajo bastante elevado. Probablemente, los programas de ejercicio cuyo objetivo es la mejora del fitness, con tres sesiones de 2030 minutos a la semana de trabajo dinámico, son insuficientes para obtener cambios significativos en las lipoproteínas plasmáticas. En un estudio se ha recomendado un volumen de ejercicio equivalente a carrera continua (jogging) de alrededor de 20 km a la semana47. El incremento más importante en el colesterol HDL se produce en los individuos que en condiciones basales tienen valores más altos. Este hecho sugiere la existencia de un efecto relacionado con diferencias metabólicas individuales48,49. Kokkinos et al.50, en un estudio realizado con el fin de valorar el efecto del ejercicio físico sobre las lipoproteínas, señalan que la mayoría de los cambios se producen, al parecer, en corredores cuyo volumen de entrenamiento es de 1122 km a la semana. La significación estadística del umbral de ejercicio para cambios en el colesterol HDL se establece en 11 km cuando se comparan corredores con personas sedentarias. A raíz del éxito de las carreras populares de maratón y de otras actividades en las que se realiza un esfuerzo prolongado, se ha incrementado sensiblemente el número de participantes y entre ellos predominan los deportistas preveteranos y veteranos. Las características de estas pruebas y su entorno favorecen, por un lado, el cumplimiento de programas de ejercicio, y por otro, posiblemente, los efectos beneficiosos del ejercicio físico. En efecto, el ejercicio físico intenso de larga duración incrementa la susceptibilidad a la oxidación del colesterol LDL. En un estudio realizado con corredores bien entrenados que participaron en una competición de 4 horas se comprobó que la susceptibilidad a la oxidación de las citadas LDL estaba modificada de manera significativa después del esfuerzo intenso y prolongado51. □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...78 La lipoproteína (a) es un componente lípido muy parecido a las LDL. El ejercicio físico regular favorece, de manera directa o indirecta, las modificaciones de las subfracciones de lipoproteínas, reduciendo de esta forma el riesgo cardiovascular. La lipoproteína (a) es más resistente al tratamiento con fármacos y cambios dietéticos. En un estudio rea lizado por Hubinger y Traeger52 sobre el comportamiento de las lipoproteínas (a) con el entrenamiento regular durante 12 semanas se demuestra que se producen cambios significativos en sus concentraciones plasmáticas. Un período de intervención de 12 se manas posiblemente sea insuficiente, sobre todo cuando la duración de las sesiones tiene un tope mínimo de 30 minutos. Los cambios metabólicos con este volumen de ejercicio son demostrativos; no obstante, los cambios en el V. O2máx no son significativos. En un estudio53 que se ha llevado a cabo en pacientes con diabetes tipo 12 con el fin de observar las modificaciones del metabolismo hidrocarbonado producidas por el en trenamiento, se ha observado un resultado similar al del estudio de Hubinger y Traeger. No se aprecian cambios significativos en la capacidad física valorada por el V. O2máx, en tanto que los cambios metabólicos son importantes. Niebauer et al.54 realizaron un estudio con 113 pacientes que presentaban niveles moderados de colesterol LDL (<210 mg/dl) y cardiopatía coronaria, a los que distribuyeron aleatoriamente en dos grupos: intervención (dieta baja en grasas y ejercicio) y control. Al cabo de 1 año de seguimiento se observó que con la modificación de la dieta y ejercicio mejoraban los niveles de AI y apolipoproteí na AII, asociados con un retraso en la progresión de la cardiopatía coronaria. La apolipo proteína AI es el mayor componente proteico de las HDL, y la apolipoproteína B es el principal componente de las LDL. Las normas de la dieta se establecieron según la AHA: proteínas, 15%; hidratos de carbono, 65%; grasas, por debajo del 20%, y colesterol, menos de 200 mg/día. El programa de ejercicio físico consiste en 30 minutos como mínimo de bicicleta al día y dos sesiones de 60 minutos. Aunque el índice de colesterol HDL y LDL tiene limitaciones cuando se utiliza para tomar decisiones terapéuticas, tiene un valor superior a las apolipoproteínas como marcador metabólico de la eficacia del tratamiento en los pacientes con cardiopatía coronaria. Los resultados del Lipid Research Clinics Program55 han puesto de manifiesto la fuerte relación entre el colesterol LDL y la cardiopatía isquémica. El tratamiento de estos pacientes con fármacos hipolipidemiantes ha reducido en un 20% el riesgo de cardiopatía isquémica y/o infarto de miocardio durante un seguimiento de 7,4 años. Es probable que el ejercicio físico contribuya a la normalización o a una reducción significativa de las concentracionesplasmáticas de los lípidos implicados en el riesgo cardiovascular, por el propio ejercicio y, de forma secundaria, por los cambios introducidos en el estilo de vida. La dieta es insuficiente para disminuir las concentraciones plasmáticas elevadas de colesterol LDL. No obstante, en un estudio realizado por Stefanick et al.56 en hombres y mujeres posmenopáusicas, con valores de colesterol HDL bajos y elevados de LDL, se ha demostrado que, si se asocia ejercicio físico, se reducen las concentraciones de coles terol LDL. Hipertensión arterial La hipertensión arterial sistémica es un factor de riesgo cardiovascular estrechamente aso ciado a la presentación de cardiopatía coronaria y enfermedad cardiovascular. La obesidad Ejercicio físico en la prevención y el tratamiento de la enfermedad cardiovascular Capítulo 5 79 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. y el estilo de vida sedentario son, a la vez, factores de riesgo; sin embargo, su grado de implicación no está suficientemente probado. Algunas de las medidas recomendadas en el tratamiento no farmacológico de la hipertensión arterial son la modificación de la dieta (hipocalórica y de bajo contenido en sal) y la actividad física, la cual interviene en la pérdida de peso e, indirectamente, en la normalización de la presión arterial. Existe, pues, una relación evidente entre actividad física, obesidad e hipertensión arterial. Los programas de ejercicio no se recomendaban habitualmente a pacientes con hiper tensión arterial. La actividad física se reducía a caminar y a la derivada de la propia actividad laboral. Esta actitud parecía estar justificada hasta 1970, cuando Boyer y Kasch57 demostraron que un programa de ejercicio durante 6 meses producía una reducción de la presión arterial sistólica, tanto en personas normotensas como en pacientes con hipertensión arterial de grado ligero. Si la actividad física es eficaz en el tratamiento de la hipertensión arterial, no parece lógico contraindicarla dentro de una pauta de medidas de tratamiento no farmacológico. Diversos estudios realizados a partir de 1984 ponen de manifiesto la relación inversa entre actividad física e hipertensión arterial. Martin et al.58 valoran el efecto del trabajo dinámico durante 10 semanas en individuos sedentarios de 1660 años de edad, y com prueban que se produce una reducción significativa de la presión arterial en aquellos con hipertensión. Esta modificación no está asociada a la pérdida de peso, por lo que, posiblemente, el ejercicio físico actuaría como factor independiente. Blair et al.59 relacionan el fitness con el desarrollo de la hipertensión arterial. Los sedentarios de condición física de más bajo nivel tendrían más riesgo de desarrollar hipertensión arterial. La probable asociación entre fitness e hipertensión arterial se debe, además, al incremento en el consumo de cafeína, alcohol o sal. Las conclusiones de al menos 44 estudios con distribución aleatoria que incluyen 2.674 pacientes participantes en un programa de entrenamiento para reducir la presión arterial demuestran que disminuyeron tanto la sistólica como la diastólica, en 3,4 y 2,4 mmHg, respectivamente. En los pacientes hipertensos el descenso era mayor, de 7,4 y 5,8 mmHg. El entrenamiento físico con trabajo de tipo aeróbico o dinámico disminuye la presión arterial por reducción de las resistencias periféricas, en la que están implicadas las modificaciones del sistema nervioso simpático y el sistema reninaangiotensina60,61. El efecto favorable de los programas de ejercicio de moderada intensidad sobre la hipertensión arterial se debe a la reducción del volumen plasmático y a la concentración de noradrenalina en plasma62. En pacientes hipertensos, especialmente con niveles bajos de renina, el ejercicio constituye una importante intervención no farmacológica en el tratamiento de la hipertensión arterial, al disminuir la actividad simpática adrenérgica y aumentar los niveles de prostaglandinas63. El control de la presión arterial mediante programas de ejercicio en población de me diana edad es una medida eficaz en prevención primaria; no obstante, los programas de ejercicio en niños y adolescentes son más eficaces debido a que en ellos la actividad física y deportiva es más intensa y no se han desarrollado todavía los signos de la enfermedad, ni existe repercusión sobre el sistema cardiovascular. Strazullo et al.64 estudiaron el efecto del ejercicio sobre la presión arterial y comprobaron que los niños más entrenados tenían valores de presión arterial más bajos. El ejercicio físico es, a la vez, un factor independiente □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...80 de la edad y de la obesidad. Gillum65 ha observado que los adolescentes que realizan trabajo dinámico mejoran su hipertensión arterial al disminuir de peso y mejorar la función cardiopulmonar. Los adolescentes obesos presentan cambios estructurales que afectan a las resistencias vasculares. Esta alteración se modifica de manera significativa al perder peso, y en mayor grado si se asocia a ejercicio físico de tipo dinámico. Así pues, existe una clara evidencia del efecto del ejercicio físico sobre la presión arterial en adultos y niños que presentan hipertensión arterial moderada66. En resumen, lo más importante de un programa de ejercicio físico en los pacientes con hipertensión arterial es la regularidad y la intensidad moderada y de predominio aeróbico. Factores de la coagulación El sistema fibrinolítico desempeña una función en la formación del trombo. La reducción en la actividad fibrinolítica se asocia con un incremento del riesgo de infarto de miocardio y de accidente cerebrovascular. Algunos estudios han demostrado que el entrenamiento de predominio dinámico aumenta la actividad fibrinolítica de la sangre67,68. Chandler et al.69, en un estudio realizado en hombres y mujeres incluidos en un programa de entrenamiento de 6 meses, demuestran que el entrenamiento aeróbico puede tener efectos favorables en los mecanismos de la fibrinólisis en hombres y mujeres adultos, al incrementar la actividad del activador del plasminógeno tanto en hombres como en mujeres. En los hombres ancianos se modifican al menos dos de las tres alteraciones de la fibrinólisis asociadas con la formación del trombo en la enfermedad cardiovascular, pues se reducen el PAI1 y el antígeno tPA matutino70. Elwood et al.71, en un estudio con 2.398 hombres de 5064 años de edad, investigaron la asociación de actividad física y factores de riesgo, incluyendo la concentración de fibrinógeno y la viscosidad. Demostraron que la concentración de triglicéridos es sus tancialmente más baja en los hombres que realizan actividad física en comparación con los sedentarios, y que el comportamiento de los factores hemostáticos es más favorable. Estos efectos corresponden a una diferencia en el riesgo de cardiopatía coronaria para hombres activos y sedentarios de al menos un 78%. La concentración de triglicéridos mostró un fuerte valor predictivo de cardiopatía, y el efecto del ejercicio era favorable. La actividad física en el tiempo libre está inversamente asociada a la cardiopatía coronaria y a la viscosidad del plasma; no obstante, el trabajo realizado en la actividad laboral no tiene estos efectos en hombres y mujeres normales. CAMBIOS EN EL ESTILO DE VIDA El ejercicio físico contribuye al abandono de los hábitos tóxicos, especialmente el tabaco, al mantenimiento de dietas equilibradas y al menor consumo de alcohol. Resulta imposible llevar a cabo un programa de actividad física de cierta intensidad si paralelamente no se introducen cambios en el estilo de vida. En un estudio efectuado por Hartley72 en individuos aparentemente sanos se observó que muy pocos participantes con un nivel de actividad física alto eran fumadores y tenían sobrepeso. En la misma línea, Hickey et al.73 comprobaron que los hombresfísicamente activos en su tiempo de ocio eran menos fumadores y tenían menores índices de obesidad. Por consiguiente, la actividad física regular promueve cambios habitualmente muy impor tantes en el estilo de vida, caracterizados por una mejoría en los hábitos higiénicodietéticos Ejercicio físico en la prevención y el tratamiento de la enfermedad cardiovascular Capítulo 5 81 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. de forma espontánea. El efecto inmediato es una sensación subjetiva de bienestar, que a largo plazo se traduce en un estado de salud y una condición física superiores. CAPACIDAD FÍSICA (FITNESS) FRENTE A EJERCICIO FÍSICO EN LA PREVENCIÓN DE LA ENFERMEDAD CORONARIA La adaptación al ejercicio físico se produce como consecuencia de dos factores esenciales: en primer lugar, el nivel de entrenamiento que se ha mantenido con anterioridad, y en segundo lugar la condición física, o fitness según la terminología anglosajona. En un caso se trata de un factor adquirido, y en el otro, probablemente, viene determinado genéticamente. En la práctica se observan a menudo las diferencias que existen en la tolerancia al esfuerzo entre personas del mismo sexo, edad y superficie corporal, cuyo estilo de vida es de predominio sedentario. La evidencia de los efectos favorables del ejercicio físico en la prevención primaria de la cardiopatía coronaria ha permitido establecer recomendaciones para los ciudadanos en el sentido de incrementar su nivel de actividad física, a las que ya se ha hecho referencia en el apartado precedente72,74,75. Berlin et al.76 han realizado un estudio en el cual se resumen los efectos de la actividad física en la prevención de la cardiopatía coronaria. Consiste en un metaanálisis sobre una serie de 27 cohortes en las que se investiga la relación entre actividad física y enfermedad coronaria. Una de las conclusiones es que el riesgo relativo de muerte por cardiopatía coronaria es de 1,9 (intervalo de confianza del 95%: 1,62,2) para las personas sedentarias comparadas con las que son físicamente activas en el trabajo. La asociación entre bajo nivel de actividad física y cardiopatía coronaria pone de manifiesto que el estilo de vida sedentario tiene repercusiones significativas sobre la salud cardiovascular. El dato más positivo del estudio, y de otros que se han llevado a cabo en la misma dirección, es la posibilidad de intervención sobre un factor que es posible modificar con unas normas generales sobre cambios en el estilo de vida77,78. Condición física cardiorrespiratoria (fitness) El V. O2máx obtenido preferentemente por método directo mediante analizador de gases es el parámetro más fiable para determinar la capacidad de rendimiento físico de una persona. Sus variaciones fisiológicas y otros detalles se analizaron en los capítulos 1 y 2. La experiencia en el ámbito de las pruebas de esfuerzo demuestra que, entre la población de estilo de vida sedentario e igualdad de sexo y superficie corporal, la tolerancia al esfuerzo varía sensiblemente de una persona a otra. El entrenamiento físico regular contribuiría a incrementar las diferencias. De hecho, en la mayoría de las especialidades deportivas, el rendimiento no está exclusivamente en relación con el entrenamiento. La herencia desempeña una función que posiblemente sea más relevante. Algunos estudios han investigado simultáneamente la asociación entre actividad física y fitness con el riesgo de cardiopatía coronaria. Lakka et al.79 han investigado la función que desempeñan ambos parámetros como factores independientes. Se requiere un nivel de intensidad mínima para reducir el riesgo de presentación de cardiopatía coronaria. A la vez, el riesgo es menor si el nivel de fitness (valorado por el V. O2máx) alcanza los 34 ml/ kg/min (la edad de la población estudiada es de 4260 años). En esencia, el estudio profundi za objetivamente en el nivel de fitness valorado por el V. O2máx. Las modificaciones de este parámetro se producen sólo si el nivel de actividad física es de intensidad moderada a □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...82 alta. Una persona que dedica varias horas a caminatas verá reducido el riesgo cardiovas cular de manera significativa, pero el riesgo será inferior en las personas que realizan una actividad física que requiere un gasto energético más alto, como correr, ir en bicicleta a ritmo vivo (20 km/h) o nadar a ritmo moderado para una persona cuyo dominio de la técnica es suficiente. Se ha valorado la capacidad de ejercicio (fitness) en cinta ergométrica de 9.191 personas remitidas para realizar una prueba de esfuerzo por dolor torácico, dolor atípico o cribado. La capacidad física más baja se asocia a una probabilidad más alta de incidencias cardiovas culares. Con este argumento, estos pacientes deberían hacer una prevención más intensa de los factores de riesgo cardiovascular80. La modificación de la condición física en los hombres sanos de edad media predice la mortalidad. Un estudio reciente de Erikssen et al.81 ha demostrado que una ligera mejoría en la condición física se asocia a una reducción significativa del riesgo de muerte. Este dato es más importante al poner de relieve la eficacia de los programas de entrenamiento físico de intensidad moderada, que están al alcance de la mayor parte de la población. La mejora del V. O2máx en la población adulta de 6071 años se produce de modo similar a como ocurre en la población más joven, y es independiente de la edad, el sexo y el nivel previo de fitness82. Esto es un sólido argumento para promover el incremento de la actividad física de grado medioalto en la población adulta. El aumento en el V. O2máx por la mejora del fitness disminuye el riesgo de cardiopatía coronaria. Los individuos con menor capacidad física tienen más riesgo de muerte que aque llos con niveles más altos de fitness. Kokkinos et al.83 investigaron la asociación entre la capacidad de ejercicio y todas las causas de mortalidad en 6.749 personas de raza negra y 8.911 de raza blanca, todos adultos y sin enfermedad cardiovascular, que realizaron una prueba de esfuerzo en treadmill. Los resultados muestran que existe una relación inversa entre la reducción de la mortalidad y la mejor capacidad de ejercicio. Las guías de ejercicio físico son una referencia para mejorar la salud y disminuir el riesgo y la mortalidad; no obstante, también se han observado beneficios siguiendo programas de ejercicio con menor intensidad de trabajo, lo que prueba, además, que la relación entre dosis de ejercicio y beneficio es flexible84. Una cuestión a debate es la relación entre el fitness natural y el riesgo de cardiopatía coronaria. Los niños con mejor fitness serán físicamente más activos de adultos, y esta condición incidirá en la presentación de la cardiopatía coronaria. Las bases genéticas de las diferencias observadas en los niños son complejas, y por el momento sólo se han valorado los efectos de las diferencias en el V. O2máx como parámetro fundamental de medida del rendimiento cardiovascular. ACTIVIDAD FÍSICA Y SALUD PÚBLICA Recomendaciones actuales La evidencia de los beneficios del ejercicio físico a través de revisiones de efectos fisio lógicos, ensayos epidemiológicos y documentación clínica ha promovido numerosas iniciativas, de ámbito público y privado, con el objetivo de sensibilizar a la población sobre la conveniencia de cambiar el estilo de vida hacia costumbres más saludables. La modificación de los hábitos dietéticos y la eliminación del tabaquismo constituyen dos de las piezas fundamentales en la mejora y la promoción de la salud; el ejercicio físico Ejercicio físico en la prevención y el tratamiento de la enfermedad cardiovascular Capítulo 5 83 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. es el tercer elemento sobre el que recae una parte importantede la responsabilidad de alcanzar ese objetivo. En los Estados Unidos, los Centers for Disease Control and Prevention y el American College of Sports Medicine elaboraron un documento de consenso con la finalidad de in crementar la participación de los ciudadanos de todas las edades en programas de actividad física85. El debate se centra en cuáles son las actividades más recomendables y el tiempo requerido para lograr efectos cuantificables a medio y largo plazo. Las conclusiones del comité de expertos consideran que una persona debería acumular 40 minutos de promedio de ejercicio físico de moderada intensidad preferiblemente todos los días de la semana. El comité de ejercicio físico y rehabilitación de la AHA, en una declaración de intencio nes23,86 en relación con el ejercicio físico, estableció unas recomendaciones sobre programas de ejercicio físico para la población americana. Pese a los evidentes efectos beneficiosos del ejercicio físico en el ámbito físico y psicológico, no se ha llegado a superar el 50% de las personas que mantienen la práctica de ejercicio físico a los 6 meses. Despertar el interés y la motivación es uno de los retos a los cuales debe aspirarse para garantizar los objetivos que se desea conseguir. Los médicos, las familias, las escuelas y las instituciones públicas y privadas han de promover, mediante mensajes adecuados, la expansión de la actividad física en la comunidad infantil y entre los adultos. En esta línea, el Consejo de Colegios Médicos de Cataluña, con el soporte del Consejo Asesor de Actividad Física y Promoción de la Salud de la Dirección General de Salud Pública de la Generalitat de Cataluña, elaboró un documento en el que se recomienda promover el ejercicio físico, entre otras medidas, para fomentar la salud cardiovascular23,87. Por último, cabe hacer referencia a las recomendaciones de ejercicio más recientes de la AHA y del American College of Sports Medicine para promover la salud en los adultos de 1865 años de edad y entre las personas de edad más avanzada. El ejercicio físico es una medida básica, y si se realiza con método y rigor, se consiguen más beneficios y se minimiza el riesgo23,24. BIBLIOGRAFÍA 1. Dennison B, Straus JH, Mellitis D, Charney E. Childhood physical fitness tests: predictor of adult phsysical activity levels? Pediatrics 1988;82:32430. 2. HurtigWennlöf A, Ruiz JR, Sjöström HM. Cardiorespiratory fitness relates more strongly than physical activity to cardiovascular disease risk factors in healthy children and adolescents: the European Youth Heart Study. Eur J Cardiovasc Prev Rehabil 2007;14:57581. 3. Strong WB. Physical activity and children. Circulation 1990;81:1697701. 4. Promoting Physical Activity in Children and Youth. AHA Scientific Statement. Circulation 2006;114:121424. 5. Gutin B, Cucuzzo N, Islam S, Smith C, Stachuro ME. Physical training lifestyle education and coronary risk factors in obese girls. Med Sci Sports Exerc 1996;28:1923. 6. Leary SD, Ness AR, Smith GD, et al. Physical activity and blood pressure in childhood. Hypertension 2008;51:928. 7. Riopel DA, Boerth RC, Coates T, Miller W, Weidman W, Hennekens CH. Position statement. Coronary risk factor modification in children smoking. Circulation 1986;74:1192A4A. □ © 2015. Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos RIESGO CARDIOVASCULAR DURANTE EL EJERCICIO FÍSICO Ricard Serra Grima INTRODUCCIÓN El deporte es una actividad recomendada para mejorar la salud al estar directamente implicada en la regulación de los factores de riesgo cardiovascular más importantes. La variedad de especialidades deportivas que existen permite seleccionar la más apropiada para las aptitudes individuales, la edad y las recomendaciones médicas. La preferencia por una de ellas es un argumento prioritario, pues el cumplimiento del ejercicio físico guarda relación, en gran medida, con el grado de satisfacción que se experimente al practicar un deporte. El objetivo es conseguir que el deporte y la actividad física lleguen a la mayoría de la población. En los últimos 20 años se ha registrado un incremento sustancial del número de personas mayores de 40 años que practican deporte, especialmente en carreras de fondo tipo maratón, triatlón o carreras de montaña. La competición, por sí misma, constituye un desgaste físico importante al que hay que sumar el correspondiente al programa de entrenamiento que se recomienda para resistir competiciones de estas características. Los deportistas que no tienen la categoría de profesionales deben simultanear el entrenamiento con el trabajo habitual, que puede ser duro y con variabilidad horaria. El resultado es una sobrecarga física y psíquica importante que ha de regularse mediante una supervisión adecuada para no incurrir en el fenómeno del sobreentrenamiento y otras complicaciones de mayor relieve. Una parte considerable de deportistas realiza ejercicio físico sin ningún tipo de su- pervisión médica, física ni técnica. La probabilidad de que se presenten complicaciones es más alta en estos casos que en grupos controlados. La mayor parte de los problemas y complicaciones que se producen por el ejercicio físico intenso pueden evitarse con un examen médico básico en el que se incluye un electrocardiograma (ECG). El estilo de vida físicamente activo es un modelo que deberían seguir las personas sedentarias, sobre todo aquellas con factores de riesgo cardiovascular (hipercolesterolemia, hipertensión arterial, diabetes, obesidad o tabaquismo). La participación de deportistas veteranos en deportes de resistencia, como las carreras de larga distancia a las que se ha hecho referencia, o ciclismo en carretera, ha despertado, en sentido opuesto, cierta inquietud entre los médicos que consideran que estas actividades podrían incrementar significativamente el riesgo cardiovascular. Habría que añadir, en sentido positivo, que las carreras de fondo son un factor de protección del riesgo cardiovascular. La distancia y la fatiga muscular acumulada limitan la intensidad del ejercicio y en consecuencia el trabajo cardíaco es menor. El ejercicio físico se asocia a una mayor probabilidad de riesgo de lesiones, en es- pecial del aparato locomotor. La prevención consiste en el seguimiento de los programas de entrenamiento, establecidos de acuerdo con la edad, la aptitud física o la actividad 6 Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...90 sociolaboral. La prescripción de ejercicio físico supervisado es, tal vez, la mejor garantía del cumplimiento de las normas básicas del entrenamiento físico, que se ajustan a lo que debería ser un modelo de programa de ejercicio físico de ámbito no competitivo. El que se sigue en la alta competición, prescindiendo de la intensidad del ejercicio, sería el más recomendable por el rigor y la disciplina en el método. Las lesiones y los traumatismos que se producen en algunos deportes no han despertado la alarma, pese a su elevada incidencia y en ocasiones, incluso, con episodios de muerte por causa no cardíaca. La muerte repentina en el deporte es uno de los temas que mayor interés ha suscitado en los últimos años. El trabajo de Maron et al.1 sobre muerte súbita en jóvenes deportistas y las carreras de maratón populares constituyen dos puntos de referencia en torno al riesgo cardiovascular durante el ejercicio físico. La importancia y la repercusión en el ámbito médico del citado estudio y las series publicadas sobre episodios de muerte súbita en corredores2-5 sugieren unas consideraciones para la reflexión sobre el riesgo del ejercicio físico cuando se excluyen los casos debidos a cardiopatía orgánica asociada. En la serie de Maron et al.1, de los 29 casos de muerte súbita, en 28 se descubrió una cardiopatía orgánica y sólo en uno no se pudo demostrar la presencia de cardiopatía. En rigor, el título del estudio debería ser «Muerte súbita en jóvenes deportistas con cardiopatía». El ejerciciofísico es, ciertamente, el desencadenante, pero el riesgo guarda relación con una cardiopatía orgánica con repercusión funcional importante. En los casos de muerte súbita registrados en corredores se demostró que la mayoría presentaba cardiopatía coronaria, en unos ya diagnosticada y en otros el inicio de la enfermedad consistió en la muerte súbita (cuadro 6-1). Al igual que en los casos referidos por Maron et al.1, la definición del problema pasa por el cambio del enunciado, que debería hacer referencia explícita a la presencia de cardiopatía en los citados corredores. La cardiopatía coronaria era la causa de muerte súbita más común en los atletas de larga distancia. El análisis del riesgo cardiovascular en relación con el ejercicio físico debe realizarse sobre personas sanas sin cardiopatía aparente, que realizan deporte en circunstancias muy diversas. El análisis de algunas de ellas, entre las que cabe destacar el sobreesfuerzo, la fatiga prolongada, los trastornos metabólicos –en especial la deshidratación–, el ejercicio CUADRO 6-1 CAUSAS MÁS FRECUENTES DE MUERTE SÚBITA QUE PUEDEN PRESENTAR SÍNCOPE ● Miocardiopatía hipertrófica ● Miocardiopatía dilatada ● Displasia arritmogénica de ventrículo derecho ● Miocarditis ● Estenosis aórtica ● Prolapso de la válvula mitral ● Síndrome de Marfan ● Anormalidades coronarias ● Arritmias ● Alteraciones en el sistema de conducción ● Síndrome de QT largo ● Síndrome de Brugada Riesgo cardiovascular durante el ejercicio físico Capítulo 6 91 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. extenuante, el incremento del tono simpático o los estimulantes, nos lleva a descubrir factores que posiblemente amplían el riesgo cardiovascular durante el ejercicio físico o en el período de recuperación. Falta conocer con mayor exactitud cómo se delimita la relación entre riesgo y ejercicio una vez se han eliminado las causas más frecuentes de enfermedad cardíaca que lo provocan y los factores predisponentes en personas sin cardiopatía. En resumen, se trata de valorar el riesgo cardiovascular en personas sanas que realizan ejercicio físico en condiciones metodológicamente correctas. En el libro se analiza el entrenamiento más adecuado para cada edad (caps. 10 y 11). El objetivo es contribuir a la eliminación de errores en la metodología de los programas de entrenamiento. Un sistema de entrenamiento técnicamente correcto puede reducir en buena proporción el riesgo de presentación de las complicaciones cardiovasculares más comunes en relación con el ejercicio físico, además de prevenir lesiones musculotendinosas y articulares. ACTIVIDAD FÍSICA E INCREMENTO DEL RIESGO CARDIOVASCULAR El ejercicio físico realizado de forma esporádica y con método poco riguroso no llega a producir efectos de entrenamiento valorables; no obstante, según se deduce de un estudio realizado por Siscovick et al.6, en estas condiciones se incrementa el riesgo cardiovascular. La población de referencia es aparentemente sana, sin evidencia de cardiopatía orgánica. Los 133 hombres sin cardiopatía que tuvieron un paro cardíaco se clasificaron, según el nivel de actividad física, en bajo y alto nivel. El riesgo de paro cardíaco está transitoria- mente aumentado durante el ejercicio físico de fuerte intensidad. El ejercicio físico de alta intensidad practicado regularmente se asocia, por el contrario, a una reducción del paro cardíaco primario. El resultado de este estudio pone de manifiesto que el entrena- miento regular genera efectos sobre el organismo, en especial sobre el sistema nervioso autónomo, con depresión de la actividad simpática e incremento del tono parasimpático, que probablemente modifican el umbral de fibrilación ventricular. Se ha sugerido que, entre los factores implicados en el riesgo cardiovascular, la descarga adrenérgica súbita y desproporcionada sería uno de los desencadenantes de más relieve7. El desequilibrio entre aptitud física (fitness) y cantidad de trabajo realizado en con- diciones técnicas deficientes es relativamente común. Esta situación conduce a un mal acondicionamiento con respuesta adrenérgica exagerada y riesgo potencial en personas susceptibles. La respuesta es tanto más acentuada cuanto peor es el fitness, más bajo el nivel de entrenamiento y menos riguroso el método de entrenamiento. En resumen, el ejercicio físico no es el causante del incremento del riesgo de forma exclusiva; de cum- plirse las normas de prescripción del ejercicio físico para personas no entrenadas, el riesgo cardiovascular se convertiría en un fenómeno casual. Se ha demostrado que se produce una reducción del 20% en la mortalidad a los 3 años en pacientes con cardiopatía coronaria que siguen programas de entrenamiento físico8. Una de las causas que explicaría este fenómeno es la modificación del sistema nervioso autónomo, a la que ya se ha hecho referencia. De este modo, el ejercicio físico tiene, paradójicamente, dos efectos opuestos: por un lado, el incremento transitorio del riesgo y, por el otro, la protección sobre los episodios de muerte repentina durante el ejercicio físico. En el eje central de la cuestión se sitúa el comportamiento del sistema nervioso autónomo, que es uno de los agentes reguladores de los mecanismos en la adaptación normal y patológica al ejercicio. □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...92 SOBREENTRENAMIENTO El sobreentrenamiento es un cuadro clínico que se presenta con rasgos muy diversos, en cierta forma opuestos, de modo que hay predominio del sistema nervioso simpático (forma tipo Basedow) o del parasimpático (forma tipo Addison). La forma con predo- minio del simpático se presenta con mayor frecuencia en deportes de equipo de fuerza explosiva (velocistas), mientras que la forma con predominio del parasimpático se obser- va preferentemente en ejercicio físico aeróbico o dinámico (carrera, ciclismo, etc.). Se ha especulado en torno a la posibilidad de que si las formas fuesen secuenciales, la simpática se manifestaría primero, lo que constituiría un signo de alarma, y la parasimpática corres- pondería a una fase más avanzada del problema. El fenómeno del sobreentrenamiento se relaciona con la fatiga y afecta a deportistas de todas las edades y categorías. La causa fundamental por la que se origina es el desequilibrio entre los efectos de un programa de entrenamiento y la capacidad de recuperación del propio organismo, que puede ser normal o estar deprimida. Los marcadores del sobre- entrenamiento más comunes son las alteraciones en el equilibrio del sistema nervioso au- tónomo y del sistema neuroendocrino, depresión del sistema inmunitario, daño muscular con la depleción de las reservas de glucógeno muscular, y disminución de la capacidad aeróbica y de la eficiencia ventilatoria y cardíaca. Los cambios psicológicos pueden ser acusados y con frecuencia aparecen insomnio, modificación del carácter e irritabilidad. La frecuencia cardíaca y la presión arterial en reposo y durante el esfuerzo suelen estar elevadas, y la producción de lactato durante el ejercicio es desproporcionada para el nivel de esfuerzo realizado, lo que origina el agotamiento prematuro9-12. La mayoría de los cambios que se producen en el sobreentrenamiento sugieren modi- ficaciones del equilibrio del sistema nervioso autónomo. Se ha sugerido que la alteración en el eje corticoadrenérgico y el sistema simpático explicarían la afectación permanente y prolongada que presenta este grupo de deportistas. El exceso de trabajo físico del programa de entrenamiento es un factor importante que se asocia a las modificaciones ambientales psicológicas y laborales que contribuyen a la presentación del sobreentrenamiento. En el cuadro 6-2 se mencionan algunos de los que pueden estar implicados en el sobreentrenamiento CUADRO 6-2 CAUSAS QUE PUEDEN FACILITAR EL SOBREENTRENAMIENTO ● Cambios acusados en el volumen y la intensidad del entrenamiento ●Periodos de descanso insuficientes ● Seguimiento irregular del entrenamiento ● Cambios en el horario laboral ● Mayores exigencias en el trabajo ● Circunstancias familiares ● Alteraciones del ritmo de sueño y horas de descanso ● Modificación de los hábitos dietéticos ● Falta de motivación ● Objetivos deportivos poco realistas Riesgo cardiovascular durante el ejercicio físico Capítulo 6 93 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. Inicialmente, el síndrome de sobreentrenamiento y la astenia neurocirculatoria en ocasiones resultan difíciles de diferenciar. No es raro atribuir la pérdida de rendimiento al insuficiente nivel de preparación, lo que contribuye a la agravación del problema cuando se intensifican el volumen y la intensidad del trabajo. Desde el punto de vista del riesgo cardiovascular, debe señalarse como dato más relevante el cambio que se produce en el sistema nervioso autónomo por acumulación de estrés físico y psíquico que afecta a la frecuencia cardíaca, habitualmente con taquicardia y riesgo potencial de arritmias en personas susceptibles. De forma ocasional, la sensación de palpitaciones se corresponde con extrasístoles aisladas en parejas o incluso taquicardia ventricular. El sobreentrenamiento se produce como un fenómeno aislado; no obstante, con un minucioso análisis del entorno ambiental, familiar y laboral, se llegan a descubrir factores que pueden precipitar la fatiga, que conduce a medio plazo al sobreentrenamiento con toda la variedad de manifestaciones clínicas y funcionales. En la figura 6-1 puede verse un registro de ECG de Holter casi a 200 lpm en una atleta de 20 años de edad corredora de fondo que, al realizar el precalentamiento, muestra una mala adaptación al esfuerzo con una frecuencia cardíaca que alcanza casi su máxima teórica. El bajo rendimiento es extremo hasta el punto de que no es capaz de resistir niveles de entrenamiento moderados, para los que estaba suficientemente preparada. Los factores que han llevado a esta situación son el incremento del trabajo físico, desproporcionado para sus condiciones, un cambio de entrenador y un cúmulo de circunstancias personales que acarrearon una situación de estrés grave. En presencia de signos de sobreentrenamiento debidos exclusivamente a exceso de trabajo muscular es posible detectar marcadores que pueden llevar al diagnóstico: la creatina fosfocinasa y la lactato deshidrogenasa están anormalmente elevadas para los valores de referencia que comúnmente se observan en los deportistas. Durante la prueba de esfuerzo pueden verse una reducción de la potencia aeróbica (V ̇O2máx) y una modi- ficación del umbral anaeróbico con acumulación de lactato más temprana. Este cam- bio metabólico con incremento de la acidosis modifica al alza la susceptibilidad para desencadenar arritmias cardíacas en casos poco comunes, y en consecuencia una mayor probabilidad de riesgo cardiovascular. Figura 6-1 Registro electrocardiográfico de Holter de una atleta que acusa problemas en el rendimiento físico. En la tira superior, trazado de reposo. En la tira inferior, durante el ejercicio suave: la frecuencia cardíaca alcanza casi 200 lpm, respuesta anormal para una atleta entrenada. □ 1 l l 1 1 1 B 1 /'\ 1 1 /' 1 /' 1 1 r-.... 7 ~ ~ - 1 ~ V · ~ 1 V 1 1 1 1 l l e i- 1( i ~ ~ r · lt t~ r\ª k J J\ I ¡( fn ,J /\ l/¡¡ _J ¡_ ~ ~ 1- V\ .... v,, 7Y ~lf1 _Ji\: ., r'q r ' ·~ r 11 ., B = Basa l C = Carrera Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...94 Modificaciones en el ritmo cardíaco y en la conducción auriculoventricular Bradicardia sinusal no fisiológica y sobreentrenamiento Los límites de la bradicardia sinusal en la población general están bien establecidos; no obstante, en los deportistas las variaciones son amplias y de tal magnitud que siempre existe la sospecha de disfunción sinusal subyacente de tipo orgánico cuando la frecuencia cardíaca es muy lenta. La bradicardia sinusal extrema (por debajo de 50 lpm) se asocia a niveles de entrena- miento físico intensos y a especialidades como atletismo de fondo, natación o ciclismo, por citar las más comunes. En los deportistas que siguen programas de entrenamiento bajo estricta supervisión técnica, médica y dietética, la bradicardia sinusal es casi con toda pro- babilidad un fenómeno fisiológico que no requiere más seguimiento que el que se realiza habitualmente a los deportistas de alto nivel de competición. Por el contrario, cuando se observa en deportistas de nivel de competición más bajo, cuyo programa de entrenamiento es inadecuado, no hay seguimiento médico y se acompaña de síntomas como cansancio desproporcionado, mareo o incluso síncope, cabe sospechar que la bradicardia sinusal no es fisiológica. Es la primera manifestación cardiovascular de intolerancia al ejercicio a la que hay que prestar toda la atención. La historia clínica pone de manifiesto que en la mayoría de los casos existe una clara incompatibilidad entre el programa de entrenamiento, el estilo de vida, los hábitos dietéticos y los horarios laborales. Puede deducirse, por consiguiente, que el deporte de alta competición ha de ser profesional para optimizar el rendimiento y evitar la fatiga que conduce al cuadro clínico del sobreentrenamiento. En un estudio realizado con 157 ex atletas de élite con bradicardia sinusal extrema cuando entrenaban y competían al más alto nivel, se identificaron siete deportistas con bradicardia sinusal no fisiológica que se acompañaba de síntomas de sobreentrenamiento13. Alteraciones en el ritmo y en la conducción auriculoventricular La presencia de arritmias cardíacas se asocia, en general, a cardiopatía orgánica, altera- ciones metabólicas y hormonales, así como a los hábitos tóxicos más comunes, como el alcohol y el tabaco. Sin embargo, también pueden registrarse en ausencia de patología y de factores desencadenantes. Las extrasístoles supraventriculares y ventriculares aisladas son los tipos de arritmia más comunes, y su desaparición con el ejercicio sugiere un carácter benigno. Arritmias más complejas, como extrasístoles ventriculares en salvas de bigeminismo, parejas, o en salvas de taquicardia ventricular no sostenida, pueden ser una consecuencia del desequilibrio en el sistema nervioso autónomo provocado por el sobreentrenamiento. El corazón del deportista con sobreentrenamiento es estructuralmente sano; no obstante, se desconocen los mecanismos electrofisiológicos por los que puede aparecer la taquicardia ventricular, pero no puede descartarse que, en parte, la provoque la modificación persis- tente y no fisiológica del sistema nervioso autónomo. Arritmias de este tipo se han regis- trado en deportistas con signos claros de sobreentrenamiento en quienes destacaban el des- censo del rendimiento físico y de la tolerancia al esfuerzo (v. casos clínicos en la parte 2). La prevención del sobreentrenamiento tiene dos objetivos preferentes: en primer lugar, mantener un óptimo rendimiento, y en segundo lugar, evitar el riesgo cardiovascular. La taquicardia ventricular es una arritmia grave, que incluso puede precipitar la muerte en deportistas. Por esta razón, el seguimiento de los deportistas de alta competición debe Riesgo cardiovascular durante el ejercicio físico Capítulo 6 95 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. ser muy riguroso para detectar las fases iniciales del sobreentrenamiento. El tiempo de descanso activo que se recomienda es de 3-6 meses una vez se ha establecido con todas sus manifestaciones. Si se han documentado episodios de taquicardia ventricular, este tiempo debería ampliarse a 1 año14. La hipervagotonía que afecta a la unión auriculoventricular (A-V) provoca un alarga- miento del intervalo P-R por encima de 0,20 s. En casos extremos, el bloqueo A-V puede ser de segundo grado y aparece con el ejercicio por alteración del período refractario,que no se reduce suficientemente como para permitir la conducción 1:1 a una frecuencia cardíaca muy alta. En estos casos, el tiempo de descanso para resolver el trastorno no debe ser inferior a 3 meses (v. caso clínico 3, cap. 13). Estudios isotópicos y sobreentrenamiento La identificación clínica del sobreentrenamiento no siempre resulta fácil. Los síntomas son poco específicos y la pérdida de rendimiento puede deberse a otras causas. Los marcadores biológicos tampoco son definitivos y no aclaran con certeza el diagnóstico. Son la sos- pecha clínica y los síntomas objetivos que se obtienen de una correcta anamnesis los que permiten llegar al diagnóstico. La disfunción del sistema nervioso vegetativo es un signo común que se observa en el sobreentrenamiento. Los ritmos cardíacos lentos aparecerían en fases más avanzadas y con mayor repercusión clínica, mientras que la taquicardia sinusal en reposo ocurriría en fases más tempranas. Por este motivo, hemos estudiado la integridad del sistema adrenérgico del miocardio mediante 123I-MIBG (metaiodobencilguanidina). La evaluación del sis- tema simpático mediante el estudio isotópico nos facilita una representación visual de la distribución del sistema adrenérgico cardíaco. La MIBG es un derivado sintético de la guanetidina (de estructura similar a la noradrenalina) que presenta el mismo mecanismo de incorporación y almacenamiento neuronal que la noradrenalina en las terminaciones neuronales simpáticas cardíacas posganglionares y presinápticas. Por lo tanto, la MIBG permite localizar las catecolaminas en el ámbito tisular y valorar la función y la integridad del sistema neuronal simpático (v. lámina 7 en color). Los resultados preliminares de la utilización de 123I-MIBG en el estudio del sobre- entrenamiento han permitido observar importantes defectos de captación en la región inferior similares a los encontrados en deportistas con bradicardia sinusal grave. Tras 12 semanas de descanso activo se normalizaba íntegramente la distribución del radio- trazador15. En resumen, la MIBG puede ser eficaz para diagnosticar casos de sobre- entrenamiento y poder recomendar con criterios objetivos el descanso necesario para normalizar la situación. La detección temprana del sobreentrenamiento puede acortar el período de descanso del entrenamiento y, lo que es más relevante, prevenir situaciones de riesgo cardiovascular. Las manifestaciones clínicas y funcionales del sobreentrenamiento son muy orientativas por lo que el estudio de los marcadores debería reservarse para casos especiales. EJERCICIO EXTENUANTE Una de las normas básicas del entrenamiento consiste en realizar ejercicios de calen- tamiento antes de iniciar cada una de las sesiones. Esta medida tan elemental permite alcanzar la adaptación cardiovascular y muscular de forma progresiva, de modo que no □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...96 se produzcan efectos desfavorables. El ejercicio físico se realiza la mayoría de las veces con métodos cuyo rigor es más que discutible. A partir de aquí, pueden provocarse numerosas situaciones que no favorecen el rendimiento deportivo ni la promoción de la salud, dos de los objetivos del ejercicio físico. El periodo de acondicionamiento es básico en el proceso del entrenamiento. Si no se realiza de manera adecuada conduce a fatiga temprana y bajo rendimiento por mala adaptación de todo el organismo, en particular la cardiocirculatoria. El ejemplo más corriente se observa en deportistas no iniciados de edad adulta o en niños, que por des- conocimiento o carácter competitivo desmesurado empiezan el ejercicio sin respetar uno de los principios elementales del entrenamiento a los que hemos hecho referencia. El cansancio no sería tan acusado ni se presentaría de forma tan temprana de hacerse en las condiciones más apropiadas. Esta es una de las causas más frecuentes del abandono de los programas de entrenamiento, en especial en personas adultas que no habían practicado deporte con regularidad. La alteración metabólica que justifica el cuadro consiste en el incremento del meta- bolismo anaeróbico con acumulación de lactato, lo que determina sobrepasar el umbral anaeróbico. En estas condiciones, el agotamiento se produce en pocos minutos. El mantenimiento del nivel de esfuerzo por encima de dicho umbral repercute, además, en la recuperación, sobre todo en los no entrenados, que se prolonga durante más minutos de lo habitual. El sufrimiento muscular es más acusado y el desequilibrio metabólico y res- piratorio puede contribuir a incrementar el riesgo cardiovascular en casos muy especiales. El ejercicio físico intenso sin previo calentamiento (en la vida diaria pueden surgir situaciones en las que se produce un trabajo de estas características) provoca un incremento brusco de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial sistólica (factores implicados en el trabajo cardíaco), con repercusión directa sobre las demandas energéticas al miocardio. Este aumento del consumo de oxígeno, sin que paralelamente haya un incremento del aporte necesario, crea una situación de isquemia en el subendocardio que se demuestra por la depresión del segmento ST-T en personas sanas sin evidencia de cardiopatía coronaria. Respuestas de ECG anormales pueden observarse en el 60% de las personas aparentemente sanas al realizar ejercicio físico en condiciones poco fisiológicas (transición brusca de reposo a esfuerzo intenso). De hecho, esta situación puede ocurrir entre la población general durante las actividades laborales o recreativas, o por incidencias de la vida diaria16,17. Las respuestas de tipo isquémico no guardan relación con la edad ni con el fitness. La realización de un calentamiento previo con una duración de aproximadamente 3-5 mi- nutos puede eliminar estas respuestas, debido a que se produce una adaptación del flujo coronario a las demandas energéticas progresivas. En pacientes con cardiopatía coronaria, o en otros tipos con repercusión clínica y funcional ligera o moderada, la actividad física regular llevada a cabo correctamente no debería provocar un incremento del riesgo; no obstante, si se realiza ejercicio físico o trabajo en condiciones poco fisiológicas, el riesgo cardiovascular puede incrementarse. En estos casos, el citado incremento guarda más relación, posiblemente, con el carácter extenuante del esfuerzo que con la propia cardiopatía. En resumen, el ejercicio físico extenuante constituye un riesgo potencial que afecta en primer término al rendimiento, y a continuación, y con escasa frecuencia, al riesgo cardiovascular. Uno de los factores predisponentes es la transición súbita del reposo al Riesgo cardiovascular durante el ejercicio físico Capítulo 6 97 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. esfuerzo máximo, desaconsejable bajo todos los puntos de vista excepto si se ha realizado acondicionamiento previo. TRASTORNOS METABÓLICOS: DESHIDRATACIÓN El aporte de líquidos antes, durante y después del ejercicio mejora el rendimiento físico. Los efectos desfavorables de la deshidratación sobre el rendimiento, la función cardíaca y la salud son bien conocidos; sin embargo, la necesidad de reemplazar la pérdida de líquidos durante la actividad física es una recomendación que debe recordarse y actualizarse de forma permanente. La importancia de los factores ambientales en la actividad deportiva se puso de manifiesto en los Juegos Olímpicos celebrados en Atlanta, en los que el Comité Organizador advirtió sobre las precauciones que deberían tomar no sólo los atletas sino también los espectadores y oficiales. La repercusión que tienen los factores ambientales sobre el rendimiento se ha com- probado en un estudio de laboratorio en el cual el tiempo de ejercicio en bicicleta ergomé- trica, a una intensidad adecuada para mantener el esfuerzo prolongado, era de 92 minutos, con una temperatura ambiental de 11°C.Cuando la temperatura aumentó a 21°C, el tiempo de ejercicio fue de 83 minutos, y de sólo 51 minutos cuando la temperatura se elevó a 30°C18,19. Un individuo sedentario pierde diariamente unos 2 litros de agua, y en un ambiente caluroso y húmedo esta pérdida puede llegar a ser de 4-6 litros. Los atletas que entrenan intensamente en temperatura calurosa durante unas 2-3 horas al día pueden llegar a perder entre 5 y 10 litros, y las pérdidas en situaciones extremas pueden ser de 15-18 litros al día. La pérdida de agua se acompaña, además, de la eliminación de electrolitos, que varía de un individuo a otro, de la duración del ejercicio y de la aclima- tación. Las concentraciones medias de sodio y potasio son de alrededor de 50 mmol/l y 5 mmol/l, respectivamente. La hidratación por pérdidas exageradas de líquidos durante el entrenamiento sugiere la necesidad de incorporar electrolitos al aporte hídrico, aunque la dieta del deportista sea correcta. La ingestión de agua en cantidades importantes sin la incorporación de electrolitos produce un descenso en la osmolaridad del plasma que suprime la necesidad de beber y estimula la producción de orina. Una pérdida de agua por sudor de unos 10 litros, con una concentración de sodio de 50 mmol/l, equivale a unos 29 g de sodio. Esto sugiere la necesidad de incorporar un consumo de sal moderadamente alto para corregir el desequilibrio electrolítico provocado por el exceso de calor. Este exceso de sal no tendría efectos desfavorables sobre la salud cuando estas pérdidas de sodio son significativas y la función renal no está alterada. Las consecuencias de la pérdida progresiva de líquidos son la hipovolemia y el aumento de las concentraciones plasmáticas de electrolitos. Los componentes del sudor son so- dio (Na) y cloro (Cl), y en menor proporción potasio (K) y magnesio (Mg). Los calam- bres musculares se producen por la pérdida de Na. Esta pérdida de Na conduce a la hiponatremia crónica que se observa en muchos deportistas. El efecto es beneficioso en el deportista veterano con tendencia a la hipertensión arterial. Se trata, por consiguiente, de un efecto no farmacológico para el control de esta enfermedad. Ambas situaciones contribuyen a disminuir la capacidad de disipar el calor generado por el ejercicio. A mayor grado de deshidratación, mayor pérdida de la capacidad de rendimiento físico, más probabilidad de golpe de calor y mayor riesgo de arritmias potencialmente malignas en personas predispuestas20,21. □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...98 El ejercicio físico en ambiente caluroso y húmedo dificulta el mantenimiento de la temperatura corporal y el equilibrio homeostático. Estos factores interfieren en los procesos de eliminación del calor por mecanismos de convección y evaporación. La incapacidad de pérdida de calor corporal por factor ambiental, unida a la reducción de la capacidad de eliminar el calor generado por el ejercicio, provoca un aumento de la temperatura corporal y una mayor pérdida de líquidos por sudoración, que conducen a la hipertermia o golpe de calor. Otros factores causantes del golpe de calor se mencionan en el cuadro 6-3. El golpe de calor (deshidratación) es un trastorno agudo y grave con riesgo de muerte que produce cefalea, convulsiones, fiebre de 40°C y pérdida de la consciencia o desorientación. La piel está caliente y enrojecida, con o sin sudoración. La pérdida de volumen plasmático provoca vasoconstricción periférica, lo que reduce el proceso de transferencia de calor a la periferia. Se acompaña de alteraciones de los parámetros bioquímicos con aumento de las transaminasas y de la creatina fosfocinasa, proteinuria y mioglobinuria. El pronóstico es peor en los pacientes con temperatura de más de 42°C y enzimas superiores a 10.000 en las primeras 24 horas. El tratamiento consis- te en disminución de la temperatura corporal y ambiental, reposición de líquidos y oxigenoterapia. Con el fin de prevenir esta complicación, que constituye un riesgo grave, se han de reconocer las condiciones ambientales, realizar educación sanitaria efectiva y aconsejar la utilización de prendas permeables y otras medidas, como la hidratación antes del ejercicio y cada 20 minutos. Los deportistas deberían ingerir 100-200 ml cada 2-3 km, y 625-1.250 ml por cada hora de ejercicio. En resumen, los trastornos metabólicos secundarios a la deshidratación pueden in- crementar el riesgo cardiovascular en personas predispuestas en las que no hay evidencia de cardiopatía orgánica con repercusión importante. En los casos leves afecta al rendi- miento deportivo al incrementar la fatiga y la actividad adrenérgica desproporcionada. La asociación de alteración metabólica y del sistema nervioso autónomo puede favorecer la aparición de arritmias en casos excepcionales y, en consecuencia, aumentar el riesgo cardiovascular, por lo que deberían tomarse todas las medidas de prevención por parte de los propios deportistas, del personal técnico y médico, así como de las organizaciones y centros deportivos. CUADRO 6-3 RELACIÓN DE ALGUNOS DE LOS FACTORES QUE PUEDEN PRECIPITAR LA PRESENTACIÓN DEL GOLPE DE CALOR ● Alimentación ● Fitness ● Hidratación ● Viento ● Ropa ● Temperatura ambiental ● Humedad ● Índice metabólico basal ● Estimulantes (cafeína y otros) Riesgo cardiovascular durante el ejercicio físico Capítulo 6 99 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. SÍNCOPE Es una súbita y breve pérdida de consciencia con recuperación espontánea. Se caracteriza por un acusado descenso de la presión arterial sistémica con o sin bradicardia que provoca la interrupción del flujo sanguíneo cerebral y se acompaña de sudoración, náuseas e hiperventilación. Las causas más comunes del síncope tienen origen cardiovascular y se asocian con mortalidad elevada en pacientes con cardiopatía no conocida, isquemia transitoria o anormalidades cardíacas más comunes22-24. Los factores predisponentes más habituales son el agotamiento físico, el ortostatismo prolongado, el calor y la parada brusca tras un ejercicio físico de gran intensidad. La reacción vagal tras el ejercicio físico extenuante se presenta en un 0,2% de las pruebas de esfuerzo. Estas reacciones vagales con síncope se han observado, incluso, sin haber detenido la prueba de forma brusca25. La exagerada respuesta vagal puede ocasionar, excepcionalmente, asistolia en personas jóvenes y de mediana edad sin cardiopatía26,27. El episodio sincopal se produce en tres fases. En una primera fase aumentan la presión arterial y la frecuencia cardíaca, con incremento del tono simpático; en una segunda fase ocurre la hipotensión con bradicardia por acentuación del tono vagal; en la tercera fase se produce la recuperación espontánea con el decúbito o la persistencia de la actividad física. Normalmente se presenta en posición ortostática y el mecanismo se debe a una dis- minución del retorno venoso, que a su vez provoca una reducción del volumen sistólico. Dicho fenómeno estimula los barorreceptores que incrementan la actividad simpática. Esta actividad simpática exagerada sobre un ventrículo izquierdo deplecionado provoca el estímulo del reflejo vagal con vasodilatación periférica e hipotensión. Es frecuente en personas poco entrenadas o sedentarias, y en deportistas que han permanecido inactivos durante un tiempo prolongado. Lo habitual es que estos episodios desaparezcan con el entrenamiento, paradójicamente, cuando se produce un progresivo incremento del tono vagal. La modificación de los receptores beta-adrenérgicos justificaría, posiblemente, la desaparición de estos episodios sincopales atribuidos a hipertonía vagal. Las causas del síncope están muy relacionadas con la edad. En los niños y adolescentes es más común la neurocardiogénica (vasovagal), las arritmias primarias favorecidas por el QT largo o el síndrome de Wolff-Parkinson-White (WPW). En los adultos jóvenes,el síncope vasovagal es la causa más frecuente, y en los adultos de mayor edad lo son la obstrucción del gasto cardíaco por estenosis aórtica, la embolia pulmonar y las arritmias secundarias a cardiopatía orgánica. Síncope de esfuerzo El síncope relacionado con el ejercicio físico es, en principio, un fenómeno anormal y sugiere la necesidad de descartar una cardiopatía orgánica subyacente (miocardiopatía hipertrófica, cardiopatía valvular o cardiopatía coronaria). Además de estas enfermedades, otras afecciones potencialmente causantes de episodios de muerte súbita pueden manifes- tarse con síncope, como se explica en el cuadro 6-1, en el que se relacionan las causas más frecuentes de muerte súbita y sus manifestaciones clínicas. El síncope en la miocardiopatía hipertrófica se produce por una taquiarritmia supra- ventricular, una bradiarritmia o cambios hemodinámicos bruscos por disminución del volumen del ventrículo izquierdo. El síncope en la estenosis aórtica aparece habitualmente □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...100 en casos avanzados y con gradiente transvalvular importante. Es más común en presencia de arritmias, trastornos de la conducción, QT largo, síndrome de Brugada o síndrome de WPW. La prueba de esfuerzo es la exploración más útil para valorar el síncope relacionado con el ejercicio físico. En un paciente con estenosis aórtica importante, el aumento de la presión arterial sistólica es insuficiente; si el esfuerzo es intenso, se produce un descenso de la presión arterial sistólica que puede provocar el síncope. En presencia de miocardiopatía hipertrófica, el descenso de la presión arterial sistólica es un signo de mal pronóstico posiblemente relacionado con disfunción ventricular y caída en la fracción de eyección. En los pacientes con cardiopatía coronaria, el descenso de la presión arterial sistólica en más de 20 mmHg es un signo de gravedad y se asocia a enfermedad multivaso28. La mayoría de los episodios de síncope provocados por el ejercicio se producen en personas afectadas de cardiopatía orgánica con repercusión funcional importante. En su ausencia, el síncope de esfuerzo es un fenómeno poco común en personas entrenadas, sin manifestación de sobreentrenamiento y en ausencia de alteraciones de origen metabólico o endocrino. En el ejercicio físico extenuante, el gasto cardíaco ha alcanzado su máxima capacidad de adaptación. La interrupción brusca del esfuerzo provoca el descenso de la frecuencia cardíaca y del volumen sistólico (gasto cardíaco) por hipertonía vagal. La velocidad con que se llega a la recuperación varía de persona a persona y guarda relación, además, con el nivel de entrenamiento. Los factores ambientales, entre ellos el calor y la humedad, retrasan la recuperación. En las personas sedentarias, el cese brusco de la actividad puede originar una sensación de inestabilidad e incluso llegar al síncope. En las personas entrenadas, cuyo sistema nervioso autónomo se ha modificado en el sentido de que hay mayor predominio vagal con depresión de la actividad simpática en reposo, la probabilidad de sintomatología relacionada con la hipertonía vagal es más remota debido a que esta situación en el sistema nervioso autónomo del deportista favorece la estabilidad neurovegetativa y reduce la probabilidad del síncope. No obstante, el entrenamiento aeróbico puede disminuir la tolerancia al ortostatismo por cambios en los barorreceptores arteriales29, pero entre la población de atletas con entrenamiento de predominio aeróbico (corredores de fondo o ciclistas) la ocurrencia de síncope por intolerancia al ortostatismo es poco frecuente si no se asocia a factores predisponentes. Estudios transversales indican que la prevalencia de hipotensión ortostática es más alta en los atletas que en los sujetos sedentarios30-32. La intolerancia al ortostatismo se produce con menor frecuencia en personas con una potencia aeróbica (V̇O2máx) inferior a 55-60 ml/kg/min33. Por consiguiente, la tolerancia al ortostatismo por el entrenamiento aeróbico en unos casos puede verse afectada y en otros actuar en sentido contrario. Posiblemente la es- tabilidad ortostática no se verá afectada de manera evidente cuando el incremento de la potencia aeróbica no alcance valores extraordinariamente altos y el entrenamiento no sea intenso. La mayoría de los cambios provocados por el entrenamiento de predominio dinámico son beneficiosos; sin embargo, cabe hacer referencia, como factor negativo y poco frecuente, a la reducción de la tolerancia al ortostatismo y, en casos extremos, la presentación de síncope. En un estudio realizado en las fuerzas armadas israelís se analizaron los episodios de muerte súbita de 44 soldados cuya media de edad era de 21 ± 3 años. En el 23% de los Riesgo cardiovascular durante el ejercicio físico Capítulo 6 101 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. casos fue precedida de un episodio sincopal. El síncope relacionado con el ejercicio exte- nuante se observó en el 16% de los casos. En 7 de 10 casos con síncope previo a la muerte, se debió a trastornos metabólicos, y en 3 a la presencia de cardiopatía orgánica34. La alta incidencia de episodios sincopales que preceden a la muerte súbita sugiere la necesidad de investigar todos los casos hasta conocer su mecanismo y la causa desencadenante. Síncope postesfuerzo y/o vasovagal El síncope que ocurre inmediatamente después de un esfuerzo de gran intensidad es relativamente común entre personas no habituadas al ejercicio físico regular que detienen el esfuerzo de forma brusca. El fenómeno no suele producirse si se mantiene la actividad durante algunos minutos y se adopta una actitud postural evitando permanecer de pie o sentado en la bicicleta ergométrica. Se ha descrito una disminución de las resistencias vasculares periféricas en hombres después de un ejercicio en bicicleta ergométrica35. En la mayoría de las ocasiones se produce en posición de pie, situación que provoca una disminución del retorno venoso y del volumen sistólico, así como una caída de la presión arterial. Esta situación produce una respuesta compensadora de los barorreceptores. El impulso se transmite por vías aferentes neuronales de los barorreceptores a los centros medulares, y aumentan el tono simpático y el tono vagal. Se ha estudiado el síncope vasovagal relacionado con los factores precipitantes más comunes, como permanecer de pie y el dolor. Los pacientes con antecedentes de síncope repetidos en estas situaciones muestran un defecto en el incremento del tono vascular de los vasos de capacitancia del área esplácnica durante el ejercicio dinámico, lo que equivale a un fallo en los mecanismos de regulación del gasto cardíaco en este tipo de ejercicio. Al cesar el ejercicio, el retorno venoso disminuye por un aumento del volumen sanguíneo en los vasos de capacitancia; disminuye el llenado ventricular y, en consecuencia, se reduce el volumen de expulsión. La frecuencia cardíaca declina y no se produce vasoconstricción arterial36. En un estudio de Fleg y Lakatta37 se ha observado que el 33% de los jóvenes con hipotensión presentan anormalidades del segmento ST, frente al 0% de los que presentan una respuesta de la presión arterial normal. El síncope vasovagal es, por consiguiente, un proceso benigno que tiene rasgos similares desde el punto de vista clínico y funcional con el síncope postesfuerzo, y que, como en este, las medidas terapéuticas más eficaces consisten en la prevención de los episodios mediante educación sanitaria, incluyendo la recomendación de realizar contracciones isométricas ante indicios del cuadro y aumentar la ingestión de líquidos y de sal. La regulación autonó- mica por el entrenamiento contribuye a reducir los episodios de hipotensión postejercicio sin necesidad de recurrir a otras medidas que no sean evitar los factores predisponentes. El ejercicio constituyela primera medida terapéutica en determinados casos. La función del sistema nervioso autónomo en la regulación de los cambios circulatorios después de un ejercicio máximo se ha estudiado en 10 voluntarios sanos, y se ha observado vasodilatación periférica persistente a pesar del incremento de actividad en la renina plasmática. Los índices de actividad vagal reducida se mantuvieron durante 60 minutos con persistencia de la actividad simpática. Este fenómeno se observa con frecuencia en deportistas que muestran persistencia de la frecuencia cardíaca por encima de los valores de reposo en el postejercicio. La prolongación de la actividad simpática, unida a la reducción de la actividad vagal, son reflejos probablemente secundarios a la vasodilatación38. □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...102 La prevalencia y el significado pronóstico de la hipotensión postejercicio no se cono- cen bien, pese a que es un fenómeno que ocurre, como ya se ha comentado, con más frecuencia en individuos sedentarios, deportistas con sobreentrenamiento y en casos con factores precipitantes. La mayoría de las veces el fenómeno se presenta al cesar el esfuerzo extenuante y mantener la posición ortostática. En personas jóvenes no se observa si la intensidad del esfuerzo no llega al límite fisiológico. La hipotensión postejercicio disminuye con la edad, probablemente en relación con la pérdida de sensibilidad de la musculatura vascular, la vasodilatación inducida por las catecolaminas y el declive de la actividad parasimpática por la edad39. En el cuadro 6-4 se citan algunos de los desencadenantes más comunes. En resumen, el síncope en el postesfuerzo es un fenómeno poco común en deportis- tas bien entrenados y en ausencia de factores que favorezcan su presentación. Es más frecuente después de un esfuerzo extenuante. No constituye una contraindicación para el deporte y, en general, se resuelve con normas higiénicas elementales sin necesidad de recurrir a la utilización de fármacos40. El uso de bloqueadores beta se ha revelado eficaz en la resolución de este problema si es recidivante; no obstante, su utilización en deportistas está condicionada por ser un fármaco prohibido por la Comisión Médica del Comité Olímpico Internacional. BIBLIOGRAFÍA 1. Maron BJ, Roberts WC, McAllister HA Jr, Rosing DR, Epstein SE. Sudden death in young athletes. Circulation 1980;62:218-29. 2. Cantwell JD, Fletcher GF. Sudden death and jogging. Phys Sports Med 1978;3:94-8. 3. Koplan JP. Cardiovascular deaths while running. JAMA 1979;242:2578-9. 4. Noakes TD, Opie LH, Rose AG, Kleynhans PHT. Autopsy-proved coronary atherosclerosis in marathon runners. N Engl J Med 1979;301:86-9. 5. Thompson PD, Stern MP, Williams P, Duncan K, Haskell WL, Wood PD. Death during jogging or running. A study of 18 cases. JAMA 1979;242:1265-7. 6. Siscovick DS, Weiss NS, Fletcher RH. The incidence of primary cardiac arrest during vigorous exercise. N Engl J Med 1984;311:874. 7. Mittleman MA, Maclure M, Tofler GH, Sherwood JB, Goldberg RJ, Muller JE. Triggering of acute myocardial infarction by heavy physical exertion. N Engl J Med 1993;329:1677-83. CUADRO 6-4 CAUSAS MÁS COMUNES QUE PUEDEN DESENCADENAR UN EPISODIO VASOVAGAL EN RELACIÓN CON EL EJERCICIO ● Aporte energético inicial insuficiente o durante el esfuerzo prolongado ● Insuficiente aporte de líquidos ● Esfuerzo inapropiado con parada brusca ● Preparación física deficiente para un objetivo de cierto nivel ● No recuperar después del ejercicio con preferencia de forma activa ● Llegadas masivas en las carreras populares con poca movilidad por falta de espacio ● Factores individuales © 2015. Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos MANEJO DE LAS ARRITMIAS EN EL DEPORTISTA Francisco Méndez Zurita, Enrique Rodríguez Font, Concepción Alonso Martín, José Guerra Ramos y Xavier Viñolas Prat INTRODUCCIÓN La evaluación de las arritmias cardíacas en los atletas es una situación que conlleva un reto para el médico, ya que debe enfrentarse a la decisión de permitir o limitar la actividad deportiva habitual. La práctica regular de deporte se relaciona con una disminución de los factores de riesgo cardiovasculares y se considera un hábito saludable. No obstante, la actividad física sistemática induce cambios adaptativos en el corazón. Estas modificaciones incluyen cambios estructurales y funcionales del sistema nervioso autónomo, que pueden influir en la génesis de algunas arritmias. Las palpitaciones son un síntoma común, pero son raras en atletas de edad escolar y más habituales en atletas mayores. La mayoría de los síntomas son por causas benignas y su pronóstico dependerá del tipo específico de alteración del ritmo cardíaco y de la presencia o ausencia de enfermedad de base1. El objetivo de este capítulo es revisar las arritmias más frecuentemente observadas en los atletas, comentar sus aspectos fisiopatológicos y proponer estrategias basadas en las evidencias y recomendaciones que permitan optimizar el tratamiento. EFECTOS CARDIOVASCULARES DEL EJERCICIO El ejercicio crónico impone un incremento en las condiciones de sobrecarga hemodiná- mica del corazón, en particular en los individuos que realizan actividades que requieren una elevación mantenida del trabajo cardíaco, tales como los corredores de larga distancia, los nadadores y los ciclistas. Los individuos altamente entrenados desarrollan cambios adaptativos que incluyen un incremento del volumen ventricular derecho e izquierdo, del grosor y la masa del ventrículo izquierdo, y del tamaño de la aurícula izquierda. Estas alteraciones estructurales en un corazón con una función sistólica preservada han sido consideradas hallazgos típicos del «corazón de atleta»2. La reducción de la masa cardíaca y del volumen ventricular tras un período de desentrenamiento es un hallazgo común en estos pacientes y favorece la teoría de un remodelado adaptativo3. El sistema nervioso autónomo ejerce un amplio control en la hemodinámica cardiovas- cular. Durante el ejercicio se produce un estado de corta duración de aumento del tono simpático y disminución del parasimpático. Los neurotransmisores, norepinefrina y epinefrina, causan una significativa mejoría en la función del ventrículo izquierdo, y la disminución del tono parasimpático favorece un aumento del volumen sistólico y de la fracción de eyección. El predominio del sistema simpático durante el ejercicio lleva a una más rápida conducción del nodo auriculoventricular y una disminución de la du- ración del potencial de acción, mediada por un incremento de la corriente rectificado- 7 Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...106 ra Iks, lo que se traduce en un acortamiento de los intervalos PR y QT en individuos sanos. La presencia de trastornos electrolíticos, así como de alteraciones en el funcionamiento de los canales iónicos, puede resultar en un inapropiado acortamiento del intervalo QT durante el ejercicio y un incremento del riesgo de arritmias4. La bradicardia en reposo es la regla en los atletas, situación que refleja un incremento del tono parasimpático. En el estado de reposo, un atleta entrenado mantiene su gasto cardíaco con frecuencias cardíacas bajas debido a un incremento del volumen sistólico, con reducción del tono simpático y aumento del tono vagal. El incremento del tono parasimpático explica algunas arritmias y alteraciones de la conducción que pueden estar presentes en los atletas entrenados. El ejercicio y el desentrenamiento revierten esta situación con un posterior incremento del tono simpático4. BRADIARRITMIAS Disfunción del nodo sinusal Bradicardia sinusal y pausas sinusales no sintomáticas son un hallazgo común en los atletas bien entrenados, como consecuencia del incremento del tono parasimpático5. La presencia de bradicardia sinusal nocturna no es indicativa de disfunción del nodo sinusal. Durante el ejercicio, o con la disminucióndel tono vagal, estos individuos alcanzan frecuencias cardíacas máximas adecuadas6. Ocasionalmente pueden encontrarse bradicardia sinusal marcada (≤40 lpm) en reposo o pausas sinusales ≥3 segundos no sintomáticas en atletas bien entrenados. La evaluación en estos casos puede limitarse a la anamnesis, la exploración física y un elec- trocardiograma (ECG). La presencia de pausas sinusales largas, bloqueo sinoauricular, síndrome del seno enfermo o bradicardia sintomática (presíncope, síncope o fatiga durante el esfuerzo) son considerados hallazgos anormales, y la evaluación debe complementarse con una ergometría convencional y un ECG de Holter de 24 horas. Si se sospecha una cardio- patía estructural debe realizarse un ecocardiograma. En caso de síntomas asociados a bradiarritmias se aconseja un período de interrupción temporal del ejercicio de hasta 3 meses y una posterior revaloración clínica. En los pacientes asintomáticos se recomienda seguimiento anual7,8. A los pacientes previamente sintomáticos que tras interrumpir su entrenamiento que- dan asintomáticos se les debe permitir la realización de actividad física progresivamente, y se recomienda una evaluación cada 6 meses7. Las modificaciones estructurales y del tono autónomo del corazón, que se han con- siderado «fisiológicas» durante el período de entrenamiento del atleta, pueden persistir tras años de suspender la actividad física. Serra-Grima et al.9 estudiaron un grupo de atletas de alta competición que al menos lle- vaban 5 años sin participar en competiciones y que habían presentado bradicardia <50 lpm cuando eran activos. Hallaron que en un 18% de ellos persistía la bradicardia signifi- cativa no asociada a síntomas ni alteraciones mayores en el ECG, y que el ejercicio regular y el número de años participando en alta competición eran factores predictivos de estos hallazgos9. Baldesberger et al.10 evaluaron la presencia de disfunción del nodo sinusal en ciclistas profesionales no activos y los compararon con un grupo control. Tras un tiempo promedio de 35 años sin participar en competiciones, el grupo de atletas presentó una Manejo de las arritmias en el deportista Capítulo 7 107 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. mayor tasa de disfunción del nodo sinusal (16% frente a 2%). Estos resultados sugieren que los cambios inducidos por el entrenamiento no serían totalmente reversibles, lo que plantea la necesidad de un seguimiento a largo plazo10. Bloqueo auriculoventricular En atletas activos, la presencia de bloqueo auriculoventricular (A-V) de primer grado y segundo grado Mobitz I (o tipo Wenckebach) es frecuente5. En general, el bloqueo A-V tipo Wenckebach se presenta en reposo y típicamente desaparece durante el ejercicio. El retraso de la propagación del impulso a través del nodo A-V es considerado parte de los cambios adaptativos causados por el entrenamiento3. En pacientes asintomáticos sin evidencia de cardiopatía estructural con un QRS normal en el ECG no se requieren otras pruebas complementarias. En este caso la práctica del deporte no está contraindicada y se recomienda una revisión anual7. La persistencia del bloqueo A-V durante el esfuerzo, la presencia de un bloqueo A-V de segundo grado Mobitz II (habitualmente acompañando un QRS ancho) o de un bloqueo A-V completo son condiciones generalmente patológicas que no deben inter- pretarse como secundarias al acondicionamiento cardíaco del atleta, y debe completarse su valoración para descartar una patología estructural de base con la realización de un ecocardiograma, un ECG de Holter de 24 horas, una ergometría convencional e, incluso, un estudio electrofisiológico. Existe un claro consenso en relación al tratamiento de estos pacientes en caso de presentar síntomas; se recomienda la implantación de un marcapasos definitivo, tras lo cual se permite la realización de actividades deportivas siempre que se eviten los deportes de contacto físico7,8. En los pacientes asintomáticos existe divergencia en cuanto a la actitud más adecuada. La Sociedad Europea de Cardiología considera que, aunque es infrecuente, el blo- queo A-V completo transitorio puede observarse en atletas, y considera que ante la ausen- cia de enfermedad cardíaca estructural, arritmias ventriculares durante el esfuerzo y una frecuencia en reposo superior a 40 lpm, no es necesaria la implantación de un marcapa- sos, y se permite la realización de actividades deportivas dinámicas y estáticas de baja y moderada intensidad. Por otro lado, las recomendaciones derivadas de la 36ª Conferencia de Bethesda recomiendan la implantación de un marcapasos definitivo en cualquiera de estas situaciones clínicas3,7,8. TAQUIARRITMIAS Extrasístoles auriculares La presencia de extrasístoles auriculares en los atletas es muy frecuente, con una incidencia de hasta el 100% en corredores, y siempre significativamente mayor en comparación con no deportistas5. No obstante, al igual que en la población general, la extrasistolia auricular presente en los registros de Holter, en ausencia de síntomas o cardiopatía estructural, no requiere evaluaciones adicionales7,8. Deben valorarse la presencia de síntomas de hipertiroidismo y el uso excesivo de alcohol, estimulantes o cafeína, como situaciones que pueden incrementar la irritabilidad auricular. En las mujeres atletas, los valores fluctuantes de estrógenos durante el ciclo menstrual, el embarazo, la menopausia o, el uso de anticonceptivos orales pueden ser causa de extrasistolia auricular1. □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...108 Ante un paciente que refiere palpitaciones, la actitud dependerá de la frecuencia del síntoma. Se recomienda la realización de una prueba de esfuerzo para intentar reproducir la sintomatología. Si los síntomas son muy frecuentes, incluso diarios, un registro de Holter de 24-48 horas será de gran utilidad. Cuando los síntomas ocurren con una frecuencia semanal o mensual se sugiere la colocación de un monitor de eventos o rea- lizar una monitorización ambulatoria continua1. En aquellos casos en que los síntomas aparecen de manera muy esporádica puede valorarse utilizar un Holter implantable; no obstante, si la sintomatología es sugestiva de taquicardia se recomienda la realización previa de un estudio electrofisiológico. Taquicardia supraventricular La incidencia de taquicardia supraventricular en los atletas es similar a la observada en la población general. La taquicardia por reentrada nodal es la más frecuente, seguida de la taquicardia ortodrómica por reentrada auriculoventricular a través de una vía accesoria, y por último la taquicardia auricular6. La clínica de palpitaciones ocasionales, su inicio y fin súbitos, su carácter regular y su buena tolerancia, son características típicas de todas ellas. En los deportistas, estas taquicardias suelen aparecer durante el esfuerzo, a diferencia de la población general, en la que pueden aparecer en cualquier situación, debido a que en los deportistas la gran influencia vagal sobre el nodo A-V durante el reposo suele impedir su mantenimiento. La preexcitación ventricular, asociada o no a taquicardia, será comentada de manera independiente por tener un tratamiento diferente. La taquicardia por reentrada nodal se presenta más a menudo en mujeres entre la tercera y la cuarta década de la vida, aunque puede observarse a cualquier edad. El síntoma más frecuente son las palpitaciones, inducidas o no con el esfuerzo, de aparición súbita y du- ración variable. La presencia de frecuencias ventriculares rápidas puede asociarse a disnea, angina e incluso síncope. Durante la taquicardia el paciente puede referir un latido cervical (signo de la rana), debido a la contracción simultánea de la aurícula y el ventrículo con las válvulas mitral y tricuspídea cerradas, generando ondas «A» cañón en el pulso yugular. El ECG en reposo no presenta alteraciones. Mientrasdura la taquicardia, la onda P puede no ser visible debido a la activación simultánea de la aurícula y del ventrículo. En otras ocasiones, la onda P puede distorsionar la porción inicial del QRS (simulando una onda «q» en las derivaciones de la cara inferior), o más frecuentemente distorsionar su porción final (simulando una onda r’ en V1, o una onda «s» en las derivaciones inferiores)11. En los pacientes con síntomas breves y autolimitados, la colocación de un monitor de eventos constituye un método útil para su diagnóstico6-8. El diagnóstico de taquicardia por reentrada nodal es fuertemente sospechado por el ECG, pero es difícil de confirmar. El diagnóstico definitivo se realiza con un estudio elec- trofisiológico, pero no se recomienda su realización si no se considera la ablación como estrategia de tratamiento. A pesar de que pueden utilizarse diferentes fármacos anti- arrítmicos, que retrasan la conducción a través del nodo A-V, para prevenir la inducción de esta taquicardia, la necesidad de su uso a lo largo de la vida hace que no se consideren el tratamiento recomendado, y el estudio electrofisiológico es la primera opción de tratamiento. Se ha sugerido un período de al menos 3 meses tras la ablación, sin que aparezcan recidivas, para permitir la práctica de deporte7; sin embargo, en situaciones normales, puede practicarse cierta actividad física a partir de los 7-10 días. Manejo de las arritmias en el deportista Capítulo 7 109 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. Un abordaje similar debe seguirse en los pacientes con sospecha de taquicardia orto- drómica por vía accesoria oculta (vía auriculoventricular con conducción retrógrada exclusiva, sin evidencia de preexcitación) o taquicardia auricular focal. El paso inicial será valorar la intensidad de los síntomas, su relación con la realización de ejercicio y la posibilidad de que presenten una enfermedad de base. En ambos casos, el ECG basal será normal. Está indicada la realización de una prueba de esfuerzo, y si los síntomas se presentan con una frecuencia semanal o mensual puede valorarse la colocación de un monitor de eventos para documentar la taquicardia. El ECG durante la taquicardia generalmente permitiría identificar una onda P tardía en relación al QRS. El análisis cuidadoso de la onda P retrógrada en la taquicardia orto- drómica puede permitir localizar la inserción auricular de la vía accesoria. Este análisis puede ser difícil, ya que la onda P suele estar inscrita dentro del segmento ST durante la taquicardia ortodrómica. La morfología de la onda P en las derivaciones V1, DI y de la cara inferior son generalmente de mayor utilidad. El diagnóstico definitivo del mecanismo de la taquicardia sólo puede establecerse mediante un estudio electrofisiológico. En los atletas con taquicardia supraventricular, la Sociedad Europea de Cardiología recomienda realizar un estudio electrofisiológico, siempre que se haya considerado la posibilidad de ablación. En aquellas situaciones en que esta no se considere, la prácti- ca de deporte estaría permitida siempre que la taquicardia sea esporádica, no asociada a cardiopatía estructural, sin consecuencias hemodinámicas, sin relación con el esfuerzo o prevenible con fármacos antiarrítmicos3,7. Preexcitación ventricular y síndrome de Wolff-Parkinson-White Las vías accesorias representan bandas musculares que conectan las aurículas y los ven- trículos por fuera del sistema de conducción A-V normal. La prevalencia de preexcitación ventricular en atletas es de un 0,1-0,3%, similar a la observada en la población general12. La expresión clínica de estas vías varía desde un hallazgo electrocardiográfico anormal, al identificarse preexcitación ventricular en individuos asintomáticos, hasta manifestarse como palpitaciones al formar parte de un circuito de macrorreentrada entre aurículas y ventrículos, o al ser utilizada como una vía alternativa de conducción para la trans- misión de taquiarritmias auriculares rápidas13, lo que se conoce como síndrome de Wolff- Parkinson-White (WPW). La existencia de una vía accesoria crea la posibilidad de circuitos de reentrada. El nodo A-V o la vía accesoria pueden funcionar como brazo anterógrado o retrógrado del cir- cuito. Cuando la taquicardia ocurre utilizando como vía anterógrada del circuito el nodo A-V, y como vía retrógrada la vía accesoria, nos referimos a una taquicardia orto- drómica, que es la forma más frecuente de presentación (95%). Durante la taquicardia antidrómica, la vía accesoria corresponde al brazo anterógrado y el sistema de conduc- ción normal es el brazo retrógrado del circuito11,13, aunque también podría retornar a través de una segunda vía accesoria. La presencia de taquiarritmias auriculares, como la fibrilación auricular, representa un problema en los pacientes con preexcitación ventricular por una vía accesoria. Primero, este tipo de arritmias es más frecuente en los pacientes con vías accesorias y en los atletas9,13-16. Segundo, el estado adrenérgico asociado con la actividad física acelera la velocidad de conducción a través del nodo A-V, y también de la vía accesoria. En raras □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...110 ocasiones, las taquicardias A-V por reentrada pueden degenerar en fibrilación auricular. En estas circunstancias, la fibrilación auricular puede conducir de forma rápida y sostenida a los ventrículos a través de la vía accesoria, pudiendo inducir al ventrículo a través de la vía accesoria capaz en ocasiones de conducir a frecuencias muy elevadas e inducir fibrilación ventricular y muerte súbita (figs. 7-1 y 7-2). El riesgo de muerte súbita en atletas con síndrome de WPW se ha estimado en un 0,15-0,2%. Cuando estos pacientes además tienen síntomas, se estima que el riesgo puede ascender hasta el 2,2%7,13. Ante tales consideraciones se hace necesaria la estratificación del riesgo en los atletas con preexcitación ventricular asintomática, y es mandatoria la realización de un ecocar- diograma para descartar cardiopatía y de una prueba de esfuerzo para valorar el período refractario de la vía3,7,8. El objetivo de la prueba de esfuerzo es valorar si la vía accesoria es capaz de mantener su conducción anterógrada con frecuencias cardíacas altas y evaluar así su posible riesgo. La pérdida súbita de la preexcitación en el ECG de superficie durante el esfuerzo demuestra una vía accesoria de escasa capacidad de conducción anterógrada y, por tanto, bajo ries- go. La desaparición de la preexcitación por bloqueo de la conducción a través de la vía accesoria tiene que ser brusca, lo que debe diferenciarse de la disminución progresiva por una mayor conducción a través del nodo A-V debido a un tono simpático aumentado, que ocurre normalmente en una prueba de esfuerzo. Esta prueba tiene una sensibilidad del 80% y una especificidad del 29%, aunque hay que considerar que en ocasiones es difícil la diferenciación entre una pérdida súbita o gradual de la preexcitación13. El estudio electrofisiológico es la mejor herramienta para valorar las propiedades de conducción de la vía accesoria, y estaría indicado en todos los deportistas mayores de Figura 7-1 Electrocardiograma de 12 derivaciones de un paciente referido para la realización de ablación de una vía accesoria de localización posteroseptal izquierda, que presentó de manera espontánea fibrilación auricular conducida por la vía accesoria. ' 1 / w '"' '" VVVV\J\JlANVWVWWVVVVVVW\ w , _ _,.,, V~~~~.,-~~ .,.,.,,,,,, AAAA v; IJJVl v, illillJJLAJtAAillJl.JJJw.JLA ,, M/\M V< /LMAAMNVIJVL/IM Manejo de las arritmias en el deportista Capítulo 7 111 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. 12 años, incluso en aquellos asintomáticos en quienes no se demuestra una preexcitación intermitente ni una desaparición brusca de esta durante la prueba de esfuerzo.Un inter- valo R-R preexcitado corto (<240 ms durante la fibrilación auricular inducida o <220 ms durante el esfuerzo o la infusión de isoproterenol), la presencia de múltiples vías y la inducción fácil de fibrilación auricular se asocian con un mayor riesgo de muerte súbita7. El tratamiento médico con fármacos antiarrítmicos no se considera de elección en vista de sus efectos secundarios, su limitada eficacia y su necesidad de uso durante toda la vida. La ablación de la vía accesoria se considera el tratamiento de elección en todos los pacientes sintomáticos o asintomáticos que realizan actividad deportiva al menos de moderada o alta intensidad. La baja tasa de complicaciones (1%) y la gran eficacia (95%) de la ablación de una vía accesoria hacen que sea el mejor tratamiento7,13. En los pacientes asintomáticos, con criterios de bajo riesgo y que practican deporte de baja intensidad, la ablación se considera opcional7. Fibrilación auricular y flutter auricular La fibrilación auricular representa la arritmia más común en la población general, con una incidencia que aumenta con la edad. En los atletas, la fibrilación auricular es la causa más frecuente de palpitaciones14. En los últimos años diversos estudios han demostrado una asociación entre la presencia de fibrilación auricular y la realización de deporte competitivo en atletas varones9,17-20. Diversas condiciones se han propuesto como causantes de estos hallazgos: cambios autonómicos con un incremento del tono vagal, bradicardia, cambios inflamatorios, fibrosis de la pared auricular e incremento del tamaño auricular2,14,16,21,22. En modelos animales, los cambios autonómicos han demostrado ser particularmente importantes. Se ha evidenciando un incremento de la actividad parasimpática por vía Figura 7-2 Registro del paciente anterior que de manera espontánea pasa de fibrilación auricular conducida por vía accesoria posteroseptal izquierda a fibrilación ventricular. □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...112 de un aumento de la respuesta barorrefleja y de la sensibilidad de los cardiomiocitos a la estimulación colinérgica23. La hiperactividad del tono vagal en los atletas actúa sinérgicamente con el incremento del tono simpático durante el entrenamiento, produ- ciendo un acortamiento significativo del período refractario auricular y un incremento de la dispersión en la repolarización, lo que crea condiciones adecuadas para el inicio y la perpetuación de la fibrilación auricular3 (fig. 7-3). No obstante, pocas veces las crisis ocurren durante el ejercicio y es más frecuente que se presenten en reposo o en situación posprandrial16. La incidencia de fibrilación auricular es mucho mayor en los atletas de mediana edad que han practicado actividades deportivas por largo tiempo, lo que sugiere que son nece- sario años de entrenamiento antes del desarrollo de fibrilación auricular24. La asociación entre fibrilación auricular y flutter auricular está presente en al menos el 10% de los casos. La mayoría de los pacientes muestran durante el seguimiento un comportamiento paroxís- tico de las crisis, pero también pueden progresar a fibrilación auricular permanente25. Aunque la fibrilación auricular vagal es habitual en los atletas25,26, un porcentaje conside- rable de pacientes presentan patologías o alteraciones estructurales de base3. Por este motivo, la valoración del paciente debe incluir una prueba de imagen, habitualmente ecocardiografía convencional, para evaluar la presencia de una cardiopatía subyacente, así como para des- cartar causas secundarias como el hipertiroidismo o el uso de drogas recreativas. El tratamiento de estos pacientes debe realizarse de manera similar al del sujeto no deportista. Primero deberá valorarse la necesidad de anticoagulación para prevenir eventos Figura 7-3 Inducción típica de fibrilación auricular vagal. Registro electrocardiográfico obtenido durante la ablación de la vena pulmonar superior izquierda en un paciente con fi- brilación auricular paroxística en el que se observa una importante reacción vagal que produce asistolia e inducción de fibrilación auricular con bloqueo auriculoventricular transitorio. "'" V, Manejo de las arritmias en el deportista Capítulo 7 113 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. tromboembólicos utilizando la estratificación de riesgo habitual (CHADS2, CHA2DS2-- VASc) 27. En segundo lugar, se considerará la necesidad de tratamiento antiarrítmico en función de la frecuencia, la duración y la sintomatología de las crisis. Hay poca evidencia de que los fármacos antagonistas del calcio, o los beta-bloqueantes, reduzcan los episodios de fibrilación auricular. Además, los beta-bloqueantes son poco tolerados por los pacientes debido a su elevado tono vagal, y están incluidos en la lista de la Agencia Anti-Dopaje con limitación para su uso en algunos deportes3,6,28. Los fármacos antiarrítmicos de clase I son una opción de tratamiento, pero asegurándonos de que se obtiene una respuesta ventricular adecuada durante el ejercicio. En los atletas con fibrilación auricular paroxística se recomienda una estrategia de «pill-in-the pocket» con fármacos de clase Ic. Las actividades deportivas deben estar limitadas en estos pacientes al menos hasta haber transcurrido una vida media del fármaco15. El uso de otros antiarrítmicos, como la amiodarona, es de menor utilidad por sus efectos secundarios a largo plazo. La ablación constituye una opción atractiva al considerar que son pacientes de edad joven, generalmente con un comportamiento paroxístico y sin cardiopatía estructural en su mayoría. Se ha investigado la eficacia de la ablación por radiofrecuencia en los deportistas. El tiempo libre de arritmias y la tasa de recurrencias es similar entre atletas y controles. La presencia de un diámetro auricular aumentado o una fibrilación auricular de larga evolución se han considerado como predictores de recurrencia29,30. Acorde con las recomendaciones actuales, los atletas con fibrilación auricular per- manente y ausencia de enfermedad cardíaca estructural que tienen una respuesta ven- tricular controlada durante el esfuerzo pueden participar en todo tipo de competiciones deportivas. En caso de cardiopatía estructural, la participación en actividades deportivas estará limitada por la enfermedad de base. Para los pacientes con episodios de fibrilación auricular paroxística o permanente se recomienda un período de restricción sin competi- ciones de 3 meses. Los atletas sin cardiopatía que se hayan sometido a un procedimiento de ablación, por radiofrecuencia o cirugía, pueden participar en competiciones tras un período de 4-6 semanas sin evidencia de recurrencia. Finalmente, los deportistas que requieren anticoagulación no deben participar en deportes de contacto físico ni con alto riesgo de sufrir traumatismos7,8. La presencia de flutter auricular típico, de manera aislada o en asociación con fibrilación auricular, debe ser tratada preferentemente con ablación por radiofrecuencia del istmo cavo tricuspídeo, que comporta una alta tasa de curación y una baja probabilidad de complicaciones o recidivas7. Extrasístoles ventriculares La presencia de extrasístoles ventriculares es frecuente en los atletas. La extrasistolia ven- tricular está asociada con anormalidades cardiovasculares hasta en un 7% de los casos. La probabilidad de enfermedad cardíaca de base es mayor en los atletas con una densidad arrítmica superior a 2.000 extras en 24 horas31,32. Tras un período de desacondiciona- miento sin ejercicio, la ectopia ventricular, asociada o no a cardiopatía estructural, se reduce de manera significativa33. La morfología más frecuente es el patrón de bloqueo de rama izquierda con eje inferior, indicativo de un origen en el tracto de salida del ventrículo derecho (fig. 7-4), la cual habitualmente es benigna31,34. No obstante, antes de atribuirla ectopia ventricular a una □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...114 consecuencia normal de la adaptación fisiológica, es necesario descartar la presencia de una cardiopatía de base, en particular enfermedad arterial coronaria, displasia ventricular derecha, anomalía coronaria congénita, cardiomiopatía y taquicardia polimórfica cateco- laminérgica (fig. 7-5). Desafortunadamente, no siempre es posible distinguir los cambios miocárdicos estructurales como expresión fisiológica de adaptación al entrenamiento de aquellos relacionados con estadios precoces de una cardiomiopatía32. Figura 7-4 Electrocardiograma de 12 derivaciones de un paciente con extrasístoles ventriculares bigeminadas con morfología de bloqueo de rama izquierda y eje inferior, transición en V3-V4, característico de extrasístoles originadas en el tracto de salida del ventrículo derecho. Figura 7-5 Registro electrocardiográfico durante la realización de una prueba de esfuerzo en la que se induce taquicardia ventricular polimórfica catecolaminérgica. ... ·•·• • . ,j, ..... , •• f " ·1 : - ¡: ' 1 ¡ .. ! ' . . 1 ·1·- ··!· ... i • . . : .... T r_·. ! . ·-r·¡· ~ Manejo de las arritmias en el deportista Capítulo 7 115 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. De manera habitual deben realizarse una anamnesis detallada con énfasis en los ante- cedentes familiares de muerte súbita, un ECG de Holter de 24 horas, un ecocardiograma y una prueba de esfuerzo. En los pacientes con probabilidad de enfermedad cardíaca se valorará la necesidad de una resonancia magnética (RM) cardíaca7,35, que es de especial utilidad para el diagnóstico de displasia arritmogénica de ventrículo derecho, de anomalías coronarias y de miocarditis. Se ha investigado la utilidad del estudio electrofisiológico como prueba de estratifica- ción del riesgo. El valor predictivo de esta técnica para valorar eventos arrítmicos futuros es muy baja en población atlética sin presencia de cardiopatía estructural aparente31,36. No se considera necesaria la restricción de actividades deportivas a los atletas sin evidencia de cardiopatía estructural, con extrasistolia ventricular que no se incrementa con el esfuerzo ni produce síntomas8,35. Los atletas con extrasistolia ventricular sin enfermedad cardíaca no requieren trata- miento farmacológico. En caso de presentar síntomas debe comenzarse por disminuir la ansiedad del paciente ante una situación generalmente benigna, y recomendar evitar probables desencadenantes. Si se requiere medicación, se sugiere el uso de fármacos beta-bloqueantes o antagonistas del calcio, con las mismas consideraciones que se han comentado para el tratamiento de otras arritmias. Los pacientes con taquicardia ventricular no mantenida deben ser valorados de manera similar a los que sólo presentan extrasistolia ventricular aislada. Las salvas recurrentes y repetitivas de taquicardia ventricular no mantenida, con un comportamiento de caracterís- ticas incesantes, pueden ser causa de taquimiocardiopatía, lo que sería indicación de ablación como primera línea de tratamiento. La presencia de extrasístoles ventriculares polimórficas o salvas de taquicardia ventricular polimórficas no mantenidas incrementan la probabilidad de enfermedad cardíaca de base35. Taquicardia ventricular idiopática La taquicardia ventricular fascicular y la taquicardia del tracto de salida del ventrículo dere- cho son dos arritmias habitualmente inducidas durante el ejercicio11. Ambas taquicardias tienen un pronóstico benigno, al no asociarse a cardiopatía estructural. La taquicardia ventricular fascicular se caracteriza en el ECG por bloqueo de rama derecha y eje superior; en cambio, la taquicardia del tracto de salida presenta morfología de rama izquierda y eje inferior. La evaluación de ambas es similar a la comentada para los pacientes con extrasístoles ventriculares, y es de particular interés la diferenciación entre taquicardia del tracto de salida y displasia arritmogénica, por lo que en estos pacientes se recomienda la realización de una RM cardíaca. El tratamiento de elección en ambas situaciones es la ablación, por su alta eficacia y baja tasa de complicaciones7. Taquicardia ventricular y muerte súbita en presencia de enfermedad cardíaca estructural La taquicardia ventricular en pacientes con cardiopatía estructural es un factor predictivo muy importante de muerte súbita. La miocardiopatía hipertrófica, la displasia arrit- mogénica del ventrículo derecho, las anomalías coronarias congénitas y la enfermedad coronaria arteriosclerótica son las causas más comunes de muerte súbita en los atletas, con una incidencia distinta según la región geográfica37-39. Hay evidencia de que el riesgo de muerte súbita está, en muchas ocasiones, en relación temporal con el ejercicio, que actúa □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...116 como desencadenante, tanto en atletas como en no atletas6. En presencia de taquicardia ventricular y cardiopatía estructural está contraindicada la participación en competiciones, excepto en deportes estáticos de baja intensidad (bolos, billar, golf, tiro, etc.). La misma consideración debe tenerse en los pacientes que requieran un desfibrilador automático implantable (DAI), en quienes no estará permitido realizar ejercicios de moderada-alta intensidad7,35. Miocardiopatía hipertrófica La prevalencia de miocardiopatía hipertrófica en la población atlética es de un 0,07-0,10%, según la raza37,38,40. Es un trastorno autosómico dominante con alteraciones en diversos genes que codifican la síntesis de proteínas del sarcómero. Clínicamente se caracteriza por hipertrofia, usualmente asimétrica, del ventrículo izquierdo con aumento de su masa. El diagnóstico se establece con la demostración electrocardiográfica y ecocardio- gráfica de dicha hipertrofia. Existen diferentes condiciones que pueden dificultar el diagnóstico, entre ellas las enfermedades infiltrativas, la hipertrofia secundaria por hipertensión arterial y los cambios fisiológicos del corazón de atleta. En este último, el desentrenamiento permitiría diferenciar ambas situaciones, al ser el corazón de atleta una condición reversible41,42. Se han establecido factores de riesgo «mayores» de muerte súbita en estos pacientes: parada cardíaca previa y taquicardia ventricular mantenida espontánea, taquicardia ventricular no mantenida, antecedentes de síncope recurrente, antecedentes familiares de muerte súbita, hipertrofia grave del ventrículo izquierdo (>30 mm de septo) y respuesta anormal de la presión arterial durante el esfuerzo. Los pacientes que hayan sido recuperados de una parada cardíaca o que presenten múltiples criterios de riesgo, particularmente hipertrofia septal grave y antecedentes familiares, tienen un mayor riesgo de muerte súbita y estaría indicada la colocación de un DAI41,43. En aquellos atletas diagnosticados de miocardiopatía hipertrófica no se recomienda la participación en competiciones deportivas7,8. Displasia arritmogénica del ventrículo derecho La displasia arritmogénica del ventrículo derecho es una enfermedad genética relacionada con una alteración en la función de los desmosomas que unen los cardiomiocitos entre sí, caracterizada por disfunción del ventrículo derecho, sustitución fibroadiposa y adel- gazamiento del miocardio del ventrículo derecho. En algunas ocasiones puede verse la extensión de la enfermedad al ventrículo izquierdo, lo cual confiere un peor pronóstico. Este trastorno está relacionado con la presencia de arritmias ventriculares malignas, en general asociadas al esfuerzo, y es causa de muerte súbita principalmente en individuos jóvenes. En modelos animales se ha demostrado que el entrenamiento puede acelerar la aparición de disfunción ventricular derecha y arritmias ventriculares en sujetos predis- puestos genéticamente. El ejercicio incrementa el estrésmecánico, facilitando la apoptosis de los cardiomiocitos al existir alteraciones de sus uniones desmosómicas por mutaciones genéticas22,44,45. El ECG basal puede mostrar ondas T negativas y, en fases avanzadas, ondas épsilon en derivaciones del plano horizontal V1-V3. La taquicardia ventricular registrada en estos pacientes típicamente tiene morfología de bloqueo de rama izquierda41,43,46. El riesgo de muerte súbita en estos pacientes con displasia de ventrículo derecho se ha asociado a antecedentes de parada cardíaca o taquicardia ventricular, dilatación o Manejo de las arritmias en el deportista Capítulo 7 117 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. disfunción del ventrículo derecho, edad joven y afectación del ventrículo izquierdo. Estos criterios deben ser considerados en el momento de implantar un DAI. Los pacientes con diagnóstico de displasia arritmogénica del ventrículo derecho no pueden participar en deportes de alta competición7,8. CONCLUSIONES La presencia de arritmias en los atletas es una situación común. La evaluación comienza por la realización de una adecuada anamnesis, con énfasis en la forma de presentación de los síntomas, la frecuencia de presentación, la duración y la relación con la actividad física. Las palpitaciones en los atletas obligan a descartar una cardiopatía estructural. Los cambios autónomos y estructurales adaptativos del corazón del atleta son habitualmente reversibles; sin embargo, pueden estar enmascaradas formas incipientes de cardiomiopatías y es necesaria una adecuada evaluación. Las bradiarritmias y los bloqueos habitualmente son consecuencia de un tono parasimpático aumentado, en raras ocasiones resultan patológicos, y son reversibles durante el esfuerzo y con el desacondicionamiento. Las taquiarritmias deben tratarse de manera similar a como se hace en los no deportistas, con una consideración particular en caso de preexcitación ventricular. El tratamiento se orientará en función de su eficacia y efectos secundarios, de la necesidad de eliminar síntomas o de mejorar el pronóstico, así como de permitir al atleta mantener su partici- pación en competiciones. BIBLIOGRAFÍA 1. Lawless C, Briner W. Palpitations in athletes. Sport Med 2008;38:687-702. 2. O’Keefe J, Patil H, Lavie C, Magalski A, Vogel R, McCullough P. Potential adverse cardiovas- cular effects from excessive endurance exercise. Mayo Clin Proc 2012;87:587-95. 3. Fragakis N, Pagourelias E, Koskinas K, Vassilikos V. Arrhytmias in athletes: evidence- based strategies and challenges for diagnosis, management, and sport eligibility. Cardiol Rev 2013;21:229-38. 4. Stoebner R, Bellin D, Haigney M. Cardiac electrophysiology and the athlete: a primer for the sports clinician. Curr Sports Med Rep 2012;11:70-7. 5. Talan D, Bauernfeind R, Ashley W, Kanakis C, Rosen K. Twenty-four hour continuous ECG recording in long-distance runners. Chest 1982;82:19-23. 6. Link MS, Estes NA. Athletes and arrhythmias. J Cardiovasc Electrophysiol 2010;21: 1184-9. 7. Pelliccia A, Fagard R, Bjornstad HH, et al. Recommendations for competitive sports partici- pation in athletes with cardiovascular disease. A consensus document from the Study Group of Sport Cardiology of the Working Group of Cardiac Rehabilitation and Exercise Physiology and the Working Group of Myocardial and Pericardial Diseases of the European Society of Cardiology. Eur Heart J. 2005;26:1422-45. 8. Zipes DP, Ackerman MJ, Estes NA r3rd, Grant AO, Myerburg RJ, Van Hare G. Task force 7: Arrhytmias. J Am Coll Cardiol 2005;45:1354-63. 9. Serra-Grima R, Puig T, Doñate M, Gich I, Ramón J. Long term follow-up of bradycardia in elite athletes. Int J Sports Med 2008;29:934-7. □ © 2015. Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos TÉCNICAS AVANZADAS DE IMAGEN CARDÍACA EN LA VALORACIÓN CARDIOLÓGICA DEL DEPORTISTA Sandra Pujadas Olano, Rubén Leta Petracca, Guillem Pons Lladó y Francesc Carreras Costa INTRODUCCIÓN La práctica deportiva es una actividad saludable que, como tal, se promociona en todos los estratos de la sociedad, especialmente entre los jóvenes. La idoneidad para la práctica del deporte, desde el punto de vista cardiovascular, es relativamente sencilla de establecer, y se puede llevar a cabo en un medio sanitario no especializado. Así, se ha demostrado que una visita clínica y un electrocardiograma (ECG) estándar permiten, en caso de normalidad, certificar de manera fiable dicha aptitud. En aquella pequeña proporción (3%) de individuos que van a presentar una anomalía en este estudio inicial básico, o bien en aquellos que han mostrado síntomas de posible origen cardíaco, hubieran sido previamente estudiados o no, hemos de acceder a un segundo nivel de evaluación, que es el que ofrecen las técnicas no invasivas de diagnóstico por la imagen, las cuales pertenecen ya al ámbito cardiológico especializado. Es preciso distinguir, en estas técnicas, y por motivos de su diferente disponibilidad, complejidad y costes, entre la ecocardiografía y las que llamamos técnicas avanzadas de imagen cardíaca, como la cardiorresonancia magnética (CRM) y la cardiotomografía computarizada (CTC) multidetector. La ecocardiografía se halla presente hoy día en prácticamente cualquier medio cardiológico asistencial, y su aportación en el proceso diagnóstico queda fuera de toda duda. No obstante, algunas de las patologías que pueden ser relevantes en el estudio cardiológico del deportista es posible que pasen desapercibidas en un estudio ecocardiográfico, incluso técnicamente correcto. Como quiera que la CRM y la CTC no ofrecen estas limitaciones, sino que hasta son de referencia en el diagnóstico de estos procesos, es lógico que su papel sea cada vez más destacado. En el presente capítulo se discute con detalle la aportación de la CRM y la CTC en el estudio diagnóstico del individuo deportista, razonando además las potenciales indicaciones de estas técnicas en dicho proceso. EL DILEMA ENTRE LA HIPERTROFIA FISIOLÓGICA Y LA PATOLÓGICA El entrenamiento físico intenso puede producir cambios electrocardiográficos, funcionales y morfológicos que es imprescindible conocer cuando se explora a un atleta. Esto ha hecho que, cada vez con más frecuencia, el cardiólogo del deporte se integre en equipos multidisciplinarios con el objetivo de prevenir enfermedades y mejorar la salud y el rendimiento deportivo. 8 Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...122 Características del corazón del deportista. Alteraciones secundarias a la adaptación fisiológica al ejercicio Se conoce como «corazón de atleta» la adaptación fisiológica de las dimensiones cardíacas, fundamentalmente un aumento del grosor parietal y de la cavidad ventricular, secundarios a la práctica intensiva de deporte1. La distinción entre corazón de atleta o patología cardíaca tiene implicaciones muy importantes, ya que puede suponer la prohibición del deporte de competición para minimizar riesgos. En este sentido, el principal problema que se plantea al cardiólogo al valorar a un atleta asintomático es la miocardiopatía hipertrófi ca (MH), que es una de las causas más frecuentes de muerte súbita en el atleta, pero no hay que olvidar que el incremento del grosor parietal es uno de los cambios morfológicos descritos en el corazón del atleta. No obstante, dicho hallazgo, afortunadamente, es poco frecuente. Pelliccia et al.2 observaron en 947 atletas que sólo el 2% superaron los 13 mm de grosor parietal, y que el máximo grosor alcanzado fue de 16 mm (en un único atleta). Todos los atletas con un aumento del grosor parietal presentaban, además, dilatación de la cavidad ventricular, y estos cambios morfológicos se relacionaban con la práctica de determinados deportes. Los que implicaban una mayor dilatación e hipertrofia eran el remo y el ciclismo, por este orden, mientras que ninguno de los 728 participantes en otros 22 deportespresentaron grosores >12 mm. Por lo tanto, es importante destacar que en la mayoría de los deportistas el grosor parietal está dentro de los límites normales o sólo ligeramente aumentado (≥12 mm)2,3, pero existe una baja proporción de ellos con grosores aumentados que pueden alcanzar como máximo los 16 mm. Por otro lado, los pacientes con MH presentan habitualmente grosores de 1820 mm, aunque una minoría pueden tener grosores parietales de 1315 mm. El dilema se plantea, por tanto, en aque llos atletas con cambios estructurales que caerían en esta «zona gris» entre la hipertrofia fisiológica y la patológica. En muchas ocasiones, un ECG puede ser suficiente para diferenciar entre hiper trofia fisiológica y MH. Un ECG que muestra únicamente altos voltajes del QRS, sin alteración de la repolarización, suele observarse en el corazón de atleta, mientras que es excepcional en la MH. Otro dato importante es la presencia de dilatación de la cavidad ventricular izquierda (VI), que suele asociarse al incremento del espesor parietal en la hipertrofia fisiológica. Más de un tercio de los deportistas altamente entrenados presentan dilatación VI (diámetro telediastólico VI >55 mm), mientras que la cavidad es pequeña en la mayoría de los pacientes con MH (diámetro telediastólico VI <45 mm). Además, la existencia de parámetros de función diastólica normales, valorados por ecocardiografía Doppler, también apoyaría el diagnóstico de hipertrofia fisiológica (tabla 81)4. No obs tante, en pacientes seleccionados puede ser necesaria la realización de una CRM para establecer un diagnóstico definitivo. En casos muy excepcionales en que el diagnóstico no se haya podido clarificar, un recurso puede ser el abandono de la práctica deportiva durante 3 meses y observar si se reduce la hipertrofia ventricular, lo que indicaría su carácter fisiológico. Utilidad de la cardiorresonancia magnética para la identificación de la hipertrofia patológica en el deportista asintomático En la valoración inicial de un atleta asintomático, un ECG y una ecocardiografía serán suficientes en la mayoría de los casos para descartar una cardiopatía estructural. No Técnicas avanzadas de imagen cardíaca Capítulo 8 123 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. obstante, existe una pequeña proporción de atletas que pueden presentar un ECG patológico o una hipertrofia ventricular izquierda en la ecocardiografía que plantee el diagnóstico diferencial entre corazón del atleta y MH. La CRM se considera actualmente el patrón de referencia para el cálculo de volúmenes y masa ventriculares, y se ha convertido en una técnica emergente en la valoración cardiológica del atleta. Comparada con la ecocardiografía, nos proporciona un estudio morfológico más detallado, permite una óptima visualización de todos los segmentos y puede determinarse de manera exacta el grosor parietal en todos ellos, así como identificar hipertrofias segmentarias no diagnosticadas con las demás técnicas5. Esto es importante porque se ha demostrado que un 10% de los pacientes con MH muestran únicamente uno o dos segmentos afectados, y además existe una minoría de casos en los que la hiper trofia engloba el segmento anterolateral o el ápex, que pueden pasar desapercibidos por ecocardiografía6,7 (fig. 81). Asimismo, hasta un 10% de los pacientes jóvenes diagnos ticados por CRM de MH con fenotipos leves pueden presentar un ECG normal6. Por otro lado, una CRM con contraste permite identificar, y cuantificar, el grado de fibrosis miocárdica focal mediante el realce tardío, información que ha demostrado tener valor pronóstico8. Por todo ello, la CRM se ha convertido en una técnica esencial en la valo ración del paciente con sospecha o diagnóstico establecido de MH. Un valor añadido de la CRM en la valoración del deportista es que permite distinguir una hipertrofia fisiológica de una patológica mediante un método sencillo que relaciona el máximo grosor medible en el miocardio con el volumen telediastólico indexado (fig. 82). Partiendo de la base de que en el corazón de atleta existe una relación proporcional entre el grosor parietal y el volumen de la cavidad ventricular, la presencia de una hipertrofia desproporcionada al volumen indicaría una hipertrofia patológica. Petersen et al.9 es tudiaron 120 individuos, incluyendo 25 atletas de competición y 35 pacientes con MH, y observaron que una proporción entre el grosor parietal máximo (mm) y el volumen telediastólico indexado del VI (ml/m2) inferior a 0,15 mm × m2 × ml caracteriza a la hipertrofia fisiológica, y permite el diagnóstico diferencial con la hipertrofia patológica con Tabla 8-1 Criterios generales para el diagnóstico diferencial entre miocardiopatía hipertrófica e hipertrofia fisiológica MIOCARDIOPATÍA HIPERTRÓFICA HIPERTROFIA FISIOLÓGICA Hipertrofia importante Sí No Ventrículo izquierdo <45 mm Sí No Ventrículo izquierdo >55 mm No Sí Aurícula izquierda dilatada Sí No Relación septum/DDVI >0,48 <0,48 Signos ECG (ondas T negativas profundas) Sí No Disfunción diastólica Sí No Disminución del grosor con la suspensión del entrenamiento No Sí Antecedentes familiares o mutación genética Sí No Obstrucción del tracto de salida del ventrículo izquierdo Sí No ECG, electrocardiograma; DDVI, diámetro diastólico del ventrículo izquierdo. Modificada de Maron BJ, Douglas PS, Graham TP, Nishimura RA, Thompson PD. Task Force 1: preparticipation screening and diagnosis of cardiovascular disease in athletes. J Am Coll Cardiol. 2005;45:1322-6. □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico... 124 una sensibilidad del 80% y una especificidad del 99%. Este sencillo índice nos permite distinguir entre ambas situaciones de manera fiable y reproducible. En definitiva, la CRM, debido a su mejor resolución espacial que permite una de terminación exacta del grosor parietal en los 17 segmentos miocárdicos, es superior a la ecocardiografía en la valoración de la hipertrofia ventricular del atleta y permite establecer un diagnóstico definitivo. UTILIDAD DE LA CRM EN LA IDENTIFICACIÓN DE PATOLOGÍA CARDIOVASCULAR ASOCIADA AL RIESGO DE MUERTE SÚBITA EN DEPORTISTAS SINTOMÁTICOS La muerte súbita en un atleta, aunque infrecuente, es un evento dramático y conlleva una amplia divulgación a través de los medios, con la consiguiente alarma en la población general. El mecanismo más frecuente de muerte súbita durante la práctica deportiva es una fibrilación ventricular, que puede ser consecuencia de una serie de patologías cardíacas (tabla 82)10. En los deportistas mayores de 35 años, la enfermedad arterial coronaria es la causa de la mayoría de los casos de muerte súbita, mientras que en registros americanos de deportistas jóvenes se ha observado que las causas más frecuentes de muerte súbita son Figura 8-1 Deportista de competición con ECG (arriba) en el que se observan ondas T negativas en DI, VL y V46. La ecocardiografía mostró un septo interventricular de 16 mm, por lo que se indicó una CRM. La CRM (abajo) evidencia en el plano 2C (A) y en un eje transversal del VI (C) una miocardiopatía hipertrófica que afecta el segmento antero septal basal (asterisco), con un grosor máximo de 24 mm. Asimismo, las imágenes de realce tardío en el plano 2C (D) y en el eje transversal (F) muestran fibrosis miocárdica focal en dicho segmento (flechas). VD, ventrículo derecho; VI, ventrículo izquierdo. t ,t t ~ t l ~ t- ~ t--~ t- "i-"' Técnicas avanzadas de imagen cardíaca Capítulo 8 125 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. congénitas o hereditarias, como la MH, un origen anómalo de las arterias coronarias y la displasia arritmogénica del ventrículo derecho (DAVD), y la miocarditis es la más des tacada entre las causas adquiridas. En el ámbito español se publicó un estudio que analizó las causas de muerte súbita en 61 deportistas entre 1995y 2001, y entre los menores Figura 8-2 Deportista aficionado de 25 años de edad en el que se observan en el ECG (A) ondas T negativas asimétricas de V35. La ecocardiografía mostró un septo interventricular de 16 mm, motivo por el cual se realizó una CRM, que confirmó la hipertrofia septal de 16 mm (B) y una ligera dilatación del ventrículo izquierdo, calculándose un volumen telediastólico ventricular izquierdo (VTDVI) indexado de 110 ml/m2 (C). La proporción grosor máximo (16)/VTDVI indexado (110) = 0,14 es indicativa de hipertrofia fisiológica. El estudio de realce tardío (D) no mostró fibrosis miocárdica focal. VD, ventrículo derecho; VI, ventrículo izquierdo. Tabla 8-2 Causas de muerte súbita en 387 atletas jóvenes CAUSAS N.° ATLETAS PORCENTAJE Miocardiopatía hipertrófica 102 26 Commotio cordis 77 20 Anomalías de las arterias coronarias 53 14 HVI de causa indeterminada 29 8 Miocarditis 20 5 Rotura aneurisma aorta (Marfan) 12 3 DAVD 11 3 Miscelánea 73 18 DAVD, displasia arritmogénica del ventrículo derecho; HVI, hipertrofia ventricular izquierda. Modificada de Maron BJ. Sudden death in young athletes. N Engl J Med. 2003;349:1064-75. □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...126 de 30 años se identificaron como causas más frecuentes la DAVD (22%), anomalías coronarias (6%) y la MH (6%)11. En un deportista que presenta síntomas durante el ejercicio, las exploraciones que se realizan pretenden descartar aquellas patologías cardíacas potencialmente causantes de una arritmia maligna. El ECG, la ecocardiografía Doppler y la ergometría convencional son las técnicas que se han utilizado con este objetivo. No obstante, un resultado normal de estas pruebas no excluye por completo la existencia de una cardiopatía potencialmente mortal. La CRM con contraste permite descartar todas estas afecciones en un único estudio relativamente rápido y sencillo. Utilidad de la cardiorresonancia magnética en el diagnóstico de miocardiopatía hipertrófica La MH es una enfermedad genética que se caracteriza por una hipertrofia miocárdica inapropiada que histopatológicamente se traduce en fibrosis miocárdica, disarray miofi brilar y enfermedad microvascular. En consecuencia, tiene un perfil clínico y un pronós tico muy heterogéneos. La gran mayoría de los pacientes cursan de forma asintomática y con un pronóstico excelente. No obstante, una baja proporción de pacientes con MH, que se estima en menos de un 1% anual, puede sufrir una muerte súbita como primera manifestación de la enfermedad, evento muy dramático, ya que se trata en general de individuos jóvenes y asintomáticos. Tal como se ha comentado ampliamente en el apartado anterior, la CRM es superior al ECG y a la ecocardiografía en la identificación de hipertrofia ventricular segmentaria y en la distinción de hipertrofia fisiológica y patológica. Por otro lado, además del diagnóstico de MH, la CRM con contraste proporciona información pronóstica muy relevante, ya que es la única técnica que permite detectar in vivo fibrosis miocárdica focal mediante el realce tardío (v. fig. 81). Existen numerosos estudios que relacionan la presencia y la extensión de fibrosis miocárdica focal en la MH con un pronóstico adverso8. Utilidad de la cardiorresonancia magnética en el diagnóstico de displasia arritmogénica del ventrículo derecho Una de las limitaciones de la ecocardiografía es la valoración funcional del ventrículo dere cho, que viene condicionada fundamentalmente por la particular morfología de este, lo que impide cálculos fiables de la fracción de eyección, así como una correcta visualización de todos sus segmentos. Por el contrario, la CRM tiene como principales ventajas sus amplios campos de visión y una excelente resolución espacial, lo que la ha convertido en el método de referencia para la valoración del ventrículo derecho. La DAVD es una enfermedad genéticamente determinada cuya característica his topatológica es una sustitución del miocardio por tejido fibroadiposo, lo que condiciona una alteración funcional, así como un sustrato arritmogénico. Los criterios diagnósticos se exponen en el cuadro 81. Desde el punto de vista de la imagen cardíaca, el diagnós tico se basa en el grado de disfunción sistólica del ventrículo derecho, así como en el grado de dilatación. Actualmente la CRM es la técnica de elección para el diagnóstico de DAVD por su exactitud y fiabilidad en la valoración del tamaño y la fracción de eyección ventricular derecha, así como por tener un mejor rendimiento que la ecocardiografía en la identificación de alteraciones de la motilidad segmentaria en el ventrículo derecho (fig. 83). Además, el estudio de realce tardío, aunque actualmente no se considera un Técnicas avanzadas de imagen cardíaca Capítulo 8 127 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. criterio diagnóstico, es un valor añadido de la técnica, ya que permite identificar aquellos casos con una expresión fenotípica atípica que presentan una afectación concomitante del ventrículo izquierdo12. No obstante, es importante recordar que, tal como se ilustra en el cuadro 81, los hallazgos patológicos de una CRM no pueden establecer por sí solos el diagnóstico definitivo de DAVD, sino que se requieren otros criterios13. CUADRO 8-1 CRITERIOS DIAGNÓSTICOS DE MIOCARDIOPATÍA/DISPLASIA ARRITMOGÉNICA DEL VENTRÍCULO DERECHO (2 mayores, o 1 mayor y 2 menores, o 4 menores de distintas categorías) I. Disfunción del ventrículo derecho y alteraciones estructurales CRM con discinesia o acinesia del ventrículo derecho y además uno de los siguientes: ● Criterio mayor: VTDVD indexado ≥110 ml/m2 (varón), ≥100 ml/m2 (mujer) o FEVD ≤40% ● Criterio menor: VTDVD indexado 100110 ml/m2 (varón), 90100 ml/m2 (mujer) o FEVD 4045% II. Caracterización tisular miocárdica III. Alteraciones de la repolarización IV. Alteraciones de la conducción/despolarización V. Arritmias VI. Antecedentes familiares CRM, cardiorresonancia magnética; FEVD, fracción de eyección del ventrículo derecho; VTDVD, volumen telediastólico ventricular derecho. Modificada de Marcus FI, McKenna WJ, Sherrill D, et al. Diagnosis of arrhythmogenic right ventricular cardiomyopathy/dysplasia: proposed modification of the Task Force Criteria. Eur Heart J. 2010;31:806-14. Figura 8-3 Imágenes diastólica (izquierda) y sistólica de una secuencia de cine en un paciente con displasia ventricular derecha, que presenta acinesia extensa de la cavidad en su segmento apical (flechas). □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...128 Utilidad de la cardiorresonancia magnética en el diagnóstico de un origen anómalo de las arterias coronarias Las anomalías congénitas de las arterias coronarias son muy poco frecuentes, pero re presentan una de las primeras causas de muerte súbita en el deportista joven. Los aspectos concretos de este tipo de anomalía congénita se comentan en el apartado siguiente. La CRM, sin necesidad de contraste y con la aplicación de las secuencias adecuadas, permite visualizar el origen de los tres troncos coronarios principales con suficiente resolución como para descartar o diagnosticar que sea anómalo (fig. 84). Utilidad de la cardiorresonancia magnética en el diagnóstico de miocarditis Se conoce como miocarditis una enfermedad inflamatoria miocárdica que puede tener distintas causas, aunque la más frecuente es una infección vírica, que cursa en la fase Figura 8-4 Estudio de CRM con secuencia whole heart para análisis de las arterias coronarias. Se observa un origen normal de la coronaria derecha (CD) y de la descendente ante rior (DA), pero la arteria circunfleja (Cx) se origina anormalmente en el seno de Valsalva coronárico derecho, y posteriormente sigue un trayecto entre la raíz aórtica y la aurícula izquierda (AI) (flechas). Técnicas avanzadas de imagen cardíaca Capítulo 8 129 © E lse vier . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. aguda con edema celular, necrosis y fibrosis inflamatoria, y que puede resultar en fibrosis miocárdica focal residual en la fase crónica. La miocarditis, tanto en fase aguda como crónica, puede cursar con arritmias malignas y, consecuentemente, muerte súbita. Si bien este tipo de evolución ocurre en una minoría de los pacientes, se trata de un hecho en particular dramático al tratarse en su mayoría de pacientes jóvenes, sin cardiopatía es tructural previa y con un cuadro vírico que en muchas ocasiones se ha considerado banal. La CRM con contraste es la técnica de elección para el diagnóstico de la miocarditis en fase aguda. Asimismo, permite identificar la presencia fibrosis miocárdica focal residual en miocarditis resueltas. Estudios recientes en pacientes con miocarditis confirmada por biopsia endomiocárdica han demostrado que una CRM normal implica un pronós tico excelente, mientras que el mejor predictor independiente de mortalidad en estos pacientes es la presencia de realce tardío14. No obstante, estos resultados iniciales requieren confirmación en estudios más amplios de cara a establecer recomendaciones terapéuticas. En conclusión, disponemos de una técnica, la CRM, que nos permite descartar, de manera no invasiva y en un único estudio, las causas más frecuentes de muerte súbita en el deportista joven. Por lo tanto, ante un deportista con sintomatología, la realización de una CRM nos permitirá descartar con la máxima fiabilidad una cardiopatía estructural que suponga un riesgo vital. PAPEL DE LA CARDIOTOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA EN LA EVALUACIÓN CARDIOLÓGICA DEL DEPORTISTA La muerte súbita durante la práctica deportiva es, sin duda, una situación dramática que genera alarma social y que obliga a replantear la eficacia de las estrategias preventivas que se llevan a cabo para reducir el número de sujetos que sufren este fatal desenlace. Las posibles causas que pueden conducir a la muerte súbita del deportista son diferentes en función del grupo de edad al que pertenece el individuo. En los deportistas mayores de 35 años, al igual que sucede en la población general, la enfermedad coronaria aterosclerótica es una causa relevante de muerte súbita15,16, en muchas ocasiones sin sintomatología previa; en los menores de 35 años, las series de autopsias demuestran que la enfermedad coronaria congénita desempeña un papel importante. En el registro autópsico más amplio conocido, realizado a lo largo de 25 años sobre más de seis millones de reclutas de las fuerzas armadas estadounidenses, se registraron 64 casos de muerte súbita de origen cardíaco durante periodos de entrenamiento intenso. Las edades de estos sujetos estaban comprendidas entre los 17 y los 35 años, y la autopsia demostró que 21 de estos individuos (33% de todas las muertes cardíacas) eran portadores de una anomalía coronaria congénita. La enfermedad coronaria congénita fue la causa más frecuente de muerte súbita en estos sujetos jóvenes durante la práctica deportiva, por delante de la MH (8 casos, 13%) y de la miocarditis (13 casos, 20%)17. Por tanto, es evidente que la enfermedad coronaria, ya sea congénita o adquirida, tiene un papel destacado como causa de muerte súbita en el individuo deportista al que, en ausencia de sintomatología, se le consideraba sano. Hoy en día se dispone de técnicas diagnósticas de imagen cardíaca avanzada, cada vez más robustas, que permiten detectar esta enfermedad de manera precoz. Por una parte, con la CRM pueden detectarse fia blemente las anomalías del origen de las arterias coronarias epicárdicas (v. fig. 84), lo que la convierte en una técnica muy útil al poder integrar esta información dentro de □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...130 un protocolo global de cribado de las posibles causas de mortalidad en el deportista, que incluirá no solo las anomalías del origen coronario sino también la miocarditis, la MH y la DAVD en el mismo estudio. Por otra parte, la coronariografía no invasiva por CTC (CNICTC) se ha demostrado como una técnica de gran capacidad diagnóstica en el estudio de todas las anomalías coronarias congénitas, que no se limita exclusivamente a las del origen coronario, sino que también es de utilidad en otras situaciones que pueden ser clínicamente relevantes, como la existencia de puentes intramiocárdicos, fístulas coronarias o aneurismas coronarios, entre otras anomalías. Es una exploración no invasiva, que requiere la administración de contraste intravenoso por vena periférica, y que puede realizarse de forma segura, pues con los equipos de última generación18 dotados de sistemas de adquisición prospectiva se ha conseguido una reducción impor tante, superior al 90%, en el nivel de radiación administrada. Se trata de una técnica claramente aceptada por las guías de práctica clínica19 cuando se sospecha una anomalía coronaria, y en ocasiones la información que proporciona es superior a la obtenida con la coronariografía invasiva convencional, dada su capacidad de realizar un estudio tridi mensional de la anatomía cardíaca. Además de poder estudiar las anomalías coronarias congénitas, la CNICTC permite realizar un estudio de alta capacidad diagnóstica de la pared arterial coronaria, en concreto de la aterosclerosis coronaria, que como ya se ha mencionado es una de las causas más importantes de muerte súbita del deportista mayor de 35 años15. Anomalías coronarias congénitas Se entiende por anomalía coronaria congénita una disposición anatómica del árbol arterial coronario epicárdico que está presente en menos del 1% de los sujetos no seleccionados de la población general. Aunque existen multitud de descripciones de este tipo de anomalías en registros autópsicos desde hace más de tres siglos, no fue hasta hace escasamente unas décadas cuando Angelini20 en 1989, y posteriormente DodgeKhatami et al.21 en 2000, establecieron una clasificación sistemática y clínicamente útil de este tipo de anomalías. Estas clasificaciones ponen de manifiesto la gran variedad y la complejidad anatómica de dichas anomalías, que contrasta con el hecho de que una buena parte de ellas no tienen implicaciones clínicas, más allá de un hallazgo incidental. No obstante, algunas se reconocen claramente como anomalías de alto riesgo elevado22,23. El origen anómalo de la arteria coronaria izquierda en la arteria pulmonar (conocida como ALCAPA, siglas de anomalous left coronary artery pulmonary artery) es una situación rara, que como su nombre indica se corresponde con el origen del tronco común coro nario izquierdo en la porción posterior de la arteria pulmonar. En general se manifiesta clínicamente en los primeros meses de vida en forma de insuficiencia cardíaca, pero también se han descrito casos de detección en individuos adultos tras un evento clínico grave (muerte súbita, arritmias malignas), y es mucho menor la proporción de adultos asintomáticos con esta anomalía24. Las anomalías del origen de las arterias coronarias en que la arteria nace del seno de Valsalva contralateral constituyen un grupo de anomalías cuyo impacto clínico guarda estrecha relación con el trayecto que sigue la arteria tras su origen, siendo este un aspecto sobre el cual la información aportada por la CNICTC es de alto valor diagnóstico y pronóstico (fig. 85). Técnicas avanzadas de imagen cardíaca Capítulo 8 131 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. Clásicamente se diferencian tres grupos9 dependiendo de si la arteria sigue un recorrido anterior a la arteria pulmonar, un recorrido entre la arteria pulmonar y la aorta (conocido como trayecto interarterial o «pinza aortopulmonar») o un recorrido posterior a la raíz aórtica. En todos estos grupos se recogen casos autópsicos que intentan correlacionar la muerte del individuo con la presencia de la anomalía, pero esta asociaciónes débil y cuestionada en los casos de trayecto anterior a la arteria pulmonar y de trayecto posterior a la raíz aórtica. Así, el grupo clínicamente más relevante dentro de esta patología lo cons tituyen aquellos sujetos con un trayecto interarterial. La base fisiopatológica sobre la que asienta el riesgo es todavía un tema de debate, pero existe evidencia a favor de que la compresión extrínseca del vaso, en momentos de máxima expansión de la aorta y de la arteria pulmonar, como sucede en el ejercicio intenso, puede condicionar agudamente isquemia, arritmias malignas y muerte súbita. Este mecanismo podría estar favorecido por el progresivo incremento de la rigidez de la pared arterial en el adulto joven y por la existencia de un trayecto intramural, en el seno de la pared de la raíz aórtica, que a menudo acompaña a este tipo de anomalías25,26. La evidencia clínica muestra que el origen del tronco común izquierdo en el seno de Valsalva derecho, con trayecto interarterial, es de mayor riesgo clínico, y su detección Figura 8-5 Anomalía coronaria congénita con origen anómalo de la arteria coronaria dere cha en el seno de Valsalva izquierdo. Imagen tridimensional por CTC multidetector. En A se visualiza la disposición normal del tronco de la arteria pulmonar, que se sitúa por delante de la raíz aórtica. En B se muestra el mismo caso en detalle, tras resecar «digitalmente» el tronco arterial pulmonar, permitiendo ver el nacimiento anómalo de la arteria coronaria derecha, cuyo trayecto inicial es marcadamente angulado e interarterial, en el desfiladero que se conforma entre la arteria pulmonar (por delante) y la raíz aórtica (por detrás). CD, arteria coronaria derecha; TC, tronco común izquierdo. Véase lámina 8 en color. □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...132 implica un tratamiento quirúrgico incluso en ausencia de sintomatología o de evidencia de isquemia, ya que su primera presentación clínica puede ser mortal y los estudios de provocación de isquemia pueden ser negativos sin que ello implique un menor riesgo17,22. Más controvertido es el hallazgo, no tan infrecuente, del origen anómalo de la arteria coronaria derecha en el seno de Valsalva izquierdo con trayecto interarterial. Esta anomalía se describe en casos de muerte súbita recuperada, pero también puede ser un hallazgo incidental autópsico en sujetos fallecidos por otra causa. Se ha investigado si alguna característica morfológica de la anomalía, como podría ser un trayecto más tangencial de la arteria, o presentar un origen con orificio de morfología lineal, podría implicar un peor pronóstico; sin embargo, la evidencia científica demuestra que tan solo la mayor edad del sujeto en que se detecta este tipo de anomalía puede conferir un aparente mejor pronóstico27, aunque también se describen en la literatura excepciones a este supuesto28. El manejo clínico de esta anomalía, invasivo o conservador, es por tanto un tema todavía controvertido y algunos grupos con experiencia en el abordaje de esta patología proponen esquemas de diagnóstico y tratamiento que todavía deben ser validados, al ser escasa la casuística de sujetos tratados según sus estrategias29,30. El puente intramiocárdico es otra anomalía congénita que puede afectar al árbol arterial coronario epicárdico y que se ha relacionado con dolor torácico, arritmias ma lignas durante el esfuerzo físico y muerte súbita31,32. No obstante, su carácter patológico se ha cuestionado al ser considerado por algunos grupos como un hallazgo incidental relativamente frecuente y benigno, al cual no puede atribuirse un evento clínico grave33. Esta controversia viene determinada, en parte, por el diferente espectro anatómico con que puede presentarse: desde aquel que se considera superficial, en el cual la arteria epicárdica, más frecuentemente la arteria descendente anterior, subyace a una fina capa de tejido miocárdico, de menos de 1 mm de espesor, hasta el de tipo profundo, en el cual la arteria se sitúa bajo una gruesa capa de tejido miocárdico34 y que no puede considerarse como una variante anatómica normal. El diagnóstico de esta patología puede pasar inadvertido con la coronariografía invasiva en ausencia de fenómeno de compresión sis tólica (milking), por lo que la información aportada por la CNICTC, conjuntamente con las pruebas funcionales de detección de isquemia, puede ser muy relevante en la decisión terapéutica35. No cabe duda de la valiosa información que puede aportar la CNICTC ante la sos pecha de una anomalía coronaria congénita, y esto lleva a la pregunta lógica de cuándo indicar esta exploración en el deportista. La evidencia científica muestra que, aunque las anomalías coronarias congénitas son una causa reconocida de muerte súbita en el deportista menor de 35 años, su prevalencia es muy baja y probablemente inferior la de aquellas que finalmente conducen a un fatal desenlace. Por todo ello, no es justificable indicar esta exploración como técnica de cribado poblacional de anomalías congénitas en deportistas jóvenes asintomáticos. Sin embargo, sí debería tener un papel destacado si el deportista joven refiere sintomatología persistente, incluso aunque otros estudios apor ten resultados negativos, dada su elevada capacidad diagnóstica en este escenario clínico. Aterosclerosis coronaria La concienciación sobre los hábitos de vida saludable, entre los que se incluye el ejercicio físico, ha conducido en los últimos años a que personas mayores de 35 años, hasta el Técnicas avanzadas de imagen cardíaca Capítulo 8 133 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. momento sedentarias, se inicien en programas de actividad física. La evidencia científica demuestra que el riesgo de un evento cardiovascular en este grupo de edad se relaciona claramente con la presencia de aterosclerosis coronaria16. Asimismo, existe consenso en recomendar una valoración clínica a los sujetos con este perfil. No cabe duda de que la valoración inicial de los factores de riesgo mediante las escalas de riesgo cardiovas cular ajustadas a la población del individuo es de gran utilidad clínica, por su sencillez y costeeficacia en una aplicación poblacional. No obstante, estas escalas no ayudan a definir adecuadamente la actitud clínica en el grupo de individuos de riesgo intermedio, que puede incluir hasta un 40% de la población general36. Por tanto, existe acuerdo en que es recomendable mejorar la estratificación pronóstica de estos sujetos de riesgo intermedio, sobre todo en una persona que se va a exponer a una actividad física sin tener bien definido su riesgo individual. En estos individuos asintomáticos, mayores de 35 años, que van a iniciar una actividad física, las guías de práctica clínica37 consideran apropiado realizar una prueba de esfuerzo con la finalidad de mejorar la estratificación del riesgo. No cabe duda de que la ergometría aporta una importante información de la capacidad funcional del individuo, pero hoy en día existe evidencia creciente de que la estratificación del riesgo cardiovascular puede ser mejorada con otras técnicas. En este aspecto, la determinación del calcio arterial coronario por CTC multidetector ha demostrado, en individuos asintomáticos, mejorar la estratificación del riesgo en comparación con la prueba de esfuerzo convencional, con cualquier nivel de riesgo pretest38. Es una técnica que las guías de práctica clínica también consideran apropiada, segura en términos de irradiación, que no requiere adminis tración de contraste y cuyo impacto pronóstico ha sido ampliamente validado en sujetos asintomáticos39. La situación clínica del deportista que presenta sintomatología de dolor torácico, en particular si este no es típicamente anginoso, es otro escenario clínico desafiante para el diagnóstico por la moderada capacidad diagnóstica de las pruebas no invasivas de provocación de isquemia, yen particular de la prueba de esfuerzo convencional40. Esta limitada capacidad diagnóstica de las pruebas de provocación de isquemia se observa fundamentalmente en el grupo de sujetos con riesgo cardiovascular pretest intermedio o bajo, debido a la tasa relativamente alta de casos falsos positivos y negativos que aglutinan estas pruebas en este grupo de riesgo cardiovascular41 (fig. 86). La CNICTC, en cambio, se demuestra como una técnica con mejor capacidad diagnóstica42 y destaca la importancia de su alto valor predictivo negativo para descartar fiablemente la enfermedad43. Asimismo, se ha demostrado la importancia pronóstica de los hallazgos obtenidos mediante esta exploración en sujetos sintomáticos sin enfermedad coronaria previa44. La demostración mediante esta técnica de la presencia de lesiones estenóticamente significativas, de lesiones moderadas, no obstructivas, o de la ausencia de placas de ateroma, marca claramente diferentes perfiles de riesgo en el seguimiento clínico. La alta capacidad diagnóstica y pronóstica de la técnica ha llevado a que algunos grupos consideren esta exploración como el primer paso dentro del algoritmo diagnóstico del sujeto sintomático sin enfermedad coronaria previa y con riesgo cardiovascular intermedio45. De esta forma se racionaliza y mejora el perfil diagnóstico de las pruebas funcionales de provocación de isquemia, de máxima utilidad clínica cuando hay evidencia firme de la existencia anatómica de enfermedad coronaria importante. □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...134 ESTRATEGIA DIAGNÓSTICA DE LA ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR EN EL DEPORTISTA Sabemos que un entrenamiento físico intenso puede acelerar la expresión fenotípica de ciertas cardiopatías de transmisión genética, como la DAVD y la MH, así como hacer patente la manifestación sintomática de patologías congénitas, como las anomalías co ronarias, o adquiridas, como las miocarditis. Los primeros síntomas de estas cardiopatías suelen ser atípicos o poco llamativos, pero si son motivo de consulta médica pueden ser la clave para el diagnóstico de una enfermedad subyacente. En algunos casos, la muerte súbita secundaria a una arritmia maligna puede ser la primera manifestación clínica, dramático acontecimiento que suele acontecer durante la práctica deportiva, hecho que le da más trascendencia mediática. Así pues, se plantea la pregunta de si el deporte comporta un riesgo en personas predispuestas y, por tanto, si es necesaria una revisión médica preventiva periódica a cualquiera que lo practique46. Dando por sentado que la anamnesis y la exploración física son la base de todas las estrategias de revisión médica preventiva, con especial énfasis en la identificación de antecedentes familiares de cardiopatía, deberíamos distinguir varios supuestos: 1. Deportistas profesionales: en este caso es norma general que se sometan a una revisión médica completa de carácter periódico, incluyendo generalmente una prueba de es fuerzo con consumo de oxígeno y un ecocardiogramaDoppler. Es evidente que en los profesionales no suelen escatimarse medios diagnósticos ante cualquier síntoma de alarma, pero paradójicamente, dado que su futuro profesional depende del deporte, en ocasiones suelen ser reacios a exteriorizar cualquier síntoma que pudiera implicar consecuencias negativas para su futuro profesional, hecho que puede comportar graves efectos para su salud. Figura 8-6 Paciente con dolor torácico agudo tras ejercicio físico. Los ECG seriados, los marca dores de lesión miocárdica y la gammagrafía miocárdica de esfuerzo, realizados en su ingreso, fueron negativos. Se decidió completar el estudio mediante coronariografía no invasiva por CTC multidetector. En A se visualiza una lesión oclusiva de la arteria circunfleja (flecha) situada entre el nacimiento de las dos ramas obtusas marginales (OM1 y OM2). El paciente fue sometido a coronariografía invasiva (B), que con firmó los hallazgos, y se implantó un stent coronario sin complicaciones. Técnicas avanzadas de imagen cardíaca Capítulo 8 135 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. 2. Deportistas aficionados: distinguiremos dos grupos en función de la edad: a. Mayores de 35 años: tal como se ha comentado en el apartado «Papel de la cardiotomografía computarizada en la evaluación cardiológica del deportista», la cardiopatía isquémica es la causa más frecuente de morbilidad y mortalidad en las personas mayores de 35 años durante la práctica deportiva. Así pues, es recomendable que una persona que decide practicar deporte a partir de esta edad se someta a un chequeo de salud cardiovascular periódico, que incluya una prueba de esfuerzo convencional, un ecocardiogramaDoppler y un estudio cuantitativo de calcio coronario por CTC sin contraste. En caso de que la pun tuación de calcio coronario indique un riesgo cardiovascular elevado (puntuación de Agatston >300 o percentil >75%) sería aconsejable extremar las medidas de prevención de los factores de riesgo cardiovascular identificables, y aunque las guías de práctica clínica aún no lo consideran apropiado como estrategia de prevención primaria, puede plantearse la realización de una coronariografía no invasiva por CTC multidetector, exploración que ya ha demostrado tener un gran valor diagnóstico y que permite refinar la estratificación pronóstica de la enfermedad coronaria47,48. Aunque actualmente es un tema en discusión, es de prever que en futuras recomendaciones de estrategias de prevención primaria se incluya la coronariografía no invasiva por CTC multidetector para la detección precoz de enfermedad coronaria asintomática49. Además, tanto en las secuencias de imágenes para la cuantificación del calcio coronario como, por descontado, en la coronariografía no invasiva, es posible detectar de manera adicional la exis tencia de anomalías coronarias congénitas. b. Menores de 35 años: se planteará el cribado de enfermedades cardiovasculares en los deportistas jóvenes cuando existan antecedentes familiares de muerte súbita no aclarada o de cardiopatía, en particular de miocardiopatía, o bien cuando el deportista consulte por clínica de dolor torácico atípico, lipotimia, disnea, cansancio anormal o cualquier manifestación sintomática que pueda relacionarse con el aparato cardiovascular. En este caso, el ECG, una prueba de esfuerzo y/o un ecocardiogramaDoppler son las exploraciones a realizar de entrada orientadas por síntomas, y en caso de que no aclaren el diagnóstico, lo más aconsejable es realizar sin demora una CRM, ya que permite el diagnóstico de las patologías más frecuentes relacionadas con la morbilidad y la mortalidad de origen cardiovas cular: miocardiopatías no detectables por ecocardiografía, anomalías congénitas del origen de las arterias coronarias y patología de la aorta torácica. La adminis tración de contraste vendrá determinada por los hallazgos patológicos, y permitirá descartar, por su valor pronóstico, la existencia de fibrosis miocárdica, sea en una miocardiopatía o en una patología inflamatoria aguda, como una miocarditis. En conclusión, la incorporación en la práctica clínica de las técnicas avanzadas de diagnós tico por la imagen, como la CRM y la CTC, ha mejorado notablemente el diagnóstico y el seguimiento de las enfermedades cardiovasculares, congénitas (anomalías del origen de las arterias coronarias), hereditarias (miocardiopatías) o adquiridas (miocarditis), potencialmente mortales para el deportista. Partiendo del hecho de que, en la actualidad, es inviable utilizar estas sofisticadas técnicas a gran escala en estrategias poblacionales de □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...136 identificación y prevención de la enfermedad cardiovascular, no es excusable que no se tenga en cuenta su utilización ante cualquier signo o síntoma de sospecha en el individuo deportista.Para ello es imprescindible una buena colaboración entre el especialista de medicina deportiva y el cardiólogo clínico, empezando por la sospecha de enfermedad a partir de la sintomatología clínica y la información aportada por las pruebas diagnósticas básicas, y en caso de ser preciso, seleccionando de forma individualizada la técnica de diagnóstico por la imagen avanzada más adecuada según el caso. BIBLIOGRAFÍA 1. Maron BJ. Structural features of the athlete heart as defined by echocardiography. J Am Coll Cardiol 1986;7:190203. 2. Pelliccia A, Maron BJ, Spataro A, Proschan MA, Spirito P. 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La incorporación a la vida normal del niño cardiópata es el objetivo fundamental de todos los profesionales sanitarios que con trolan a este tipo de pacientes. La actividad física que deben realizar y el deporte son actividades básicas en ellos, no sólo por las ventajas que comportan para su desarrollo sino también para ser incluidos y aceptados socialmente, con el resto de los niños2,3. El efecto sobreprotector de las familias hacia los niños con cardiopatías también ha sido un obstáculo para la realización de deportes, y se les restringía la realización de actividad física; sin embargo, recientemente se ha visto que ello produce más efectos nocivos que beneficiosos4. Hay que realizar una evaluación individualizada en función del estado del niño cardiópata, así como del niño sano que participa en deportes de alta competición, para evitar tanto riesgos como limitaciones deportivas innecesarias. EJERCICIO EN EL NIÑO NORMAL Respuesta cardiovascular al ejercicio en la infancia El ejercicio es una actividad física planificada, estructurada y repetitiva realizada con una meta; el objetivo suele ser mantener la condición física. En los niños, la actividad deportiva se relaciona con los juegos y suele ayudar a mejorar la psicomotricidad. El mantenimiento de una actividad física a lo largo de los años favorece la salud en la etapa adulta por su efecto beneficioso físico, mental y social2. Durante la realización del ejercicio físico participan de forma coordinada todos los sistemas y órganos del cuerpo humano, en especial los sistemas musculoesquelético, cardiovascular y pulmonar. El ejercicio implica un aumento de la demanda metabólica y, por tanto, del consumo de oxígeno5. Con la actividad física diaria y el entrenamiento se produce una adaptación progresiva de los órganos, con una mejoría en la rentabilidad energética. Durante la etapa infantil existen similitudes entre ambos sexos, pero a partir de la adolescencia aparecen diferencias relacionadas con los cambios hormonales, como la distribución de la grasa corporal, las proporciones corporales, la masa muscular y la fuerza, lo que determina cambios en la respuesta al ejercicio6. En general, la frecuencia cardía ca (FC) máxima alcanzada durante el ejercicio es mayor en los niños que en los adultos, y por el contrario, el tiempo de recuperación postesfuerzo es más largo en los jóvenes; por tanto, los adultos se recuperan antes. El volumen sistólico cardíaco máximo es menor en 9 Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...142 los niños que en los jóvenes y los adultos, debido a un tamaño menor de las cavidades cardíacas, y lo mismo pasa con las niñas respecto a los niños7. Este menor volumen cardíaco se compensa con la frecuencia. Además, el volumen minuto cardíaco es menor en los niños que en los adultos; en ejercicios submáximos se compensa con una mayor extracción de oxígeno de la sangre, pero en ejercicios máximos no puede extraerse más oxígeno al llegar a su máximo, lo que origina diferencias muy amplias con los adultos. La capacidad anaeróbica de los niños es también distinta a la de los adultos, pues los niños tienen una menor concentración máxima de lactato en sangre con el esfuerzo, por un desplazamiento hacia la derecha en la curva de concentración del lactato. Otro dato a destacar es que el niño tiene una termorregulación menos eficaz que el adulto, principalmente porque tiene una mayor superficie corporal en relación al peso y una menor capacidad de sudar. Todos estos cambios descritos hacen que el niño sea menos apto para las carreras de fondo y tenga ciertas limitaciones para el ejercicio en comparación con el adulto. Ejercicio en el niño sano Los niños tienen la necesidad innata de moverse, jugar y llevar a cabo actividades físicas. La actividad física es necesaria para el adecuado desarrollo físico, emocional y psicosocial de los niños. Existe una relación lineal entre actividad física y estado de salud; los niños con mayor actividad física presentan un riesgo más reducido de padecer enfermedades crónicas3. Hay que diferenciar el deporte recreativo, que el niño puede parar de realizarlo en cualquier momento, del deporte de competición, que es una actividad física organiza da en la cual la duración y la intensidad pueden ser mayores que lo deseado. La Organización Mundial de la Salud8 recomienda 60 minutos de ejercicio físico de intensidad moderadaintensa al día en la poblacióninfantil. No tiene por qué ser seguido y puede estar dividido en períodos de 1530 minutos; en el niño pequeño en tandas de tiempo más cortas, entre 1015 minutos, y en los niños de 1012 años pueden ser de 30 minutos de duración. La combinación de los tres tipos de ejercicio, aeróbico, de resis tencia y de fortalecimiento óseo, es ideal9 (fig. 91). Ante todo niño en quien se plantea un Figura 9-1 Clasificación de los deportes. Adaptada de Mitchell JH, Haskell W, Snell P, Van Camp SP. Task Force 8: classification of sports. J Am Coll Cardiol. 2005;45:136467. Gimnasia (potro, anillas, etc.) Cu lturismo-Muscn]ación Boxeo <t: o + Halterofi.lia Esquí alpino Piragüismo Artes marciales Lucha libre Canoa-Remo z w E-< U') Ciclismo Waterpolo U) ~ í-il i Cl Tiro con arco Rugby Baloncesto Carrera de coches Esgrima Balonmano Conducir Patinaje artístico orrer distancias medias w ~ Hípica Sprints Hockey hielo Snowboard Natación w z o Billar Esgrima Esquí de fond o p.. i: o u Bolos Ping-pong Correr distancias largas Cricket Tenis de mesa Fútbol Golf Voleibol Tenis Petanca Squash + COMPONENTE AERÓBICO Actividad deportiva del niño sano y con cardiopatía congénita Capítulo 9 143 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. período de entrenamiento, deberá tenerse en cuenta su edad y su desarrollo madurativo. Antes de los 89 años de edad no necesitan participar en ninguna competición, y sus actividades deportivas se ajustan al calendario escolar. A partir de los 10 años, y sobre todo de los 14 años de edad, se podrán iniciar los deportes de competición como una forma de evaluar el estado físico. El tipo de ejercicio o las cualidades a desarrollar tam bién dependen de la edad. La coordinación y la agilidad son ideales para los primeros años; la velocidad, a los 1013 años; y el desarrollo de la fuerza, una vez alcanzado el desarrollo muscular, habitualmente a partir de los 14 años. Existen diferencias entre niños y niñas, y la flexibilidad y la resistencia aeróbica se entrenarán antes en las niñas, a los 1012 años. Reconocimiento previo a la práctica deportiva en la infancia En atletas jóvenes, el riesgo de muerte súbita oscila entre 1 de cada 50.000 y 1 de cada 200.000 por año10,11. Al llevar al corazón a su esfuerzo máximo pueden manifestarse tras tornos genéticos subyacentes no diagnosticados (canalopatías y síndrome de Brugada, entre otros12), y determinadas arritmias pueden desencadenarse durante el ejercicio intenso: en el síndrome de QT largo es típico desarrollar arritmias ventriculares, y en el síndrome de WolfParkinsonWhite pueden aparecer taquicardias supraventriculares. Además, un amplio estudio prospectivo realizado en Francia por Marijon et al.13, en el período 20052010, halló que el 90% de los casos de muerte súbita relacionada con la práctica deportiva se produjo en el ámbito del deporte recreativo. Puesto que en muchas ocasiones se desconoce que el niño es portador de esas arritmias, aunque no hay consenso entre países14,15 se propone la realización de un electrocardiograma (ECG) a los niños mayores de 10 años que inician entrenamientos de competición de elevada intensidad y duración. Existen otras anomalías que también pueden manifestarse con el ejercicio, como alteraciones congénitas de las coronarias16,17 o miocardiopatías hereditarias no diagnos ticadas previamente. A veces son necesarios el ecocardiograma y otras pruebas cuando hay sospecha por los antecedentes familiares o la clínica. Por tanto, para los deportes de alta competición y de intensidad alta (más de 6 horas de ejercicio a la semana) es fundamental realizar una revisión predeportiva18,19 (cuadro 91), en la que se incluyan los antecedentes familiares20 (de muerte súbita, arritmias, síndrome de Marfan, miocardiopatías, enferme dad cardiovascular precoz o antes de los 50 años de edad), los antecedentes personales (sobre todo indagar soplo cardíaco, hipertensión arterial, medicación, crisis convulsivas previas), anamnesis (interrogar sobre antecedentes de dolor precordial21, síncope, disnea de esfuerzo o palpitaciones22) y exploración física con datos antropométricos y registro de la presión arterial, y ECG. En caso de estigmas de síndrome de Marfan, existe una aplicación para calcular la puntuación del grado de posibilidad diagnóstica de Marfan en función de los hallazgos sistémicos, promovida por The Marfan Fundation (www.marfan.org/ dx/score). En los niños menores de 6 años no se recomienda la realización de pruebas de esfuerzo con cinta rodante o cicloergómetro, debido a la falta de cooperación. En caso de niños cooperadores y con desarrollo madurativo elevado para su edad, podrá realizarse si tienen una altura superior a 120 cm; en niños con alturas inferiores pueden producirse accidentes con la cinta rodante y se optará por el cicloergómetro. □ http://www.marfan.org/dx/score http://www.marfan.org/dx/score Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...144 CUADRO 9-1 PROTOCOLO DE ACTUACIÓN EN ACTIVIDAD DEPORTIVA DE ALTA COMPETICIÓN EN NIÑOS Reconocimiento cardíaco deportivo básico ● Datos de filiación, edad, sexo, peso, tipo de ejercicio, horas de entrenamiento ● Antecedentes familiares: ● Cardiopatía congénita: parentesco del familiar, tipo de cardiopatía y cirugía ● Muerte súbita precoz ● Enfermedad cardiovascular precoz ● Miocardiopatías: tipo ● Arritmias: portadores de marcapasos/desfibriladores implantables ● Síndrome de Marfan ● Antecedentes personales: anamnesis ● Dolor precordial relacionado con ejercicio ● Síncope o presíncope sin pródromos previo ● Antecedentes de palpitaciones ● Antecedentes de soplo cardíaco ● Exploración física: ● Datos antropométricos: descartar estigmas de síndrome de Marfan ● Presión arterial: dos tomas, sistólica/diastólica, valorar percentil edad ● Deformidades torácicas ● Auscultación cardiorrespiratoria ● Presencia de pulsos femorales y simetría con axilares ● ECG en reposo ● Valoración de función pulmonar (espirometría) si antecedentes de alergias/ bronquitis ● Prueba de aptitud física en niños <10 años. Prueba de esfuerzo en >1012 años con deportes de alta intensidad y de competición Reconocimiento deportivo avanzado: pruebas complementarias Si alteración en antecedentes familiares/personales/hallazgos de la exploración física o alteraciones del ECG: ● Ecocardiografía: patologías en que es útil ● Anomalía estructural conocida o sospechada ● Miocardiopatía hipertrófica ● Displasia arritmogénica del ventrículo derecho ● Pericarditis ● Miocarditis/miocardiopatía dilatada ● Soplo cardíaco inexplicado ● ECG anormal ● Anomalías coronarias (a veces no concluyente) ● Prueba de esfuerzo: para valoración de capacidad funcional, descartar isquemia (anomalía coronaria congénita o adquirida) ● ECG de Holter de 24 horas o de larga duración: detección de arritmias ● RM cardíaca: para diferenciación tisular, si sospecha de miocarditis, miocardiopatía, displasia arritmogénica, signos de fibrosis, etc. ● Estudio hemodinámico/electrofisiológico en pacientes de alto riesgo con cardiopatía o arritmia Actividad deportiva del niño sano y con cardiopatía congénita Capítulo 9 145 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. Si se sospecha alguna enfermedad cardiovascular, se recomienda la revisión por un cardiólogo con conocimientos en cardiopatías congénitas o por un cardiólogo pediátrico, para realizar un estudio cardiovascular más profundo (v. cuadro 91). Respecto al ECG, hay que tener en cuenta las diferencias respecto a los adultos (cua dro 92)23,24. Entre otras, son característicos los cambios correspondientes a grados varia bles de sobrecarga del ventrículo derecho con bloqueo de rama derecha e inversión de la onda T en precordiales derechas hasta los 1012 años de edad, y a partir de los 12 años la inversión de la onda T es exclusiva a V1,positivizándose a partir de los 1416 años de edad. Existen referencias de los valores correspondientes al intervalo PR, QTc, duración del QRS y voltajes de las ondas R, S, Q en la edad pediátrica25. Test de aptitud cardiovascular Hay diversas pruebas para medir el rendimiento motor del ser humano, y algunas es pecíficas para la población infantiljuvenil26,27. En esta población, las pruebas a realizar tienen que ser fáciles y de rápida aplicación, y deben evaluar la resistencia aeróbica, la fuerza y la flexibilidad. Entre todas las pruebas existentes vamos a destacar algunas de ellas: 1. Test de Leger o test «de ir y volver en 20 metros»28: denominado también test de Course Navette, es aplicable en las clases de educación física y ha demostrado un buen nivel de fiabilidad y validez. Su objetivo es estimar el consumo máximo de oxígeno. Es una prueba incremental que consiste en recorrer una distancia de 20 metros, ida y vuelta, al ritmo que marca una señal sonora. La prueba es por etapas de 1 minuto, se inicia a una velocidad de 8,5 km/h y se incrementa 0,5 km/h cada etapa. Hay que vigilar que el niño llegue y vuelva a la línea al ritmo de la señal sonora. El test termina cuando el niño no puede mantener el ritmo impuesto por la señal de audio. 2. Test de Ruffier: es el más utilizado en Francia para el examen de deportistas y consis te en realizar 30 flexiones completas con el cuerpo erecto, terminando de pie en 45 segundos. Se determina la FC antes de comenzar (P0), a los 15 segundos de la recuperación (P1) y a los 15 segundos del segundo minuto de la recuperación (P2). La aptitud física viene marcada por la FC de la recuperación. Se considera poco favorable si la P1 es más de dos veces la P2 y si hay una diferencia P2P0 mayor de 10 latidos. Se han creado varios índices para categorizar la aptitud física en función de los resultados, entre ellos el índice de recuperación, que consiste en aplicar la CUADRO 9-2 DIFERENCIAS DEL ELECTROCARDIOGRAMA DEL NIÑO RESPECTO AL DEL ADULTO ● Frecuencias cardíacas más rápidas ● Dominancia del ventrículo derecho durante los primeros años (herencia de la vida fetal): ● Eje derecho ● R prominentes en V1 ● Inversión onda T en precordiales derechas (normalización completa a partir de 12 años) ● Grados variables de bloqueo de rama derecha en los primeros años ● Voltajes altos en precordiales centrales (la distancia corazóntórax es menor, por el tamaño y el peso menores) ● QT más largo en neonatos y primeros meses de vida □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...146 fórmula (P0 + P1 + P2) − 200/10. Este índice será excelente si su valor es 0, muy bueno entre 15, bueno si es de 610, medio si es de 1115 y malo (insuficiente) con un valor superior a 15, que indica que no tiene ninguna preparación física. 3. Test de Martinet: es similar al test de Ruffier, pero más aplicable a niños menores de 10 años por ser más suave. Consiste en hacer 20 flexiones sobre las piernas en 40 segundos. La FC no debe sobrepasar los 40 latidos del reposo (P0), la P1 no debe ser superior a dos veces la P0 y la recuperación ha de ser completa antes de 2 minutos (se considera insuficiente si la recuperación es superior a 3 minutos). Cuantificación del ejercicio: prueba de esfuerzo Existen varias maneras de estudiar la capacidad de ejercicio en la población infantil, tanto para el niño sano como para el cardiópata: 1. Test de la marcha de 6 minutos: consiste en medir la cantidad de metros que recorre un individuo en ese tiempo. Es una prueba muy utilizada sobre todo en pacientes con hipertensión pulmonar29. Es fácil de realizar y bien tolerada. Se pueden registrar la FC, la saturación de oxígeno y la presión arterial. 2. Pruebas de esfuerzo: permiten determinar de manera más objetiva la tolerancia máxima al ejercicio. En los niños menores de 6 años, en general no suelen realizarse por falta de colaboración. Existen dos tipos de prueba de esfuerzo: a. Sin análisis de gases: se realiza en una cinta rodante con el paciente monitorizado. El protocolo de Bruce es el más utilizado, con un incremento de la velocidad y la inclinación de la cinta cada 3 minutos. La capacidad de ejercicio se deduce a partir de la duración de la prueba y se relaciona con unas tablas de normalidad. Pueden registrarse alteraciones de la respuesta de la presión arterial, la saturación de oxígeno y alteraciones del ritmo cardíaco o cambios electrocardiográficos del ST. Es útil sobre todo para descartar la aparición de arritmias y anomalías coronarias en el niño normal o con cardiopatía. b. Con análisis de gases: la prueba de esfuerzo puede hacerse en cinta rodante, con un protocolo similar al que se ha explicado previamente, o en cicloergómetro con aumento progresivo de la carga. El paciente lleva una máscara que analiza la cantidad de oxígeno utilizado y la de dióxido de carbono eliminado. El cál culo del incremento de la carga se hace para que la prueba dure 812 minutos. La información que aporta este tipo de prueba es particularmente detallada y objetiva, e ilustra la interacción de los sistemas cardiovascular, pulmonar y mus culoesquelético. La capacidad de ejercicio se mide como consumo de oxígeno (VȮ2 pico) y se compara con los valores normales para la edad, teniendo en cuenta el peso y la talla, mediante las ecuaciones de Cooper o Wasserman. EJERCICIO EN EL NIÑO CON ALTERACIONES CARDIOLÓGICAS Clasificación de las cardiopatías y criterios de gravedad Las cardiopatías congénitas pueden clasificarse según una clasificación funcional (fi siopatológica) o una clasificación anatómica30. La fisiopatológica considera la clínica que producen: cianosis, insuficiencia cardíaca o ambas; y la anatómica, las relaciones Actividad deportiva del niño sano y con cardiopatía congénita Capítulo 9 147 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. anatómicas de las estructuras cardíacas: relación de las venas con las cavidades cardíacas y los vasos (es la llamada clasificación segmentaria de Robert Anderson)31. Existen múltiples y variadas anomalías cardíacas; no hay dos cardiopatías idénticas, pero sí modelos similares32. Pueden tratarse de ausencia de un ventrículo, de una válvula auriculoventricular o de un vaso, o de anomalías del drenaje de venas pulmonares o sis témicas, etc. Pueden ser desde anomalías complejas (incluyen varias anomalías anatómicas, derivadas de una misma alteración embriológica) o simples, como defectos septales o es tenosis valvulares aisladas. Las cardiopatías se van a definir, generalmente, por la alteración de las cuatro cámaras, aunque hay que explicar el resto de las estructuras porque de ellas depende la presentación clínica. El tipo de cardiopatías congénitas es muy diverso, y su tratamiento se centra en manejo médico, cateterismo intervencionista y cirugía33. En la actualidad, la mayoría de las correcciones quirúrgicas se realizan en el período neonatal, aunque pueden quedar lesiones residuales o secuelas que requieran intervenciones quirúrgicas posteriores. Hoy en día, el cateterismo intervencionista está solucionando problemas de cardiopatías sim ples y aisladas, y resolviendo las complicaciones que van apareciendo en el seguimiento, lo que supone una disminución del número de intervenciones quirúrgicas. Las cirugías cardíacas para las cardiopatías congénitas se dividen en cerradas (sin necesidad de circu lación extracorpórea, habitualmente por toracotomía lateral) y abiertas (con circulación extracorpórea). En generalmente, las intervenciones se denominan con epónimos según el cirujano que realizó la técnica por primera vez. Si el paciente tiene dos ventrículos de tamaño similar y con buena función, y un vaso de tamaño adecuado, se realiza una cirugía correctora o biventricular (se intentará que el corazón sea lo más parecido al corazón normal), el vaso quedará como aorta y se colocará una prótesis (tubo) en posiciónpulmonar. Los tubos empleados pueden ser homoinjertos (aorta o arterias pulmonares de cadáveres procesadas en un banco de tejidos, desnaturalizadas y criopreservadas), biológicos (xenoinjerto, de origen animal, o de ingeniería genética) o de material sintético. Todos estos tubos tienen la desventaja de una corta duración y de que en el niño pequeño tienen que ser de tamaño adecuado a su peso y por tanto hay que cambiarlos cuando el niño crece, al cabo de unos años. Si no existe posibilidad de corrección biventricular, bien por falta de un ventrículo o ausencia de una válvula auriculoventricular, se realizará una cirugía univentricular (fig. 92), que consiste en la conexión de ambas cavas, de manera sucesiva, directamente con la arteria pulmonar, primero la vena cava superior con la arteria pulmonar derecha (Glenn) y posteriormente la vena cava inferior (Fontan). Lo que es imprescindible para el éxito de la cirugía en general es que las ramas pulmonares tengan un desarrollo adecuado; si existe una hipoplasia grave de las ramas pulmonares, no se podrá ofrecer una corrección quirúrgica completa. Otra manera de denominar a las cirugías es clasificarlas en anatómicas (corrección del defecto según el problema anatómico) o fisiológicas (correcciones quirúrgicas que hacen que el corazón funcione adecuadamente, aunque no se haya corregido el defecto anatómico). El ejemplo lo tenemos en la transposición de grandes arterias, cardiopatía que condiciona una cianosis intensa (la sangre oxigenada no circula por la aorta). La primera técnica quirúrgica que apareció en los años 19701980, llamada Mustard o Senning, consistía en colocar un parche intraauricular y desviar la sangre que llega de los pulmones y reconducirla al ventrículo derecho; es el llamado Switch auricular y consiste □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...148 en una corrección fisiológica. Con esta técnica el paciente deja de estar cianótico, pero el ventrículo derecho queda conectado con la aorta; sigue teniendo una cardiopatía, pero paliada. En la actualidad esta cirugía ha sido sustituida por el Switch arterial, o técnica de Jatene, que se trata de una corrección anatómica en la que se cambian los vasos de posición (se realiza una transferencia de la aorta con sus coronarias), dejando el corazón anatómicamente normal. En el seguimiento de los pacientes con cardiopatías congénitas, las complicaciones más frecuentes suelen ser las arritmias, derivadas de vías anómalas asociadas a las cardio patías y trastornos de conducción, pero en muchas ocasiones por las propias cicatrices quirúrgicas. En caso de aparecer palpitaciones deberá realizarse un ECG urgente para ver si hay cambios respecto al ECG basal, y solicitar un ECGHolter si la sintomatología es frecuente y de larga duración. Un aspecto importante es si el paciente presenta un síncope o dolor precordial. Determinadas cardiopatías pueden provocar arritmias ventriculares, que son síntomas graves que requieren ser revisados urgentemente por los especialistas. En ocasiones existe un fallo de la función cardíaca, bien por condicionantes anatómicos (ventrículo derecho en posición anatómica sistémica, o ventrículos únicos de morfología derecha), por fallos tras varias intervenciones o por sobrecargas de volumen o presión (lesiones residuales, como regurgitaciones de válvulas auriculoventriculares, insuficiencia aórtica, etc.); en estos casos, cuando falla el tratamiento médico conservador se recurre al trasplante cardíaco como opción, aunque las intervenciones previas dificultan la intervención e influyen en el resultado a largo plazo. Figura 9-2 Fontan extracardíaco. Imagen esquemática de la cirugía univentricular en una car diopatía de tipo ventrículo único: Glenn (conexión vena cava superior con arteria pulmonar derecha) y Fontan (conexión vena cava inferior con tubo de Goretex® a arteria pulmonar). Ao, aorta; VCS, vena cava superior; VCI, vena cava inferior. * Ven trículo único *Tubo de Goretex '.8: Actividad deportiva del niño sano y con cardiopatía congénita Capítulo 9 149 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. Existe un número, cada vez más pequeño, de pacientes que no pudieron ser inter venidos en la edad pediátrica, o bien que su clínica pasó desapercibida y desarrollaron en el seguimiento una elevación de la presión pulmonar que condicionó el síndrome de Eisenmenger. Este síndrome consiste en una hiperplasia del músculo del vaso pulmonar, que genera una elevación fija de las resistencias pulmonares. Si la cardiopatía subyacente es un defecto septal, el cortocircuito izquierdaderecha se invierte, pasando a ser de derecha izquierda, con lo que el paciente empieza a estar cianótico y en el seguimiento aparece poliglobulia. En situación de Eisenmenger los pacientes no pueden ser intervenidos de su cardiopatía de base. Es muy importante evitar la hipotensión, la anemia y otros factores ambientales que pueden desencadenar crisis de hipertensión pulmonar y muerte. Sólo el trasplante cardiopulmonar, o el trasplante pulmonar con corrección de la cardiopatía, si esta es simple, son las opciones de tratamiento. Los criterios de gravedad de las cardiopatías se exponen en la tabla 91; en esos casos, la práctica de ejercicio de alta intensidad o ejercicios de competición está contraindicada. Actividad física en el niño con cardiopatía Es importante que el niño con alteraciones cardíacas haga ejercicio. Es difícil dar reco mendaciones generales, ya que la patología cardíaca puede ir desde lesiones leves hasta cardiopatías graves o con secuelas, o en evolución3436. Es recomendable el ejercicio aeróbico de intensidad acorde con la situación clínica. Hay que tener en cuenta que una vida sedentaria se ha relacionado con una mayor mor talidad que la actividad física moderada. En general, en los adolescentes con cardiopatías congénitas es importante que lleven una vida saludable, no fumar, restricción de sodio en las comidas y evitar la anemia (debe darse hierro si bajan la hemoglobina o el volumen corpus cular medio)37,38. Para cardiopatías más complejas se recomienda ejercicio moderado de tipo aeróbico para todo niño con cardiopatía, intervenida o no. En este tipo de ejercicio, aunque aumente la carga de volumen, no se incrementa la carga de presión. Los ejercicios estáticos o isométricos con resistencia alta y los que provocan aumento de la FC a niveles máximos Tabla 9-1 Criterios de gravedad de las cardiopatías congénitas con alto riesgo para el ejercicio de alta intensidad o de competición CARDIOPATÍA PARÁMETROS HEMODINÁMICOS Estenosis aórtica grave Gradiente pico >50 mmHg, alteraciones ECG isquémicas Coartación aórtica Gradiente pico >50 mmHg Miocardiopatía hipertrófica Con/sin obstrucción Cardiopatías cianosantes Paliadas o no operadas, con poliglobulia Estenosis pulmonar grave Gradiente pico >70 mmHg Anomalías coronarias congénitas De posición, de origen, obstrucción Miocarditis Síndrome de Marfan Dilatación raíz aórtica, insuficiencia aórtica Insuficiencia cardíaca congestiva Insuficiencia mitral grave Con disfunción y dilatación ventricular izquierda Insuficiencia aórtica grave Con disfunción y dilatación ventricular izquierda Taquicardias supraventriculares Con arritmias con el ejercicio Síndrome de QT largo congénito Síndrome de Eisenmenger o hipertensión pulmonar grave □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...150 (ejercicios de competición) deben evitarse en determinadas cardiopatías por el riesgo de pro gresión de la enfermedad (niños con síndrome de Marfan con dilatación de la raíz aórtica), de aparición de arritmias ventriculares, de obstrucción al flujo sanguíneo (estenosis aórtica grave, coartación o recoartación aórtica con gradiente diferencial superior a 25mmHg), de crisis de hipertensión pulmonar (síndrome de Eisenmenger) y de muerte súbita (tetralogía deFallot o estenosis aórtica grave). Para comprobar el estado físico y la capacidad funcional del niño con cardiopatía puede hacerse una prueba de esfuerzo con gases39. Las pruebas de esfuerzo estándar (sin gases) suelen solicitarse en el seguimiento para descartar alteraciones hemodinámicas con cambios en la presión arterial o fenómenos isquémicos. Los niños con procesos agudos tales como pericarditis aguda o intervención cardíaca reciente deben reducir la intensidad de su actividad física y evitar los ejercicios de contacto (artes marciales) durante 6 meses. En todo paciente en tratamiento con anticoagulantes conviene evitar los deportes de contacto. La rehabilitación cardíaca se ha visto que es efectiva en adultos tras eventos isquémicos, y su aplicación en población pediátrica se está empezando a desarrollar por sus claras ventajas en la recuperación de los pacientes40,41 iniciándola durante la estancia hospitalaria, en el post operatorio. Consiste en un programa de reentrenamiento al esfuerzo, educación sanitaria, nu trición y psicoterapia; también puede incluir otras terapias dependiendo de la comorbilidad, contando con un equipo multidisciplinario (cardiólogos, pediatras, rehabilitadores, psicólo gos, nutricionistas y enfermería). La inclusión de los padres en el programa de rehabilitación cardíaca es fundamental, ya que van a ser los responsables del nivel de actividad y del estilo de vida de sus hijos. El programa basa la intensidad del ejercicio en la prueba de esfuerzo con análisis de gases previa a la intervención con cálculo del umbral anaeróbico. La FC inicial se establecerá en un 10% por debajo de la FC del umbral anaeróbico en la prueba de esfuerzo, con ascensos progresivos cada 12 semanas. Tras un programa de 812 semanas, el paciente seguirá con los ejercicios en el colegio y en casa, y en el gimnasio los niños mayores. En la tabla 92 se establecen recomendaciones de ejercicio para diferentes cardiopatías congénitas, elaboradas según las indicaciones del grupo de trabajo de prevención cardio vascular y rehabilitación de la Sociedad Europea de Cardiología y la Asociación Europea de Cardiología Pediátrica y Cardiopatías congénitas4246. La realización de una prueba de esfuerzo con gases es fundamental en las cardiopatías congénitas moderadas o graves para estratificar el riesgo real de cada paciente y poder es tablecer con objetividad recomendaciones concretas39,47. Hay que identificar claramente los niños con cardiopatías congénitas graves (v. tabla 91), en quienes estará contraindicada la realización de ejercicio. También hay que tener en cuenta que la situación del niño puede cambiar, pues puede estar en una situación grave y pasar a moderada tras una inter vención quirúrgica, cambio en el tratamiento o una mejora de la función cardíaca; y a la inversa, un niño con cardiopatía congénita catalogada de moderada puede ir empeorando en el seguimiento y pasar a estar grave. Todas estas consideraciones deberán tenerse en mente, y la comunicación entre familia, pediatra, cardiólogo y profesor es fundamental. En conclusión, en la mayoría de los niños con cardiopatías congénitas debe permitirse realizar algún tipo de actividad física, aunque las recomendaciones sobre el nivel y el tipo de ejercicio deberán hacerse de manera individualizada por el cardiólogo, con el objeti vo de conseguir la integración adecuada del niño con una cardiopatía congénita en su entorno y minimizar riesgos y eventos cardiovasculares. Actividad deportiva del niño sano y con cardiopatía congénita Capítulo 9 151 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. Tabla 9-2 Recomendaciones específicas de actividad física y deporte para cada tipo de cardiopatía congénita CARDIOPATÍAS CONSIDERACIONES AERÓBICO RESISTENCIA RECOMENDACIONES/ REVISIONES Pacientes sanos 60 min/día ejercicio moderado intenso Deportes de competición, de ocio y actividad física sin restricciones 23 días/semana Sin restricciones de intensidad siempre que no se produzcan lesiones <2 h televisión/ ordenador Defectos del septo CIV, CIA, retorno venoso pulmonar parcial Descartar HTP, no arritmias, no disfunción ventricular Como en sanos Como en sanos Actividad ligera 36 meses tras la colocación de un dispositivo o hasta que cicatrice la estereotomía tras la corrección Defecto AV intervenido Descartar insuficiencia valvular, HTP, arritmias y obstrucción del TSVI Como en sanos Como en sanos Revisión anual Estenosis aórtica: Ligera Como en sanos Como en sanos Se recomienda prueba de esfuerzo para ver normalidad del funcionamiento cardíaco con el esfuerzo Cada 612 meses en moderada Moderada Limitar a intensidades moderadas solo en deportes de competición Limitar a intensidades moderadas únicamente Insuficiencia aórtica: Ligeramoderada Descartar dilatación de VI o aorta y arritmias Como en sanos Como en sanos Anual Grave No deporte de competición No deportes competición Cada 36 meses Válvula aórtica bicúspide (aislada) Válvula normofuncionante Descartar dilatación de aorta ascendente Como en sanos Evitar intensidades muy elevadas Revisión anual Coartación aórtica Gradiente tensional <20 mmHg Como en sanos Limitar a intensidades bajasmoderadas Prueba de esfuerzo para descartar una respuesta anormal de la presión arterial al ejercicio (Continúa) □ Parte 1 ■ Modificaciones provocadas por el entrenamiento físico...152 CARDIOPATÍAS CONSIDERACIONES AERÓBICO RESISTENCIA RECOMENDACIONES/ REVISIONES Dilatación aórtica: Ligera Como en sanos Evitar intensidades altas Cada 6 meses Moderada Limitar a deportes de bajamoderada intensidad Limitar a intensidad baja, no competición Estenosis pulmonar: Gradiente <30 mmHg Como en sanos Como en sanos Una prueba de esfuerzo puede ser útil Gradiente 3050 mmHg Limitar a deportes de competición de bajamoderada intensidad Limitar a intensidad bajamoderada Tetralogía de Fallot (sin regurgitación significativa) No arritmias, sólo ligera dilatación del VD Como en sanos Como en sanos Prueba de esfuerzo cada 2 años AngioRM para ver volumen del VD si IP Insuficiencia pulmonar o tricuspídea (grave) Vigilar tamaño del VD Limitar a deportes de competición de bajamoderada intensidad Limitar a intensidad bajamoderada sólo si hay disfunción del VD Anual AngioRM para ver volumen y función del VD Ebstein: Leve (sin regurgitación significativa) Implantación baja de válvula septal tricuspídea Descartar arritmias por dilatación aurícula derecha Como en sanos Como en sanos Anual Moderadagrave Deportes de baja intensidad No competición Deportes de baja intensidad No competición Holter, riesgo arritmias Transposición de los grandes vasos (Switch arterial) Descartar anomalías coronarias, por reinserción coronarias durante la cirugía Limitar a deportes de competición de bajamoderada intensidad Limitar a deportes de competición de bajamoderada intensidad Se recomienda prueba de esfuerzo, Holter y angioRM de estrés (con adenosina) Anual Transposición congénitamente corregida de grandes arterias (equivale a inversión ventricular) Descartar arritmias, riesgo de bloqueo AV Limitar a deportes de competición de bajamoderada intensidad Limitar a bajamoderada intensidad Individualizar según el estado clínico Tabla 9-2 Recomendaciones específicas de actividad física y deporte para cada tipo de cardiopatía congénita (cont.) Actividad deportiva del niño sano y con cardiopatía congénita Capítulo 9 153 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. BIBLIOGRAFÍA 1. Rowland TW, Freedson PS. Physical activitiy, fitness and health in children: a close look. Pediatrics 1994;93:2395401. 2. Strong WB. Physical activity and children. Circulation 1990;8:1697701. 3. Dulfer